Un desproporcionado debate, ganó la televisión
El último debate presidencial consiguió un rating que sólo fue inferior al logrado por la final del mundial en Qatar. Sergio Massa y Javier Milei
Austero aporte al pensamiento electoral
Tal como anunciamos y previmos, el debate entre Sergio Massa y Javier Milei superó toda marca de rating. Aunque sólo haya datos provisorios extraídos de Buenos Aires y del Gran Buenos Aires, el encendido fue apenas 10% inferior al de la final del mundial Argentina vs. Francia en Qatar. Creer, reventar o esperar a tener datos más finos. Una conjetura que ojalá sea desacertada: la inmensa mayoría de quienes se concentraron frente al televisor, ya tenía la decisión de su elección. Tal vez alguno cambie de opinión, pero según los analistas, esa posibilidad es minúscula.
Preferencia previa
Prontamente, a través de las redes, y luego, desde las pantallas de las señales noticiosas, comenzaron a aparecer análisis, lecturas, opiniones e inferencias. Antes, quienes pudieron ver durante los cortes la señal de Lanación+ habrán observado que es inevitable cómo la preferencia (qué hubiesen querido que ocurra) invade la mesura de la crítica. Todo depende del cristal con que se mire, y de quién sea el sponsor de esos anteojos, pero también, de la voluntad de someterse al oftalmólogo previamente.
Roles cambiados
Los ingentes esfuerzos de los conductores de la señal del grupo Clarín, TN, por explicar el flojísimo desempeño del candidato de la Libertad Avanza tornaron los análisis casi en una comedia. El convocado politólogo Alejandro Catterberg, de Poliarquía, hizo malabarismo discursivo para justificar lo que se acaba de ver, pero todo esfuerzo fue vano, al final debió concluir en que el rol de Javier Milei fue decepcionante. No utilizó ese término, pero la traducción es inobjetable. Esto devela de manera descarnada que la voluntad y el deseo (personal, institucional, empresario) no son suficientes para compatibilizarlos con la realidad.
Imparcial
Será redundante para nuestros habituales lectores, repugnante para algunos y coincidente para otros. Nosotros -y quien esto firma- tenemos una posición. Privilegiamos la verdad, pero sabemos que la verdad es una substancia lábil, precaria y provisoria. Asimismo, el esfuerzo que hacemos por conseguirla y transmitirla es honesto. El debate confirmó algunas predicciones. Hubo dos contendientes, pero haciendo una analogía con el boxeo, el combate fue desproporcionado. Por más hábil que pueda ser un "mosca" y por mucha resistencia que ofrezca, el "peso pesado" no tendrá grandes dificultades en noquearlo. Es lo que ocurrió en términos de "quién ganó".
Eso te pasa por no estudiar
Las imprecisiones de Milei sólo fueron cotejables con las respuestas incongruentes del mismo. Ante una seguidilla de interrogantes de Sergio Massa en las que le otorgó como posibilidad respuestas binarias, el hombre de melena revuelta tanto como sus ideas, sólo atinó a salirse de las reglas y proferirle con alguna insistencia el señalamiento de "mentiroso". Lo dramático para el 19 de noviembre es que el candidato que se postula como un sabedor e intelectual de la Economía, defeccionó en cuestiones básicas. A la hora de responder sobre sus propias declaraciones en relación al comercio exterior, sorprendió por la banalidad de la respuesta, aduciendo que no será el Estado quien intercambie bienes con Brasil y la República Popular China sino los privados, como si en la actualidad no ocurriera.
Los ídolos del libertario
Cuando Sergio Massa lo instó a ratificar o rectificar su adulación por Margaret Tatcher, Milei sumó entre sus figuras admiradas a Ronald Reagan, Winston Churchill y -como para terminar de demostrar su extraña y desconcertante ideología agregó a Charles de Gaulle. Mencionó la caída del Muro de Berlín y pronunció una de sus provocativas intervenciones asociando a Sergio Massa con el socialismo, algo que, más allá de las aspiraciones de sus votantes, es tan absurdo como decirse libertario y defender un genocidio.
