Atentos: Jumbo te da más motivos para sentirte estafado
Los grandes supermercados, los híper, los almacenes y las tiendas están sujetos a leyes, entre otras, a las de defensa de consumidores, sin embargo, el incumplimiento es la norma en algunos establecimientos
Además de soportar un elevado costo de vida, hay que resignar derechos frente al engaño de algunos inescrupulosos
Aunque ocasionalmente en Argentina, según quien gobierne, se establezcan acuerdos con fabricantes y comerciantes, existe la libertad de precios. Suele haber regulación en artículos específicos, como medicamentos, y en otros casos los denominados precios sugeridos, pero en el resto de las transacciones de bienes y servicios privados, las políticas de precios son decisiones empresarias. De ahí que las ofertas sean el motor de la competencia, concepto sagrado del capitalismo.
Libertad limitada
Como en toda organización social, estatal y privada, los límites que imperan no pretenden restringir la libertad sino procurar que alcance a todos y todas, de ahí el famoso "la libertad de uno termina adonde empieza la libertad del otro". Este orden ideal, para llevarlo a la práctica, requiere de leyes que así lo garanticen. El incumplimiento de avanzar sobre la libertad del otro debe evitarse, reprimirse o sancionarse. Esto es lo que se acuerda en los sistemas de democracias liberales, capitalistas, régimen establecido en la Constitución Nacional de 1994, inspirada en la de 1853, o sea, digamos, apegado al Derecho Individual, apartado de modelos no liberales. Entonces ¿por qué no se cumple con lo que tanto se pregona?.
Sálvese quien pueda en la jungla cotidiana
La anomia que se respira en Argentina es en todo lugar y momento. En el país existe legislación para proteger a los consumidores, algo para nada novedoso ni singular, la mayoría de los países capitalistas cuentan con legislaciones afines. Probablemente la diferencia más importante radique en que en Argentina, la ley es una pieza literaria y en desuso. Abundan casos. Algunos trágicos, otros, como el que motiva esta columna, menores, pero de tan reiterado, insalubre. Y el Estado, en su condición de policía, actúa únicamente para defender, discrecionalmente, los derechos de algunos personajes o grupos, con suerte, no los derechos de las mayorías.
¿Y por eso tanta tinta?
Ante otra moda que corroe y hace un daño inmedible, que es la acusación apócrifa, la falsa denuncia, aquí optamos por hacer lo que corresponde, citar los datos y delatar con precisión, sea una nimiedad o un acto de envergadura. Hoy será el de -hipotética- inferior intensidad. El engaño cotidiano de un supermercado ¿serán todos? ¿habrá otros? ¿será casualidad? ¿es conspiracionismo? Ojalá el lector ayude a develar cada respuesta.
Jumbo, el de los precios más bajos en góndola (que en la caja)
En un mismo "comercio de grandes superficies", cuatro experiencias del mismo calibre. Se trata del local de Jumbo, ubicado en Avenida San Martín al 6.300 de Luján de Cuyo (Vistapueblo) Un producto ofrecido en la góndola a $ 1.350, cuando pasa por la caja y controlador fiscal lo factura a $ 1.550, al pedir explicación, no existe o atinan a dar la mejor respuesta que tienen en boca.
Segunda experiencia, con reclamo enfático incluido. Producto ofertado a $ 3.190, se tradujo en $ 3.890, la repetición de casualidades suena indigerible.
Tercera, además, con falta de exhibición de otros precios en góndola y la cuarta, producto de $ 16.350, en caja: $ 17.600.
Muchos podrán decir que se trata de "naderías", el inconveniente es que esas naderías siempre ocurren hacia una misma y única dirección: las y los ciudadanos.
Denunciar, de esa forma, multiplica la frustración
En la provincia de Mendoza existe una de las primeras leyes de defensa de consumidores, la 5547 del año 1990, luego con actualizaciones y con la resolución Nacional 7/2002, todo está dado para que impidan estos abusos y verdaderas estafas, sin embargo, hacer la gestión pertinente genera otra gran frustración: le dirán que ya gestionaron ante la Empresa, dato incomprobable y al menos en una ocasión, falaz. Otra respuesta recibida: no dan abasto con los pocos inspectores.
La audacia de ser decente y los pobres empresarios
Inevitable que la denuncia, la queja y el reclamo intervengan y se inmiscuyan en las discusiones políticas, de coyuntura y de las otras, ideológicas. Y sí. Para continuar con el ejemplo, vamos al caso.
El elefante que nunca voló
La cadena de híper y supermercados Jumbo (nombre en honor a aquel elefante torturado durante 25 años debido a su simpático e inocente tamaño) ofrecen precios tentadores y cobran otros, siempre más elevados y engañosos. Luego, al detectarlos, ofrecen excusas inconsistentes, infantiles y ofensivas.
Vea cómo hacen
Veamos, entonces, cada vez que nos engañan y nos quitan algunos pesos de modo indecente, esos dineros no van a paliar el hambre ni la desnutrición. Y si decimos que nos engañan y nos privamos de definir que todos los días nos estafan lo hacemos porque seguramente sus abogados están ávidos de imputaciones incorrectas. Pero esos dineros habidos de modo engañoso como destino, favorecen a don Horst Paulman.
¿Casualidad?
Jumbo es creación y propiedad de Horst Paulman. Ya retirado de la acción mantiene su presencia como presidente honorario. Este empresario, nacido en Alemania, es hijo de un juez nazi. Terminada la segunda guerra mundial, huyeron. Primero hicieron escala en Argentina, pero al ser buscados y perseguidos eligieron afincarse en Chile. Horst Paulman es el impulsor y accionista de esta cadena, de Unicenter, de Easy y quien adquirió, a fines de la década del 1990, la cadena de supermercados mendocinos, VEA.
Un pasado que no ha pasado
El engaño. El abuso. La impunidad. Sustantivos abstractos que pueden sonar exagerados para hablar de esta política de "engaño", de miserabilidad constante. ¿Calificativos desproporcionados para abordar un tema tan banal como las ofertas engañosas, precios mentirosos, o porque quisieron cobrar de más en varias ocasiones?. Según. Si quien gestiona esos engaños rutinarios lo hiciese por necesidad, urgencia o accidentalmente, sí. Ocurre que don Horst Paulman es una de esas personas que se vanaglorian por su fortuna, poseedor de un capital calculado en 3.300 millones de dólares. Por lo que cabe preguntarnos ¿así es la meritocracia?, ¿de eso se trata la libertad de mercado?.
Los supermercados ya no tienen mostradores
Aquella imagen retórica que ubicaba la opinión de cada cual, según del lado del mostrador que le tocara en suerte, aún tiene vigencia, aunque estas grandes cadenas no tengan mostradores. Los engañados, indefensos, de un lado. Por el otro, empresarios exitosos gracias a un Estado ausente cuando no, infiltrado por la corrupción. Y la matriz, persiste. Si acaso alguien descree que el "modelo" siempre está definido desde la ideología, acepto que explique por qué el CEO de Cencosud, la Holding que controla Jumbo y todas las unidades de negocio de Horst Paulman es el argentino Matías Germán Videla Solá, a la sazón, nieto del máximo responsable de la peor tragedia intencional de la historia de Argentina, el genocida Jorge Rafael Videla. La historia siempre se las ingenia para revelar la verdad, aunque sea desde una inerme góndola de un supermercado.