Hitler, Eichmann y otros nazis en Sudamérica: entre conspiraciones, crímenes y cortinas de humo
En los últimos tiempos, un exagente de la CIA ha reavivado una teoría que ha circulado durante décadas: Adolf Hitler no murió en su búnker en 1945, sino que fingió su muerte y escapó a Sudamérica. La red conocida como "el escape de las ratas" y el científico nazi que vivió en Mendoza.
En los últimos tiempos, un exagente de la CIA ha reavivado una teoría que ha circulado durante décadas: Adolf Hitler no murió en su búnker en 1945, sino que fingió su muerte y escapó a Sudamérica.
Según este exagente, existe un creciente cuerpo de evidencia que sugiere que el dictador nazi habría encontrado refugio en Argentina, donde sus seguidores intentaron reorganizar su fallido imperio.
El escape de las ratas: una red de fuga nazi
Tras la Segunda Guerra Mundial, numerosos criminales de guerra nazis lograron escapar de Europa a través de una red conocida como "el escape de las ratas".
Esta red, presuntamente facilitada por el Vaticano, proporcionaba pasaportes y rutas de escape a cambio de oro saqueado durante el conflicto.
Muchos de estos fugitivos encontraron refugio en países sudamericanos, incluyendo Argentina.
Adolf Eichmann: de Mercedes Benz a la horca
Uno de los casos más notorios es el de Adolf Eichmann, arquitecto de la "Solución Final".
Adolf Eichmann vivió en Argentina.
Después de la guerra, Eichmann vivió en Argentina bajo una identidad falsa y trabajó en la planta de Mercedes Benz.
Fue capturado por el Mossad en 1960 y trasladado a Israel, donde fue juzgado y ejecutado en 1962.
Heinz Brücher: el científico nazi en Mendoza
Heinz Brücher, exmiembro de la SS, se estableció en Mendoza en la década de 1950. Donde vivía, todos sus vecinos lo conocían como "don Enrique", pero su verdadero nombre era Heinz Brücher; un biólogo, botánico y genetista, pero por sobre todas las cosas... un nazi.
Llegó a la Argentina en 1948, por un acuerdo con el Gobierno argentino del General Juan Domingo Perón. No era un criminal de guerra, solo un científico, un investigador. Vivía casi como un ermitaño, lejos de la mirada inquisidora de los demás. Su mundo era la finca que tenía en la localidad de Ugarteche, al Norte de la provincia de Mendoza.
Heinz Brücher vivió en Mendoza.
Trabajó en proyectos genéticos relacionados con la botánica y diseñó un virus destinado a erradicar las plantas de coca.
En diciembre de 1991, fue asesinado en su finca de Ugarteche, un crimen que permanece sin resolver.
Max Gregorcic: el estafador que usó a Hitler como cortina de humo
Mendoza también tuvo su fábula, aunque no fue una fábula inocente. En 1987, Max Gregorcic, un financista mendocino, afirmó que Hitler había vivido y muerto en Mendoza, y que estaba enterrado en el cementerio de Palmira bajo el nombre de Karl Martin Hunger.
Max Gregorcic inventó la historia de Hitler mientras escapaba a Chile con el dinero de ahorristas.
La historia recorrió diarios, radios y pasillos.
Pero fue todo una cortina de humo.
Mientras el país hablaba del Führer en el Este mendocino, Gregorcic huía a Chile con el dinero de cientos de ahorristas.
Fue localizado en 2006 en Vitacura, pero nunca regresó. Las causas prescribieron. Las víctimas no lo olvidan.
Durante su estadía en Mendoza, vivió en Villanueva, a metros de Bandera de Los Andes.
Josef Mengele: el "Ángel de la Muerte" en Sudamérica
Josef Mengele, conocido por sus experimentos en Auschwitz, también escapó a Sudamérica.
Vivió en varios países, incluyendo Argentina y Paraguay, antes de establecerse en Brasil, donde murió ahogado en 1979.
Bonus Track: nuestro mito nacional y popular
Y como si fuera un disco, Argentina tiene su track oculto. Su historia paralela.
No se trata de un nazi, ni de un estafador común, sino de un empresario argentino rodeado de secretos, a quien se considera el ideólogo del crimen de Jose Luis Cabezas, reportero grafico que fue asesinado por tomar una foto al poderoso empresario del correo .
En 1998, Alfredo Yabrán fue hallado muerto con un disparo en la cara.
La desfiguración impidió una identificación visual certera.
Desde entonces, las dudas persisten: ¿murió o escapó?