Todo esta guardado en la memoria: Mendoza carece de políticas culturales

Ganancias de un grupo privado gastronómico vs. generar espacios de circulación para el arte y políticas culturales.

Hace unos meses el Gobierno provincial hizo oficial la puesta en marcha de un proyecto para incluir cafés y restaurantes en los principales museos y centros culturales de Mendoza. El proyecto tiene como fin, según el Gobierno de Mendoza, atraer al turismo y esta a cargo del grupo Broda de la familia Barbera, que cuenta con una importante cartera de servicios gastronómicos.

Este proyecto generó un sinfín de críticas por parte de artistas y referentes culturales que comenzaron una campaña denunciando la falta de políticas culturales y poniendo en cuestión la crisis que existe por la desfinanciación de este sector. En los últimos años se han producido pagos atrasados a artistas de vendimia, cierre de museos, inundaciones e incendios en los mismos.

En mayo de este años y en medio de alto porcentaje de casos por covid, con una actividad cultural diezmada por cierres, el Gobierno de Mendoza le otorgo la concesión a un grupo de empresarios gastronómicos, quizás una forma más de invisibilidad el problema del trabajo para los trabajadores de la cultura.

El Ministerio de Cultura y Turismo del gobierno de Suárez anunció que ampliaría los servicios que se brindan en los espacios culturales siguiendo una tendencia mundial, según se explicó desde la página oficial. En concreto, convirtió en café cultural el Museo Carlos Alonso- Mansión Stoppel y le otorgó la concesión a la familia Barbera. Lo mismo ocurrió con el Museo Fader y el Museo Cornelio Moyano, que fueron concesionados al grupo Broda de la misma familia, al igual que el Espacio Contemporáneo de Arte Eliana Molinelli. Este tipo de estrategias y políticas elitistas en el campo de la cultura se llevan a cabo con la excusa de que después de recorrer los museos las personas puedan sentarse a tomar un café y dialogar sobre las obras y, por otro lado generar puestos de trabajo para decenas de personas. Pero el verdadero cuestionamiento de la situación redunda en que el Ministerio de Cultura controlará el tipo de comida que se sirva y el listado de precios a cobrar en los servicios gastronómicos, al mismo tiempo que el concesionario será quien podrá organizar espectáculos artísticos y culturales. Es decir, el Ministerio que tiene que elaborar políticas culturales se dedica a licitar negocios y así controlar listados de comida, además de cederle la organización de eventos a un privado en espacios públicos.

Claramente el problema es la falta de orientación de la política cultural, destinada al turismo y por esa vía a montar negocios privados con plata del estado en espacios que son de los mendocinos.

Si bien esta situación en este momento, despertó la rápida reacción de artistas visuales en primer lugar, que empezaron a organizarse y a convocar a otros sectores de la cultura y el arte para exigir políticas culturales. Hoy cae en el olvido que cientos de personas se quedaron sin fuente de trabajo, específicamente los trabajadores de la cultura, y hasta los propios cansados del reclamo o tratando de no tener algún tipo de represalias, han cesado de solicitar políticas claras culturales.

La falta de un camino con puntos claros en el ámbito cultural, llego hasta el reclamo de un referente como lo es León Gieco, quien en agosto pasado critico duramente la gestión en materia de cultura de Mendoza.

Desde su cuenta oficial de Instagram, el músico critico duramente la gestión de Cultura en la provincia de Mendoza. «Separación del Ministerio de Turismo y Cultura para Mendoza. Queremos gente idónea para gestionar la cultura», escribió el autor de la colina de la vida. Su posteo que subió a sus redes sociales junto a un video donde canta el estribillo de la canción «El país de la libertad».

Al finalizar, dispara: «Hola. Soy León Gieco, músico, cantante y compositor. Estoy aquí para decirles que queremos gente idónea para gestionar la cultura en Mendoza». 

https://www.instagram.com/p/CS6_RvknJ7F/?utm_medium=copy_link

El pedido del cantante no hace mas que evidenciar la necesidad de tener una separación entre cultura y turismo en materia de ministerios, dando el presupuesto y las ideas que necesita cada una de estas actividades. Además de una planificación de estrategias para el contexto real del sector cultural, que no solo golpeo a artistas, los productores artísticos  locales se vieron más que afectados y la recomposición sin un norte claro genera resquemores entre sí por la carrera por encontrar fechas y disponibilidad de espacios .

Una cosa sí es clara,  invisibilizar el problema del trabajo para artistas y dejarlo en manos de empresarios gastronómicos no es el camino.-

Por Fernando Cascino.-