Huevos de Pascua: por qué se regalan en Semana Santa y qué tienen que ver con el cristianismo
La tradición de entregar huevos durante el Domingo de Resurrección se remonta hasta los pueblos bárbaros en Europa. Con el cristianismo adquirió un sentido religioso y hoy se practica en todo el mundo.
El cristianismo, en especial el catolicismo, vive su momento más importante del año en Semana Santa cuando conmemoran y celebra la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Durante estos días se concentran los momentos más trascendentes de la fe y la sociedad recurre a los valores culturales y del credo para transitar las jornadas con el corazón abierto acorde con la fecha.
Es también durante estos días cuando las familias vuelven a reunirse en torno a la mesa para brindar por la Pascua y se recrea la tradición de obsequiar los tan famosos huevitos de chocolate. Ahora bien, ¿qué relación guardan los huevos de chocolate y el conejo de pascua con la fe?
¿Cuál es el origen de los huevos de pascua?
Existen varias hipótesis sobre el origen de la traición de regalar huevos durante la Pascua, algunas de la cuales señalan que dicho gesto proviene de pueblos paganos.
Ya durante el cristianismo, en el siglo XIII, la Iglesia prohibía el consumo de huevos en la Cuaresma, tiempo de preparación para la Semana Santa. Durante ese tiempo, las gallinas seguían poniendo huevos y para evitar su descomposición y lograr que se conservasen hasta su consumo, se les aplicaban una fina capa de cera. Una vez culminado el tiempo de estricción, las personas celebraban regalándolos en la Pascua.
¿Por qué se pintan y esconden los huevos de Pascua?
Según lo detalla la agencia católica ACI Prensa, una práctica común era pintar los huevos de color rojo para saber cuáles habían sido puestos durante la época de restricción, además de representar la sangre de Jesús en la cruz. A esta tradición se le sumó la decoración de dichos huevos, que se practicó con mucha intensidad en países como Alemania, Polonia, Croacia, entre otros países, y en muchos de ellos perdura hasta hoy como una actividad familiar.
Esta práctica se complementó con el tiempo con el juego de esconder los huevos pintados para que los niños los busquen en el jardín. Esta costumbre proviene del norte de Europa y simboliza la persecución de Jesús por parte de Herodes y los engaños puestos por Dios para evitar ser encontrado.
Muchas de estas tradiciones se expandieron por el mundo de la mano de las potencias del viejo continente y de los emigrantes. En el caso de América Latina, muchas de estas prácticas se incorporaron, pero con algunas variantes: la modalidad más común es la de regalar huevos de chocolates, decorados con flores de azúcar y rellenos con alguna sorpresa.
En la Argentina, muchas familias tienen por tradición comprar o regalar un huevo grande para romper y compartir con toda la familia. En Paraguay existe la tradición del huevo de Pascua, aunque es más común el de la rosca de Pascua, que se regala de padrino a ahijado en cada Domingo de Resurrección.
¿Qué significa el conejo de Pascua?
Otro de los símbolos que suele aparecer durante la Semana Santa y, sobre todo, el Domingo de Resurrección es el conejo de Pascua.
El conejo de Pascua surgió en los pueblos germánicos y representa el nacimiento y esperanza de vida, ya que lo consideraban como un símbolo de la fertilidad y asociaban su aparición al inicio de la primavera como renacimiento y renovación de la naturaleza después del invierno.