Milei cierra dos organismos claves de la agricultura familiar
El gobierno de Javier Milei decidió cerrar dos organismo públicos con competencia nacional: el Instituto de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena; y el Consejo Nacional de Agricultura Familiar. Peligran 900 puestos de trabajo.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, adelantó en su habitual conferencia de prensa que el gobierno de Milei decidió cerrar el Instituto de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena, y el Consejo Nacional de Agricultura Familiar.
El cierre de estos organismos públicos se suma a los anteriores desmantelamiento por parte de Milei como la TV Pública, Radio Nacional y el Conicet además de la Agencia Nacional de Noticias Télam y el cierre definitivo del INADI.
Cuáles son los motivos de cierre de estos organismos por parte del gobierno de Milei
El vocero presidencial explicó que el organismo se convertirá en una secretaría y que se eliminarán 900 puestos de trabajo, argumentando que estas medidas buscan optimizar la estructura del Estado y reducir costos, en un contexto en el que se prioriza la eficiencia y la adecuación de recursos.
Esto es:
"Luego de una revisión de datos calamitosos, profundamente desoladores, este Instituto y el Consejo tenían 964 empleados; se va a transformar en una dirección en a que quedarán 64 empleados. Se van a reducir 900 puestos de no trabajo. Esto va a significar un ahorro de 9.000 millones de pesos".
"Tenía 160 delegaciones, dos sedes, una en Catamarca y otra en Santiago del Estero, y uno de cada tres empleados eran delegados. Tenían 204 vehículos y el 85% del presupuesto se dedicaba a pagar sueldos, casi una agencia de empleo político".
"Se transferían fondos discrecionales y actuaban organizaciones sociales y municipios. La ineficiencia de este organismo se refleja en que todavía no hemos recibido reclamos de productores ni trabajadores del campo".
El Instituto de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena fue creado por decreto (729/2022) durante la gestión de Alberto Fernández. Era un ente descentralizado que estaba a cargo de Miguel Gómez, un dirigente del Movimiento Evita cercano a Emilio Pérsico.
El instituto se ocupa del diseño de políticas para los agricultores familiares, que no entran en la categoría de pequeños productores y no tienen escala si no se asume la producción colectiva.
