El nacimiento de un político lúcido y vehemente: 105 años de John William Cooke
Hoy se cumplen 105 años del natalicio de John William Cooke, el joven al que Perón designó como su sucesor
Hace 105 años, nació un político lúcido y vehemente: John William Cooke, a quien hoy se lo extraña más que nunca
Mientras la actualidad nos satura con insultos e ideas retrógradas desde la cúspide del poder Institucional, cuando la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner soporta una sentencia, amañada y forzada, que desnuda el desprecio por la auténtica independencia de poderes, pocos, casi nadie, recuerda a una de las figuras más brillantes de la política vernácula del Siglo XX: El Bebe, ó "El gordo Cooke", un insolente intelectual que le puso el cuerpo a sus convicciones
ADN político, abogado, radical, joven, temperamental
Como él mismo decía, ser joven en la década infame, tenía como exigencia ser radical. Se recibió de abogado en la Universidad Nacional de La Plata. John William era hijo de Juan Isaac Cooke, un político de reconocida estatura intelectual, uno de los fundadores de la Unión Cívica Radical Junta Renovadora, una de las tantas escisiones del Partido de Alem, que apoyó la candidatura de Perón. El padre del "Gordo" había sido diplomático en varios períodos, aliado de Yrigoyen y luego embajador de Argentina en Brasil, en el primer gobierno de Perón, en donde logró una gestión meritoria de acercamiento entre ambos países, tiempos de Eurico Gaspar Dutra dirigiendo los destinos del gigante de Sudamérica
Tiempos de paz, o casi
El Bebe Cooke fue Diputado electo con apenas 25 años. De gran oratoria, estudioso y con gran sensibilidad social. El final de la Segunda Gran Guerra cambiaba el foco de los debates. Lo que antes era la antinomia "Aliados versus Eje" se traducía en "Occidente versus Este" , pero estas opciones no satisfacían las aspiraciones políticas de quienes interpretaban que la Soberanía Nacional era el destino a recuperar. La tercera posición cobraba carnadura en las ideas rectoras del nuevo fenómeno que abrazó a los distintos sectores de la Argentina. Cooke presidió la Cámara de Diputados y tuvo un rol fundamental en la concepción de la Nueva Constitución Nacional, sancionada en 1949
Cuando defender el honor podía costar la vida
La voz del Poder Ejecutivo en la Cámara Baja fue John William Cooke. En 1950 en un discurso memorable argumentó el porqué del cierre del Diario La Prensa, de los Gainza Paz. Los incansables brazos de los poderes concentrados y de los embajadores discretos del imperialismo, no son recientes, las noticias falsas, tampoco. La contundencia de aquella defensa del sistema democrático y de la autonomía de la Argentina, le valió el repudio del sector de la banca radical liderada por Arturo Frondizi. En esa ocasión, el posterior fundador de la UCR Intransigente y futuro Presidente, Frondizi, respondió a la justificación de Cooke, elogiando su verba y aportes intelectuales, pero aludiendo a que su discurso era la manifestación más elocuente de "La Implacable fe de los conversos", hecho que enardeció a Cooke. Cooke antes había preguntado si era posible que alguien que honrara a Yrigoyen podría haber apoyado a la "Unión Democrática" que protegía los intereses del imperialismo estadounidense. Sostenía Cooke que no era él quien había abandonado las ideas germinales del radicalismo sino que el radicalismo era quien había mudado de ideas. La cuestión es que Cooke pretendió disculpas de Frondizi, algo que no ocurrió. Esto motivó que Cooke desafiara a Frondizi para batirse a duelo. Algo que ocurrió en Junio de 1950, sin que ninguno de ambos saliera lastimado, pero con la posibilidad concreta de morir de un disparo
Persecución, resistencia y supervivencia
A partir del 16 de septiembre de 1955, cuando los militares insurrectos -Lonardi, Rojas, Aramburu, principalmente- asaltaron el poder institucional, la vida de los peronistas corría riesgo. No sería fácil y mucho menos, libre. Cooke, como tantos otros, fue detenido con las mismas excusas que tantas veces se usaron para perseguir políticamente a los adversarios, pero principalmente a peronistas y nacionalistas de otras fuerzas. Cooke se dispuso y organizó la resistencia peronista y lideró el Comando Nacional del Partido Peronista. En octubre fue aprehendido y llevado a varias cárceles. Peor la suerte de aquellos que en Junio de 1956 se dispusieron a retomar el país. El General Juan José Valle, otros 17 militares y 14 civiles fueron acribillados
Una postal humana del peronismo
En 1956, coincidieron en el penal de Río Gallegos, capital de Santa Cruz, varios personajes del peronismo, de distintas vertientes. John William Cooke, quien expresaba una concepción revolucionaria del Peronismo; Jorge Antonio, empresario, amigo personal de Perón, representante en Argentina de Mercedes Benz; Héctor J. Cámpora, hombre discreto, presidente de la Cámara de Diputados, a quien le imputaban hechos de corrupción tan inverosímiles como irrelevantes; José Espejo, ex secretario general de la CGT, de estrecha relación con Eva Perón, intransigente en sus convicciones, tanto que fue el mismo Perón quien procuró su reemplazo; Pedro Gomis, dirigente gremial de Petroleros y Guillermo Patricio Kelly, referente del nacionalismo, el único que no compartía simpatía por el peronismo, de los cinco. Una buena demostración del diverso mosaico que constituía el Peronismo, desde siempre. Tanto que Jorge Antonio tenía una relación pésima con Cámpora (a quien lo trataba como un purista y timorato) y otro tanto entre los dos sindicalistas, de escasa relación entre sí y de posiciones disímiles frente al liderazgo.
