Los beneficios impensados de comer dulce de leche para quienes hacen actividad deportiva

El dulce de leche, ese tesoro de la gastronomía que los argentinos reivindicamos como propio una y otra vez, es objeto de atención renovada en la escena gastronómica mundial. Aunque su origen está siempre vinculado al supuesto error de la cocinera de Juan Manuel de Rosas, lo cierto es que su presencia en Latinoamérica es una realidad más allá de que tenga otros nombres.

Si bien hay productos que podrían asimilarse a esta delicia autóctona, lo cierto es el mangar argentino se caracteriza por su sabor caramelizado y su textura sedosa. Al igual que el mate, el dulce de leche paulatinamente gana adeptos en todo el mundo y son varias las celebridades internacionales que se han mostrado saboreándolo.

Este fenómeno culinario no solo deleita los sentidos, sino que también genera un renovado interés por la cultura gastronómica local, colocándolo en el centro de la escena como un auténtico tesoro nacional con proyección global. Además, hay estudios recientes que revelan una característica muy singular de este dulce y que sería altamente apropiada para una práctica deportiva.

¿Qué es el duce de leche?

El dulce de leche es un producto alimenticio que se obtiene a partir de la cocción de la leche con azúcar a altas temperaturas durante varias horas, hasta que la leche se evapora y el azúcar se carameliza. Su composición ronda el 50% de azúcar, 6 a 7 % de grasas y 6 a 7% proteínas de buena calidad, porque son proteínas de la leche.

¿El dulce de leche es argentino?

El origen del dulce de leche es motivo de controversias ya que los argentinos lo tenemos como invento propio, algo similar a lo que ocurre con los uruguayos. No obstante, su existencia es amplia en muchos países de Latinoamérica aunque los nombres cambian.

Pero si se rastrea en el tiempo, algunos dicen que fue cocinado por primera vez en la India muchos siglos antes de Cristo, sin embargo el historiador argentino Tomás Balmaceda dice que nació en Indonesia y que cuando los conquistadores españoles se apoderaron de las Islas del Poniente y San Lázaro y las rebautizaron Filipinas, lo descubrieron y lo llevaron a  .

Pero los argumentos locales citan de forma precisa el año 1829 como la fecha en la que fue inventado. La historia popular cuenta que Juan Manuel de Rosas tenía una reunión con Juan Lavalle, y que en ese momento una empleada de Rosas se dispuso a preparar lo que se conocía como lechada (leche calentada con azúcar). Debido al descuido de la mujer, que olvidó la preparación en el fuego, fue el origen de lo que hoy conocemos como dulce de leche.

¿Qué nombre tiene el dulce de leche en otros países?

Según el país de Latinoamérica en el que se esté, el dulce de leche puede recibir los siguientes nombres:

• Chile: "manjar" o "manjar blanco"
• Perú: "manjar blanco"
• México: "dulce de cajeta"
• Bolivia: "queso de urrao"
• Cuba: "fanguito"
• Panamá: "bienmesabe"
• Colombia, Venezuela y Guatemala: "arequipe"

¿Cuál es el beneficio del dulce de leche en el deporte?

El dulce de leche está asociado a los "gustitos" o "permitidos" que una persona puede tener en su dieta, pero desde hace un tiempo se lo tiene en cuenta en la dieta de los corredores.

Es que este manjar está demostrando tener propiedades beneficiosas para aquellos que practican el running de manera regular. Según lo detalla el portal Runner's World, estudios recientes sugieren que este alimento podría ser una valiosa fuente de energía para los corredores.

El dulce de leche es rico en carbohidratos, la principal fuente de combustible para el rendimiento deportivo. Su combinación de azúcares simples y complejos proporciona una liberación gradual de energía, lo que puede ayudar a mantener los niveles de glucosa en sangre estables durante una carrera.

Así mismo, el dulce de leche contiene proteínas y grasas saludables. Las proteínas son esenciales para la reparación muscular después de un entrenamiento intenso. Además, las grasas saludables presentes en este dulce pueden contribuir a una recuperación más rápida al reducir la inflamación y promover la salud cardiovascular.