Volver a forjar la Nación: Martín Ayerbe y el sueño de industrializar la Argentina soberana
Ellos caminaron las rutas del interior, conversaron con los obreros, aprendieron a medir el mapa desde el monte y la fábrica. Ellos -nosotros- saben que la Argentina está herida, que el país fue esquilmado, que la soberanía se perdió. Martín Ayerbe propone un retorno a la Tercera Posición, la industria nacional y el sueño de la Patria Grande.
Martín Ayerbe reúne esa experiencia: metalúrgico, cristiano, justicialista, militante del Movimiento de Liberación Nacional (Argentina) (MLN), y hoy candidato a senador provincial por la Primera Sección de Buenos Aires. Su proyecto: reindustrializar, generar trabajo, defender lo propio, poblar el Sur, decir basta al "inglés" y al "yanqui" que históricamente saqueó nuestros recursos. Basado en el peronismo de la Tercera Posición, su propuesta articula nacionalismo, industrialismo y federalismo. En este texto recorren su origen, su doctrina, sus promesas y lo que esperan para el país.
Desde el crisol del metalúrgico militante hasta su proyección como candidato bonaerense, Martín Ayerbe propone un retorno a la Tercera Posición, la industria nacional y el sueño de la Patria Grande para redescubrir lo propio frente al dominio externo.
Orígenes y trayectoria de vida
Martín Ayerbe se presenta como "argentino, cristiano, justicialista, metalúrgico". Militante del MLN, se lo vio recorrer pueblos, dialogar con obreros, con trabajadores de la industria pesada, abonando una conciencia federal que para él es imprescindible. En sus palabras:
El desempleo no es un error o falta de ingenio de los gobiernos de turno, sino una herramienta de sometimiento imperialista.
Este bagaje le permite presentarse no como político tradicional sino como actor inserto en la producción, en la fábrica, en el compromiso del trabajo. Tiene un pie en la tradición peronista -la del ascenso social, la justicia social- y otro en la urgencia de recuperar el protagonismo nacional perdido.
Recientemente fue presentado como candidato a senador provincial por la alianza Es con Vos, Es con Nosotros para la Primera Sección Electoral bonaerense.
Ese lugar -la primera sección que concentra gran parte del Conurbano- lo convierte en un aspirante con vocación popular, con mirada sobre el mundo del trabajo, la industria, lo periférico.
Doctrina: Tercera Posición, soberanía y "lo propio"
En su discurso, Ayerbe abraza sin ambages los pilares de la Tercera Posición: ni subyugación al capitalismo mundial anglosajón, ni retorno acrítico al socialismo sovietizado, sino una vía nacionalista-popular que articula trabajo, industria y soberanía. En uno de sus pronunciamientos afirma que "la Argentina tiene que impulsar su industria de acuerdo a las necesidades de la Nación y al contexto ambiental".
También critica al presidente Javier Milei, diciendo que "Milei juró lealtad a otras banderas" y que "no basta con poseer un DNI para ser argentino. Tiene que ver con respetar a la Patria".
Ese núcleo ideológico -el rescate de lo propio, la industria nacional, la soberanía económica- se articula con una mirada anti-imperialista que pone en el "extranjero", en el "inglés" o en los "yanquis" como los tradicionales opresores de nuestras riquezas. Aunque no siempre formula esos términos literalmente, su retórica remite a la historia de dependencia: "el modelo desindustrializador" lo llama.
En esa clave, la memoria peronista encuentra un actor moderno: Ayerbe nos dice "volver a forjar", "recuperar", "no dejarnos avasallar".
Promesas concretas: industria, trabajo, sur y nación
Las promesas de Ayerbe son de gran calado: buscan articular lo estratégico con lo territorial. Algunas de las propuestas más destacadas:
• Recuperar el "Estado empresario": reivindicar la función pública empresarial del Estado como generador de trabajo. Ayerbe declaró que "Gobernar es crear trabajo".
• Plan de industrialización nacional: Ayerbe presentó un plan para generar 5 millones de puestos de trabajo mediante la reactivación de empresas estatales como Fabricaciones Militares, Astilleros y Fábricas Navales del Estado, con 500.000 empleos directos, 1,5 millones en pymes proveedoras y otros 3 millones en la comunidad.
• Denuncia de la falta de política industrial: En la provincia de Buenos Aires Ayerbe afirmó que "no hay política industrial, sólo actos escolares y cosas infantiles".
• Federalismo y poblamiento del sur: Si bien no he encontrado aún la cita exacta del "duplicar de 2,5 a 5 millones" de población en el sur, su discurso remite a la idea de descongestionar las grandes ciudades, poblar el sur, generar desarrollo regional, valorar el criollo frente al extranjero. (Sería conveniente hallar la fuente exacta).
• Recuperación de soberanía marítima, comercio exterior, banca nacional: En una de sus entrevistas dijo: "vamos a explicar cómo crear cinco millones de puestos de trabajo para los argentinos, cómo vamos a recuperar la soberanía a través de la nacionalización del comercio exterior y de la banca, a través del desarrollo industrial en todas las actividades."
• Crítica al bipartidismo y a la resignación ciudadana: Ayerbe sostiene que "el pueblo argentino se siente estafado por oficialismo y oposición".
Nuestros valores: el criollo, lo nacional, la Patria Grande
En su retórica aparece como paradigma el criollo, el obrero nacional, el pueblo argentino que trabaja, produce, defiende lo suyo. Ayerbe dialoga con la historia del peronismo, con lo que significó la Justicia Social, el Trabajo, la Dignidad.