Fuga épica
En 1957 , precisamente el 17 de marzo, desde el penal de Río Gallegos, los recursos económicos y contactos del empresario Jorge Antonio, los vínculos políticos de Cooke desde la clandestinidad y las relaciones políticas con otros sectores, permitieron que los cinco mencionados, se dieran a la fuga con algo de espectacularidad y con decisión temeraria. Un plan urdido por Jorge Antonio y la colaboración de varios peronistas, entre ellos un médico, un agente penitenciario y una obstetra, gestaron la huida. Vestimentas de trabajadores de frigoríficos, un vehículo (Ford 1956) que debieron empujar durante 7 kilómetros, el implacable viento patagónico, el frio insoportable y la proximidad con la localidad chilena Punta Arenas, fueron los elementos que permitieron esta fuga y posterior exilio en Chile, que presidía Ibañez, viejo amigo de Perón
Designación conmovedora
Durante su presidio en la Unidad XV de Río Gallegos, John William Cooke, quien mantenía un nutrido intercambio epistolar también con el líder en el exilio, recibió una carta que concluía con el texto que describimos aquí:
Por la presente autorizo al compañero John William Cooke, actualmente preso por ser fiel a su causa y a nuestro Movimiento, para que asuma mi representación en todo acto o acción política. Su decisión será mi decisión, su palabra, mi palabra (...) En caso de fallecimiento, en él delego el mando.
Las vueltas de la vida y la política
Cooke quedó con la responsabilidad de unir a las diferentes agrupaciones peronistas, algo de enorme complejidad, y actuó como delegado personal de Perón en los asuntos más relevantes. Tal vez el más significativo fue que estuvo en la redacción y firma del Pacto entre Perón y Frondizi en 1958 de los 14 puntos acordados para que el General Perón ordenara a sus leales apoyar la fórmula de la UCR Intransigente que disputaba la presidencia con la UCR del Pueblo. Pacto incumplido que, luego del triunfo de Frondizi, en junio de 1959, el peronismo publicó para exhibir la adulteración del acuerdo, cuestión que restó el apoyo, principalmente motorizado por la política petrolera del incipiente "Desarrollismo". Aquél duelo sin consecuencias, volvió a la memoria de ambos contrincantes
Tiempos de revolución
John William Cooke, de regreso a la Argentina en 1958, alternaba docencia con acción política. Desde temprano su concepción de la política antimperialista y contraria a las estructuras de la burguesía extra nacional, lo acercaron a una idea más próxima a las revoluciones nacionales, emancipaciones con fuerte adherencia al ideario socialista, algo que contribuyó para que la Doctrina Justicialista contemplara desde su esencia al hombre como protagonista inexorablemente social, en contra de una visión supra individualista y fundada en las ideas del protestantismo. Sus diferencias con los sectores más conservadores, fue ostensible desde el comienzo. Su distanciamiento con Apold, otro de los artífices del fenómeno peronista ,fue notorio. Tampoco gozaba de la simpatía de Eva, principalmente por la prédica anticlerical de Cooke.
Aquellos barbudos del '53
El Bebe Cooke siguió de cerca la evolución de la Revolución Cubana, iniciada en 1953 y que logró su embestida victoriosa a finales de 1958. Encontraba muchos puntos de coincidencias, principalmente en la posición anti imperialista, tanto en franca oposición con la corona británica como con el nuevo patrón occidental, Estados Unidos. Solía hacer un parangón entre los principios que sostenía Fidel Castro y los orígenes del peronismo, y solía explicar con gran lucidez el involucramiento del Pueblo en la acción política, bien distinta que la concepción burocrática del comunismo de entonces. Intentó que Perón cambiara su exilio de Madrid por la Habana, sin éxito. Viajaba frecuentemente a la isla caribeña y fue el artífice de una relación epistolar entre Perón y el Che Guevara.
