OPINIÓN

La Gran Estafa

El autor, Martín Tula, señala cómo actúan medios, política y justicia, en una combinación donde cuesta distinguir los mecanismos de las distintas gestiones del gobierno nacional

Un gobierno de sistema Ponzi

El gobierno de Javier Milei está funcionando como un esquema Ponzi, y esto quedó demostrado con el último escándalo relacionado con la criptomoneda $LIBRA. El presidente utilizó su influencia en redes sociales, tanto a nivel nacional como mundial, para promocionar indirectamente la compra de esta moneda. Aunque no instó explícitamente a su adquisición, el impacto de sus publicaciones llevó a muchos seguidores a tomar esa decisión.

Por Martín Tula

Sostengo que esto fue una forma de publicidad encubierta porque es evidente que cuando una figura pública recomienda, consume o menciona un producto, sus seguidores tienden a imitarlo. Un ejemplo de este fenómeno ocurrió con la yerba mate en Estados Unidos el año pasado: la llegada de Lionel Messi y otros futbolistas argentinos, sumado a su constante exposición en redes sociales con un mate en mano, impulsó un crecimiento del 10% en el consumo de yerba, alcanzando un despacho de 44.019.308 kilos en 2024. La diferencia entre el presidente y el mejor futbolista de todos los tiempos es que Messi lo hace por gusto, mientras que Milei lo hizo con un claro beneficio propio o para favorecer a su entorno.

Promesas vacías y contradicciones

El gobierno de Milei se sostiene sobre promesas vacías que generan expectativas, pero que, en la práctica, solo benefician a las corporaciones y a los grandes grupos financieros. Mientras tanto, las clases medias y bajas siguen cargando con las consecuencias de un gobierno para pocos.

No es la primera vez que el presidente dice una cosa y hace otra. En 2022, durante una entrevista en Animales Sueltos, conducido por Alejandro Fantino, Milei afirmó que tenía en su celular mensajes de fondos extranjeros dispuestos a financiar la dolarización del país. Sin embargo, una vez en el poder, no sólo no avanzó con esta medida, sino que profundizó el ajuste. Algo similar ocurrió con el proyecto de Ficha Limpia: antes de ser presidente, prometía su implementación, pero luego presentó un proyecto propio que terminó retrasando su tratamiento, permitiendo así que Cristina Fernández de Kirchner conserve la posibilidad de competir en futuras elecciones.

Otro caso llamativo fue su postura con respecto a Ucrania. Durante su asunción, Milei abrazó efusivamente a Volodímir Zelenski y se comprometió a apoyar al país invadido por Rusia. En julio de 2024, el ministro de Defensa, Luis Petri, reafirmó esa postura, asegurando:

No podemos ser neutrales en estas circunstancias. Decidimos condenar la invasión de Rusia a Ucrania.

Sin embargo, el 24 de febrero de 2025, Argentina se abstuvo de votar a favor del retiro de las tropas rusas de Ucrania en la ONU. Esto plantea la pregunta: ¿El canciller Gerardo Werthein correrá la misma suerte que su antecesora, Diana Mondino por votar diferente a la opinión del ejecutivo, o tiene protección dentro del esquema de poder?.

El financiamiento y los medios de comunicación

Dos pilares fundamentales del gobierno de Milei son el financiamiento privado y el control de la opinión pública.

Sabemos que su figura comenzó a recibir apoyo económico en 2020, cuando Eduardo Eurnekian lo respaldó. Luego, surgieron denuncias sobre personas que compraban lugares en las listas electorales. Durante la campaña de 2023, estas irregularidades fueron expuestas en el programa de Viviana Canosa, donde el periodista Javier Lanari (hoy parte del gobierno de Milei) reveló cómo se negociaban candidaturas en la provincia de Buenos Aires. Incluso Juan Carlos Blumberg, en una entrevista con Facundo Pastor en Radio La Red, denunció que se pedían 50.000 dólares para ser candidato a concejal por La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires.

El manejo de los medios también es clave para sostener este modelo. A diferencia de otras épocas, hoy la manipulación es mucho más evidente. En los años '90, programas de entretenimiento como los de Susana Giménez mostraban una Argentina próspera, con grandes premios y espectáculos internacionales, por citar algún ejemplo. A su vez, Tiempo Nuevo y Hora Clave parecían oficinas de prensa del gobierno de Menem.

Cuando llegó la crisis de la Alianza, los medios operaron en sentido contrario: periodistas como Eduardo Feinmann y Antonio Laje pedían la renuncia del gobierno en el programa de Daniel Hadad donde todas las noches ponían sonido de helicópteros en vivo, mientras Marcelo Tinelli ridiculizaba a Fernando de la Rúa todas las noches. Con el kirchnerismo, la propaganda se hizo aún más directa con programas como 6,7,8 y la línea editorial de C5N.

Hoy, el periodismo militante sigue existiendo, pero dividido entre medios que defienden abiertamente a Milei y otros que critican sin concesiones. ¿Hay sobres de por medio? No puedo asegurarlo, pero la parcialidad de ciertos periodistas es, cuanto menos, asqueante.

La justicia y el entramado de poder

Uno de los puntos más preocupantes del gobierno de Milei es la relación con el Poder Judicial. La insistencia en nombrar a Ariel Lijo en la Corte Suprema es una prueba de ello. Este juez no solo tiene en sus manos causas vinculadas a Cristina Kirchner, sino también expedientes que involucran a María Eugenia Vidal y el escándalo de CoinX, una plataforma de inversión fraudulenta en cuya denuncia está involucrado el presidente.

Lo más perverso es cómo todo está conectado. El gobierno quiere que se investigue el caso $LIBRA para limpiar la imagen del presidente, pero la investigación está a cargo de Cúneo Libarona, su propio ministro de Justicia. Además, cuando el Senado tuvo la oportunidad de habilitar una comisión para investigar el escándalo, los legisladores oficialistas votaron en contra y parte de la oposición.

El caso llegó a la jueza María Servini de Cubría y al fiscal Eduardo Taiano. A simple vista, esto podría parecer una garantía de transparencia. Sin embargo, hay un dato clave: el hijo del fiscal, Federico Taiano, fue designado en agosto de 2024 como jefe de la "Unidad de Bienes Decomisados", un organismo creado especialmente para administrar los bienes que pasan al patrimonio del Estado tras decomisos judiciales.

Todo está diagramado para favorecer a un entramado de poder que protege a sus propios integrantes y a las grandes corporaciones. Mientras tanto, la clase trabajadora sigue pagando las consecuencias de estos gobiernos que nos venden falsas promesas.

Ayer fue "La Patria es el otro", hoy es "Viva la libertad, carajo".

¿Cuál será el próximo lema con el que intenten engañarnos?

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