CONFRONTACIÓN CULTURAL

Un combate desigual, a las piñas contra la cultura.

El actor Jorge Marrale expuso ante el plenario de comisiones en el Congreso de la Nación, explicando la innecesaria lesión a la cultura y a la soberanía que provoca el proyecto de la Ley Ómnibus, el mismo día que Milei presentó su libro en el Luna Park

Cinco minutos de Jorge Marrale versus un Luna Park con el show de un púgil apócrifo, pero que golpea a toda la Nación

El miércoles, el actor Jorge Marrale, en representación del colectivo de artistas que integran SAGAI, la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes, en el plenario de comisiones, en el Congreso de la Nación, planteó sintéticamente lo desafortunado, innecesario y lesivo del proyecto de ley ómnibus, que afecta a la producción artística, a la industria cinematográfica de la Argentina, a la rica historia artístico-cultural, sin un beneficio concreto para algún sector y en detrimento de una identidad que genera valor.

La distribución de roles y los escenarios que confunden

Después de ver a los muchos personajes que ha interpretado Jorge Marrale, tanto en cine como en teatro y en televisión, agrega un otro motivo de admiración  escucharlo con un sólido, sereno, argumentado y honesto discurso, en defensa de valores que trascienden al hecho artístico y estético. Pero su lugar de desempeño natural son las tablas, los set de filmación o en cualquier locación  delante de las cámaras, no combatiendo contra un proyecto que pretende arrasar graciosamente con todo.

En este rincón

El mismo miércoles, en el Luna Park, ni Locche esquivando golpes ni Monzón propinándolos. El presidente en ejercicio de la República Argentina, presentó su libro con un espectáculo inclasificable por género, pero pasible de adjetivarse por calidad. Un título que insinúa veleidad teórica  "Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica",  nació desacreditado debido a la ausencia de legitimidad. Párrafos extraídos sin la autorización de los autores y sin siquiera los créditos que podrían simular decencia caracterizan la generación ensayística de Javier Milei 

Un guión inverosímil

¿Picaresca dramatúrgica? ¿grotesco criollo?, no. Una realidad impensada.  El presidente Milei había desistido de presentar su obra en la Feria Internacional del Libro en Buenos Aires, con excusas poco confiables y una confrontación más en su breve trayectoria. Esta vez fue contra el presidente de la Fundación que anualmente organiza esa enorme y prestigiada feria, Alejandro Vaccaro. En la noche del miércoles, no omitió referirse burlescamente sobre la situación, aunque nadie sabe muy bien quiénes y cómo se afrontan los gastos de montar esa extraña función en lo que fuera el templo del box.

De terror, no como género literario

La puesta en escena es previa a la asunción. Las oscilaciones emocionales de Milei son indisimulables. El goce sobre el dolor ajeno no es su invención pero sí parte de su patrimonio. Resulta poco menos que incomprensible que haya elegido, este miércoles para montar un espectáculo, ante un panorama crítico. 

Un país contra las cuerdas

Apenas cinco meses le sirvieron a la gestión de Milei para un inventario que asusta. Creció la desocupación y parece irrefrenable. Incorporó a millones bajo la línea de pobreza que alcanza al 55% de la población argentina. Cierre de PYMES por decenas de miles. Sucesos forzados, como el ajuste sobre jubilaciones y pensiones, que deterioran las condiciones vitales. Desfinanciamiento educativo. Desarticulación del desarrollo científico y tecnológico. Enajenación del patrimonio nacional. Violación de principios soberanos, contemplados en la Constitución. Confrontación con los principales países socios de la Argentina (Brasil, China, México). Ofensas que ponen al borde una ruptura diplomática permanente (Colombia, Chile, España) ¿por qué motivo no suena la campana?

Un retroceso hacia el abismo

Ver en primera fila del Luna Park, una pléyade de figuras con más antecedentes dudosos que títulos apócrifos en solapa de libro de Milei, aumenta la irritabilidad. Y por alguna circunstancia inimaginable,  personajes inescrupulosos por sus condiciones actuales e históricas, regresan: amnesia persistente (Carlos "Zapatilla" Ruckauf) adulación a la mentira y desprecio a las aritméticas (Milei, Adorni y el gabinete) celebración impúdica por la ridiculez (Daniel Scioli, zurdo involuntario e inexorable) promotor de premios Nobel

¿Podremos levantarnos nuevamente?

Considerar la breve exposición de Jorge Marrale como indicio de que no todo está librado al azar, otorga algo de oxígeno. Pero no bien estamos recuperando fuerzas, el secretario de Culto de la Nación, Francisco Sánchez, se pronuncia en contra del divorcio, un tema que desapareció de las agendas más retrógradas desde hace décadas, y se entrecorta la respiración. 

Un combate desigual, a las piñas contra la cultura.

Todavía es una esfera, pero en cualquier momento la aplastan

Las descalificaciones hacia las Universidades Públicas, el desguace del CONICET, la interrupción de la construcción del reactor nuclear Carem (integralmente argentino). La nominación a Secretaria de Ciencia en favor de la diputada Lemoine. La cancelación de entes y de institutos, organismos con trabajos premiados y elogiada trayectoria, disuelven la cultura soberana y achatan la elevación intelectual, científica, tecnológica, artística, deportiva y cultural que hacen de la Argentina un gran país. Gran país, no el mejor del mundo, ni primera potencia mundial, como suele decir el presidente, malversando a la propia historia.  

Un combate desigual, a las piñas contra la cultura.

Cómo evitar la lona

La defensa que ofrecieron Jorge Marrale y el director de la multisectorial audiovisual Guillermo Tello, no son para ganar por knockout el combate y quizá hasta se pueda perder por puntos. El máximo poder hoy reside en Javier Milei,  quien comparte con Jorge Marrale sólo las iniciales. Pero para evitar perder, para impedir perder la historia y también el futuro, se requiere de mayor y mejor entrenamiento, de constancia y coherencia. 

Con la guardia baja

La crisis que está soportando la mayoría del Pueblo se torna inaguantable. Es necesario que, en el otro rincón, asuman su rol quienes tienen condiciones de dar pelea y lo hagan con la sensibilidad indispensable y el coraje que suficiente. Afuera del Luna Park hay muchas y muchos esperando.

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