Se lo conoce como el "polvo de la vida" y es considerado un súper alimento: los milagros de un producto natural

El polen es un componente vital en la reproducción de las plantas con flores y un potente alimento para los seres humanos. Se trata de un polvo fino producido por los órganos masculinos de las flores, llamados estambres. Esta sustancia contiene los gametos masculinos de la planta y es crucial para la fertilización de los óvulos en los órganos femeninos de la flor, los pistilos.

Además de su papel en la reproducción de las plantas, el polen también desempeña un papel significativo en los ecosistemas y en la agricultura. Las abejas y otros insectos polinizadores lo recolectan mientras buscan néctar, facilitando inadvertidamente la transferencia de polen entre las flores y promoviendo la polinización cruzada, vital para la diversidad genética de las plantas.

Así mismo, el consumo de polen proporciona una dosis concentrada de vitaminas, minerales y antioxidantes, fortaleciendo el sistema inmunológico y mejorando la salud cardiovascular. Sus propiedades antiinflamatorias pueden aliviar alergias y síntomas de la menopausia, mientras que su alto contenido proteico favorece la energía y la vitalidad.

¿Qué es el polen?

El polen de abeja es un producto natural que se considera como un superalimento gracias a sus múltiples beneficios para la salud. Según lo detalla el portal honeygreen.com, este producto proviene del polen de las flores y se produce en los estambres de la flor, en concreto en la antena. Es recolectado por las abejas y mezclado con néctar y sustancias salivales para obtener la forma de un pequeño gránulo que luego es transportado por las abejas a través de sus patas.

Según lo detalla La Nación, los antiguos egipcios llamaban al granulado de abeja "el polvo que da vida". Para ellos, la mezcla nutritiva de néctar, polen de flores, enzimas, miel, cera y secreciones de abejas era sagrada y se colocaba bajo las tumbas para que las personas se nutran en su próxima vida.

Los romanos consideraban que el polen era una panacea -mítico medicamento que cura todas las enfermedades-. Por eso, los soldados romanos llevaban consigo a las batallas tortas de polen seco para proporcionar sustento en caso de sufrir heridas o lesiones; el mismo ritual sería repetido años después por los nativos americanos que llevaban el polvo de abejas en pequeñas bolsas alrededor de su cuello para tener energía durante los viajes largos.

¿Qué aporta el polen?

Según el portal honeygreen.com, el polen de abeja contiene 19 de los 21 aminoácidos esenciales en la naturaleza, por ello se le atribuyen propiedades únicas. Se compone de azúcares simples, proteínas, minerales y vitaminas, ácidos grasos y un pequeño porcentaje de otros componentes.

Algunos de los minerales presentes en el polen son:

• Potasio
• Magnesio
• Calcio
• Fósforo
• Hierro
• Zinc

¿Cuáles son los beneficios del polen?

Debido a su completa composición en nutrientes, el polen de abejas brinda múltiples beneficios a la salud. Algunos de ellos son:

• Circulación sanguínea: debido al contenido de flavonoides, el polen demuestra la actividad de sellar y fortalecer los vasos sanguíneos, mejorando así la circulación sanguínea y la función cardíaca.
• Posee actividad hipolipidémica: esto es posible porque reduce el contenido de colesterol, triacilglicerol y lípidos totales en el cuerpo, lo que es beneficioso para el tratamiento de enfermedades cardiovasculares.
• Ayuda a prevenir infecciones dérmicas y controlador de sebo: además de la protección antioxidante, los fenoles y flavonoides del polen de abeja también proporcionan propiedades astringentes y calmantes para la piel.