SALUD

La Siesta, esa sana costumbre

Dormir la siesta produce numerosos beneficios en nuestra salud física y mental

La siesta, esa breve pausa durante el día en la que nos permitimos descansar, es más que una tradición cultural en muchos lugares del mundo, en nuestra provincia de Mendoza este hábito está tan arraigado que, por ejemplo, ha hecho fracasar en diversas oportunidades la idea de implementar el horario corrido en los comercios.

Aunque algunos puedan considerar la siesta como un lujo, la ciencia respalda su relevancia para nuestra salud y bienestar.

Sueño y vigilia

El ser humano es de los pocos animales que duerme una sola vez al día. Otros animales alternan fases de sueño y vigilia durante el día. Algunos sugieren que el hombre primitivo también tenía esos hábitos, pero abandonó esa costumbre para adaptarse a ritmos de vida cada vez más rápidos.

En los últimos 100 años, además, hemos perdido, al menos, dos horas diarias de sueño. Por eso, la costumbre de la siesta podría ayudarnos a recuperar el sueño perdido y asegurarnos un ritmo de vida más sano.

Beneficios para la salud de dormir la siesta

1. Previene cardiopatías. La falta de sueño genera cortisol, y el exceso de esta hormona aumenta la intolerancia a la glucosa y a la grasa, debilita el sistema muscular e inmunológico y disminuye los niveles de la hormona del crecimiento, lo que puede provocar diabetes y enfermedades cardiovasculares.

Al dormir se libera la hormona del crecimiento, antídoto del cortisol, que estimula el sistema inmunológico, reduce el estrés y la ansiedad, ayuda a reparar los músculos y a perder peso.

2. Facilita el aprendizaje. Quienes duermen la siesta tienen mejor rendimiento en las tardes y aumentan su capacidad de aprendizaje. Sería un reseteo al cerebro.

3. Aumenta la concentración. Muchos estudios demuestran que las siestas (incluso las muy breves) contribuyen a mejorar tareas de recordar listas de palabras o de objetos. El sueño facilita el almacenamiento de la memoria a corto plazo y deja espacio para nuevos datos. Durante el sueño, los recuerdos recientes se transfieren del hipocampo al neocórtex, nuestro disco duro, donde se guardan los recuerdos a largo plazo.

4. Estimula la creatividad. La siesta aumenta la creatividad o, al menos, estimula la actividad de la zona del cerebro (el hemisferio derecho) asociado con esta capacidad.

5. Facilita resolver problemas. Cuando se alcanza la fase REM del sueño (fase de gran actividad cerebral en la que soñamos), toma menos tiempo realizar diferentes conexiones entre ideas.

6. Mejora los reflejos. Un estudio de la NASA a pilotos demostró que aquellos que dormían una siesta diaria de 26 minutos cometían un 34% menos errores en el trabajo y duplicaban sus niveles de alerta.

7. Mejora el estado de ánimo. Dormir inunda nuestro cerebro de serotonina, que es un neurotransmisor que regula el sueño, el apetito y el estado de ánimo, lo que nos da una sensación de satisfacción y bienestar.

¿Dónde deberíamos dormir la siesta?

Es importante encontrar un lugar cómodo, con una temperatura agradable, escaso ruido y poca luz. 

Es mejor dormir la siesta en un sillón, especialmente cuando se tiene reflujo gástrico u otros problemas digestivos, cuyos síntomas aumentan en posición horizontal.

¿Cuándo deberíamos dormir la siesta?

Lo más adecuado es descansar después de comer, entre las 13 y las 17 horas, ya que es el periodo de mayor somnolencia. Después de ese horario podríamos afectar nuestro sueño nocturno.

¿Cuánto tiempo deberíamos dormir la siesta?

En condiciones normales, la siesta no debe durar más de 30 minutos. Si prolongamos demasiado la siesta, podemos sentirnos aletargados al despertar. Aun así, los adultos jóvenes pueden tolerar siestas más largas.

Si se necesita dormir mucho más y su sueño nocturno es normal, eso podría ser síntoma de algún trastorno del sueño, depresión u otra enfermedad que convendría consultar con un profesional de la salud.

Día Mundial de la Siesta

El Día Mundial de la Siesta se celebra el 11 de marzo. Esta fecha fue creada por iniciativa de un grupo de miembros de la comunidad médica vinculados con el área de investigación y medicina del sueño. Su objetivo es prevenir trastornos del sueño, así como destacar los beneficios para la salud y el bienestar personal que brinda la siesta.

Podemos concluir diciendo que la siesta no solo es un placer, sino una herramienta valiosa para nuestra salud física y mental. La próxima vez que sientas la necesidad de cerrar los ojos después de almorzar, date unos minutos para hacerlo. Tu cuerpo te lo va a agradecer.

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