CON LA CULTURA, NO

Un cierre que duele: el Centro Cultural Cecilia Montenegro se rehúsa a desaparecer

Se llevó a cabo una festividad llamada "Antifuneral" en el CCI. Ahora, los miembros a cargo, organizan un desmonte colectivo. Un cierre que duele temporalmente a todos: el Centro Cultural Cecilia Montenegro de Tunuyán se rehúsa a desaparecer por completo. Qué pasó con el espacio único del Valle de Uco y cómo se preparan para seguir.

Marcia Castro

No abundan mucho los espacios culturales que conjugan las clases de arte, collage, posibilidad de hacer actividades como yoga, tela y hasta trepar por la palestra. En Tunuyán el Centro Cultural Independiente Cecilia Montenegro era uno de estos mágicos lugares donde niños, jóvenes y adultos podían asistir para ser parte de la música, la comida y la venta de objetos únicos, artesanales y otros manufacturados.

Por Marcia Castro

¿Qué pasó con el espacio y por qué ha sido cerrado temporalmente?

El CCI no es ajeno a la compleja realidad que atraviesan inquilinos, emprendedores, PYMES y más: la decisión apresurada por parte del arrendatario que implicó no renovar el contrato de alquiler fue concluyente en la posibilidad de seguir ocupando el local renombrado como Centro Cultural.

Desde hace tres años estuvo abierto al público, con múltiples actividades dadas a la comunidad.

Un cierre que duele: el Centro Cultural Cecilia Montenegro se rehúsa a desaparecer

Antifuneral: una noche que contó con taller de collages, música en vivo y palestra en acción

Debido a la ardua decisión, desde la organización optaron por llevar a cabo un espectáculo llamado "Antifuneral". En él congregaron a artistas varios de la Ciudad de Mendoza y otros de Tunuyán, y compartieron entre la comunidad una tarde-noche especial, donde la mística estuvo presente, la música, los tatuajes en vivo y en directo y la comida y bebida no faltaron.

Un cierre que duele: el Centro Cultural Cecilia Montenegro se rehúsa a desaparecer

Niños y niñas divirtiéndose en la palestra, subiendo y bajando desde el techo y cayendo con seguridad sobre colchones, adultos comprando medias con motivos de dibujos animados o interesándose por libros que se salen del mercado editorial más conocido: las imágenes invitaban a mucho más que sólo ilustrar lo que usualmente se vivía en el CCI, había que vivirlo para sentirlo.

La noche abrió con el show acústico de Doctor Mignón y Nicotina, y fue subiendo de volumen y ajetreo hasta llegar a su clímax.

Un cierre que duele: el Centro Cultural Cecilia Montenegro se rehúsa a desaparecer

Pablo Amnesia y Fuego encendieron la noche con una mezcla entre la lírica que rozaba lo perfecto junto con las destrezas de baile de Gatito, artista colaborador estrecho de Pablo y profeesor de danza, quien jugó durante el show con fuego, dejando mudos de admiración al público.

Error 404 logró subir el volumen y sumar más sonidos del tipo heavy metal pero ¡sorpresa! recreando clásicos de la cumbia, dándoles un nuevo aire, renombrando los clásicos de Sandro y puliéndolos con el sonido y engranaje de la batería, las guitarras eléctricas y las voces que colorean de un sordo grito cómo se vive hoy en Mendoza la música.

Sin importar el contexto, la suba de impuestos, los dirigentes negligentes o los arrendatarios volátiles que deciden dar por tierra un contrato de alquiler, las y los hacedores culturales del CCI lograron algo mucho más importante: la construcción de un país dentro de un país, el resguardo de las infancias en un piso recubierto de colchones, sanitarios limpios, tatuajes seguros hechos por chicas jóvenes, recitales cotidianos de poesía, visitas al río, comidas que no se pasan de sal ni de azúcar y por supuesto hasta dulces artesanales.

Un cierre que duele: el Centro Cultural Cecilia Montenegro se rehúsa a desaparecer

En resumen, el CCI brindó una agenda nutrida de actividades, posibilidad de recreación, de dejar la pantalla de los celulares y perderse trepando la palestra o redescubriendo cómo eran las videocaseteras y cómo se vendía el cine cuando aun no llegaba el estruendo digital de los CD´S, DVD´S, pantallas LED y plataformas de video.

¿Adónde volverá a resurgir el CCI?

Las y los compañeros que encabezaron el cuidado del espacio ubicado en Rivadavia 39, en pleno centro de Tunuyán, se mostraron seguros de que éste no es el final. Pronto esperan recrear la magia que agrupó niños y adultos y aportó a la construcción de una comunidad que se llena de sonrisas frente a la batalla cultural propiciada por el gobierno de Javier Milei y sus seguidores.

Un cierre que duele: el Centro Cultural Cecilia Montenegro se rehúsa a desaparecer

Aun no tienen definido el espacio donde volverán a rearmarse, pero la decisión está tomada y tal cual se tituló su último show -hasta ahora- el Antifuneral, fue sólo una pausa. 

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