Las diferencias que separan a Mendoza de San Juan son ostensibles
Mientras en Mendoza el debate sobre minería lleva décadas, y los mismos que hoy la impulsan fueron férreos opositores cuando no estaban comandando la gestión, en San Juan no tuvo el mismo espacio la disidencia ambiental. Las rivalidades no son nuevas y algunos asuntos puntuales los ponen en relieve cada tanto.
Ambas provincias se destacan históricamente por las extensiones de vides y la producción de vinos, actividad industrial en la que Mendoza y San Juan son y han sido pioneras y líderes, a pesar de las diferencias de tamaño en favor de Mendoza. Asimismo, en ninguna de ambas es la principal actividad en términos de negocios y porcentajes en el PGB de cada una.
El desarrollo de la actividad minera en San Juan le lleva años de ventaja a Mendoza aunque también comparten ricas proporciones de la Cordillera de Los Andes, macizo que esconde materiales cada vez más requeridos.
Presentación rimbombante
Entre los muchos emprendimientos mineros de San Juan, en el Norte, en el departamento de Jáchal se encuentra el yacimiento Gualcamayo. Este complejo de donde se extrae oro, era propiedad de Mineros Sociedad Anónima, compañía de capitales colombianos. Ya no. Desde hace algunos meses, la mina Gualcamayo es de la estadounidense Eris LLC en asocio con una empresa que no cuenta con antecedentes fáciles de detectar: AISA Group.
Esta sociedad anónima se presentó en sociedad con un despliegue no muy habitual en la industria, pero exhibía como principal credencial que en la conducción del Proyecto Gualcamayo estaría uno de los hombres más consultados en Argentina cuando hay que hablar de exploración, procesos intermedios, explotación y todo lo que concierne a la actividad minera, nos referimos a Ricardo Martinez.
No todo lo que brilla
Un par de semanas atrás, sorprendió la noticia que hizo circular el propio Ricardo Martinez, en la que explicaba que no estaría en esa función en la renovada propuesta de Gualcamayo. Llama la atención, principalmente porque el titular del emprendimiento y accionista principal de AISA Group es un personaje que tanto en Mendoza como en San Juan, ha alentado intrigas.
Ricardo Martinez no estaría en la renovada propuesta de Gualcamayo.
El español Juan José Retamero es un ignoto empresario que irrumpió en la escena cuyana, tras situaciones judiciales. Como titular de la empresa radicada en Europa Iberte, avanzó con acciones contra ex socios y clientes. En la justicia de Mendoza ganó un pleito que obliga a las empresas Jugos Australes S.A; EcoGreen Internacional LLC y a un bodeguero del Este mendocino pagar una cifra que rondan los 16 millones de dólares.
Y ganó fama porque mantiene un litigio amplio contra la asociación más emblemática de la vitivinicultura de Mendoza y de Argentina, la Federación de Cooperativas que reúne a 5.000 productores, bajo el formato más ecuánime que se conozca. El pleito con FECOVITA no ha concluido y algunos analistas aseguran que no será tan expres la resolución como lo fue contra la empresa del Este. FECOVITA es el principal actor en elaboración de vinos del país y el conflicto tiene demasiadas aristas, algunas bastante grises.
Lo que replicamos y podemos ver, se trata de que en un programa especial en la televisión abierta de San Juan, precisamente en Canal 5, nuevamente Juan José Retamero es aludido. Se pone en duda la capacidad operativa de la empresa AISA Group y la obtención del RIGI, que el propio empresario español aseguró obtendría.
Con sarcasmo desde el sector minero hicieron trascender que, sin Ricardo Martinez y con estos nuevos propietarios, el yacimiento debería alterar mínimamente su nombre, y en vez de ser Gualcamayo (cuya etimología originaria remite a piedras preciosas) y pasaría a llamarse guacamayo, en alusión a ese ave, loro de grandes dimensiones, muy colorido y que habla demasiado.