Cómo marrar cada penal
Ni la presencia de uno de los generales más respetados y respetables del Ejército Argentino, el General Martín Balsa lo inhibieron para demostrar su ausencia de afecto soberano y -aunque parezca exagerado- falta de respeto. Acudió -como solía hacer Macri- al efectismo de hacer comparaciones con el fútbol, banalizando la historia. Cuando quiso justificar su admiración hacia Tatcher, responsable de la muerte de 323 soldaros argentinos, fuera del área de exclusión dictada por su mismo gobierno, o sea, crimen de guerra, apeló a un ejemplo en el que también hizo gala de su palmaria ignorancia
Cero en historia, cero en geografía, fraude a la inteligencia
Al mal gusto de comparar su admiración por la extinta primera ministra británica con un acontecimiento deportivo, debemos anexarle el garrafal error de la anécdota. Dijo que en 1974 la selección Alemana venció al conjunto nacional con 4 goles de Johan Cruyff. Cruyff , el eximio jugador y luego entrenador del Barcelona fue el referente más importante del fútbol europeo de aquél mundial en Alemania de 1974, pero nació, se crió y comenzó en Amsterdam, motivo por el que vistió la camiseta naranja de lo que llamábamos Holanda (hoy Países Bajos), artífice de la "naranja mecánica", que perdieron esa final, precisamente, ante los anfitriones, Alemania Federal. Sí, claro, Países Bajos es vecino de Alemania, como nosotros de Brasil. Sobre la figura de Cruyff se han escrito varios libros, libros que parece le son esquivos al presunto libertario. Aunque la historia fue forzada, Cruyff , capitán de la selección de Holanda, fue el jugador que rehusó a venir a la Argentina en el mundial de 1978, plena dictadura, esa que niega Milei
Qué tiene que ver
De ninguna manera un debate define una elección. Pero sí, este debate, puso en evidencia la estatura de cada uno de los adversarios. Lejos de la perfección, Sergio Massa aprovechó para explicar propuestas en las materias más sensibles, como los son la Educación (el incremento porcentual del Presupuesto, elevándolo al 8%), la implementación de programas de Seguridad, algunos para ciudades y otro para los tres delitos internacionaesl más frecuentes (narcotráfico, lavado de activos y trata de personas) y también en salud. Milei acudió a la descalificación, tratando de delincuente al propio candidato y al gobierno al que pertenece. Cuando tuvo la oportunidad, le cedió su tiempo a Massa cuando correspondía al bloque "seguridad", la suspicacia nos invita a pensar que le es peor que difícil ahondar en el tema si tendrá como colaboradora a Bullrich, a quien él la acuso de tirabombas en jardines de infantes.
La casta fiscalizando para promover la idea del fraude
El modelo de Javier Milei, que en el mundo se lo emparenta con las neo derechas, cuyos máximos exponentes son Donald Trump y Jair Bolsonaro, ha fracasado, sin embargo la estrategia está calcada. Tanto Trump como Bolsonaro, cuando perdieron sendas reelecciones, enviaron a sus seguidores a violentar las instituciones, denunciando fraude. La diferencia -afortunadamente para la Argentina- es que Milei no ha gobernado y, después de haber logrado meterse en el balotaje, pero segundo y a varios puntos del candidato de la Unión por la Patria, debe consolarse pidiéndoles a los que hasta hace un mes atrás insultaba y destrataba , para que "fiscalicen" los comicios definitivos.
Slogan perimido
La idea que más adeptos le sumó a la Libertad Avanza fue "combatir a la casta" y ahora se ve impedido de utilizar ese argumento por su asociación extemporánea con Macri, Bullrich, Petri y varios más de la coalición Juntos por el Cambio, al que él denominaba "Juntos por el Cargo". La dolarización deberá esperar. El Banco Central seguirá en pie. Los subsidios continuarán, en definitiva, suena más a continuidad que a irrupción creativa y devastadora de todo lo conocido. Acaso un conservador reaccionario cuya única revolución esté por el lado externo de su cabeza.
Sin boleta sos boleta
Resulta llamativa la advertencia de la Cámara Nacional Electoral a la fuerza de Milei por la carencia de boletas presentadas, asunto que abordamos en nota de ayer https://portada.com.ar/graciela-camano-es-muy-grave-que-la-libertad-avanza-no-haya-presentado-la-cantidad-de-boletas-necesaria/ esto insinúa algunas posibilidades. Que la gente de Juntos por el Cambio no haya asistido al debate en apoyo a Milei, y que no preste asistencia en el tema más sensible sobre el final de una elección, que es la cobertura y la cantidad de boletas, hace suponer que los han desamparado. La contradicción de este desamparo con las manifestaciones de muchas y muchos de JXC instando a votar a Milei, abre otra suposición, que luego del debate, se fortalece: que Milei tenga intenciones de abdicar, tal como hizo su político predilecto, Menem en 2003.