Inspiración intelectual
Cooke formó pareja con la periodista y escritora Alicia Eguren, quien también sufrió cárcel y tortura después del golpe de 1955. Alicia Eguren reemplazó a Cooke en su función como delegada organizadora del peronismo y luchó junto al Che Guevara, entre otras acciones directas. Eguren y Cooke conformaron la pareja más emblemática del peronismo revolucionario de principio de la década de 1960. Perón había confiado en ambos por igual. El Bebe y Alicia conformaron en 1963 la Acción Revolucionaria Peronista
Las contribuciones al Movimiento
En "Apuntes para la Militancia", Cooke advierte sobre la necesaria actualización de las tácticas y la implementación de modelos estratégicos afines a la defensa de la Soberanía del Pueblo, impidiendo la confusión que desde la dirigencia suele impartirse, por anclaje conservador o peor, por connivencia contra los adversarios, que siempre les son útiles a los poderes centrales. Cita también en ese documento el perjuicio de enamorarse de categorías estáticas -algo que sería conveniente revisar en el panorama político de hoy- y propone la revisión sensata sobre los acontecimientos independentistas que destacan a la Historia nacional. Así comienza ese documento:
Contar con una información adecuada no es sólo un derecho que la masa peronista se ha ganado en sufridos años de lucha, sino también condición esencial para cumplir su misión histórica de liberar nuestra patria de la explotación nacional e internacional. Sin embargo, desde las estructuras dirigentes del movimiento únicamente le llegan trivialidades que nada agregan salvo confusión.
Divergencias y coincidencias entre grandes
Cooke había vivido gran parte de los últimos tres años en Cuba. La profusa comunicación con Perón develaba su fuerte convicción de que el Peronismo necesitaba intensificar su consciencia revolucionaria, pero contrariamente a lo que luego algunos malintencionados quisieron hacer aparecer, Cooke le debió lealtad a Perón hasta los días de su prematura muerte. Sin dudas, John William Cooke, intérprete de Gramsci, entendía al Movimiento como el auténtico portador del germen revolucionario socialista, y así se lo hacía saber a Perón, que no rehusaba del rol que debía encarnar el Movimiento en esos tiempos tumultuosos en el terreno nacional, y convulsionados en el orden mundial
Informe a las bases
Un aporte de gran valía fue su texto "Informe a las bases", de 1966. De ese informe se desprendieron luego al menos tres vertientes de análisis, los tres convergen en reconocer a Cooke como el impulsor de una revolución con características, tácticas y estrategias absolutamente genuinas, y por consecuencia, indiscutiblemente de base peronista. La participación de obreros urbanos en la lucha y toma de poder, el protagonismo de sectores no marxistas, la confluencia de las facciones de la Iglesia Católica ligadas al apego de sus bases solidarias y combativas, sincretizadas en la consecución de aquél Movimiento parido el 17 de octubre de 1945
El Peronismo es el hecho maldito de la política del país burgués
El ultimo trabajo de John William Cooke fue "La Revolución y el Peronismo". En esa publicación es adonde aparece la síntesis de su visión "El Peronismo es el hecho maldito de la política del país burgués" que no lo toma desde la filosofía marxista clásica, tal como algunos hicieron aparecerla, sino del proceso que el peronismo como "partido" había adoptado en el último golpe de aquellos años, a Illia. Algo que podría encajar también en una lectura actual. El Peronismo, una filosofía que apunta a la acción política, para mejorar las condiciones del Pueblo y de su lugar en el Mundo, no tiene la potestad de abandonar sus propósitos confundiendo el apoyo popular con una carta que da licencias para continuar con una burocracia partidocrática que en nada se diferencia de las prácticas abusivas de los dueños del capital
Ernesto Goldar resume el aporte que John William Cooke impregnó en la política nacional de esta manera: "ha creado una tendencia dentro del peronismo, :antiburocrática, socialista, profundamente nacional y hermana de todos los expoliados del mundo"
A los 49 años, sin que pudiera consagrar uno de sus sueños, murió afectado por cáncer en el Hospital de Clínicas, en la ciudad de Buenos Aires, el 19 de septiembre de 1968. Alicia Eguren, su compañera de lucha, fue secuestrada y desaparecida en 1977, por la otra, la más cruenta dictadura, esa que ojalá haya sido la última, en todas sus formas