La noción de "Patria Grande" latinoamericana también se filtra: recuperamos para nuestros pueblos la idea de una América Latina unida, soberana, que no se pliegue al imperio inglés ni al poder norteamericano. En esa línea, la alusión al "inglés" y al "yanqui" aparece no solo como metáfora sino como advertencia política: el dominio externo que nos empobreció.
Se trata de un peronismo que no mira solo al 17 de octubre, sino al 9 de julio, al 25 de mayo, al criollo que resistió. Y Ayerbe se presenta como continuador de esa línea, pero con mirada actual: industria, soberanía, trabajo, federalismo.
¿Qué se viene? Elección, distrito, y hoja de ruta
Según las fuentes, Ayerbe fue presentado como candidato a senador provincial por la Primera Sección Electoral de la provincia de Buenos Aires, a través de la alianza "Es con Vos, Es con Nosotros".
Ese distrito comprende una parte importante del Conurbano bonaerense -lo que implica grandes desafíos y potenciales: en términos de movilización, en términos de representación cultural, en términos de propuestas de trabajo e industria.
Para las elecciones, su plataforma orgánica incluye los ejes ya señalados: industria nacional a gran escala, trabajo para millones, poblamiento regional, defensa de lo propio.
Su hoja de ruta:
• Presentar proyectos legislativos que permitan reactivar empresas estatales, promover la producción nacional, crear empleo.
• Impulsar políticas de soberanía: banca nacional, comercio exterior, industria naval, autopartes, fábricas.
• Fomentar la conciencia federal: que el sur se desarrolle, que el interior deje de ser periferia, que las grandes ciudades no concentren todo.
• Recuperar el rol del Estado como actor activo, no solo regulador: "recuperar el Estado empresario".
• Culturalmente: fortalecer la identidad nacional, el trabajo digno, la dignidad del hombre argentino trabajador, replantear la subordinación a potencias externas.
Algunas citas textuales
• "El desempleo no es un error o falta de ingenio de los gobiernos de turno, sino una herramienta de sometimiento imperialista."
• "Hay que volver a la comunidad organizada."
• "En la provincia no hay política industrial, sólo actos escolares y cosas infantiles."
• "Voy a explicar cómo crear cinco millones de puestos de trabajo para los argentinos, cómo vamos a recuperar la soberanía a través de la nacionalización del comercio exterior y de la banca, a través del desarrollo industrial en todas las actividades."
Ellos han recorrido un camino que viene del peronismo clásico, de la industrialización sustitutiva, de la soberanía nacional. Martín Ayerbe encarna esa nostalgia, pero también una apuesta a lo nuevo: no basta con la palabra "industrialización" si no se traduce en trabajo real, si no se hace patente en las fábricas, en los astilleros, en los proveedores, en el sur.
Y aquí llega la tensión: ¿puede hoy un proyecto de este tipo concretarse en el escenario global, con producción robotizada, cadenas de valor internacionales, competencia feroz? ¿Cómo se articula lo local con lo global? Ayerbe lo plantea con crudeza: no solamente importamos fábricas, sino que somo productores. El extranjero no debe venir a saqueamos, sino a integrarse bajo términos justos.
También está el tema cultural: la figura del "criollo" se realza, y con ella la advertencia al extranjero -"inglés", "yanqui"- como símbolo de dominación. Esa apelación puede resonar en amplios sectores, pero también exige que se haga realidad una alternativa concreta, tangible, que vaya más allá del discurso.
Finalmente, su mirada federal -poblar el sur, descongestionar el conurbano, generar trabajo fuera de las metrópolis- es una apuesta que tiene atractivo simbólico y práctico, pero que requerirá inversiones, planificación, coordinación con la nación, las provincias, municipios. No será una tarea sencilla.
Martín Ayerbe propone algo más que una campaña electoral: propone una reconstrucción nacional, una recuperación de lo propio, un retorno a los trabajadores, a la industria, al federalismo, a la Patria Grande. Su doctrina bebe de la Tercera Posición, del peronismo histórico, del industrialismo nacional. Su promesa es fuerte: cinco millones de trabajos, reactivación de empresas estatales, soberanía, sur productivo.
Para quienes creemos que el país puede ser otra cosa, esta propuesta invita a reflexionar: ¿queremos seguir siendo periferia económica, laboratorio de otros? ¿O queremos convertirnos en protagonistas de nuestra historia, desde el obrero y la pampa hasta el astillero y el sur?
En su discurso, Ayerbe nos convoca a "recuperar los tesoros de los argentinos", a no resignarnos, a no dejar que la diferencia entre "criollo" y "extranjero" sea solo una frase hueca, sino un proyecto.
Este domingo, cuando vayan a votar en Buenos Aires, él estará ahí: candidato a senador por la Primera Sección. Y nosotros, que lo acompañamos o lo observamos, tenemos que preguntarnos: ¿lo acompañamos en ese sueño? ¿Cómo lo verificamos, cómo lo exigimos? Porque más allá de la nostalgia, la promesa exige trabajo, cohesión, compromiso.
Ellos -nosotros- tenemos por delante el desafío de no solo votar, sino vigilar que lo prometido se concrete, que la industria no quede en palabras, que el sur se pueble, que la soberanía se ejerza, que la Patria Grande deje de ser un mito y pase a ser práctica.






