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El gobierno de Mendoza destina $4000 millones para controlar tobilleras de presos

El Ministerio de Seguridad llamará a licitación pública para contratar el servicio de monitoreo, supervisión y rastreo electrónico de personas privadas de la libertad mediante pulsera o tobillera electrónica por los próximos dos años.

Mediante Boletín Oficial 1676 el Gobierno de la provincia de Mendoza publicó un decreto del Ministerio de Seguridad con el que se buscará contratar un nuevo servicio de monitoreo satelital de tobilleras electrónicas para personas privadas de la libertad.

El sistema debería estar apto para rastrear entre 50 y 300 dispositivos por mes durante las 24 horas. Para ello, se destinará un total $4.084.218.600, que equivalen a los 4.292.400 dólares en los que se valuó el presupuesto oficial, calculados a un dólar oficial de $951,50 (del Banco Nación al 31 de julio).

Más tobilleras

Con este nuevo servicio de monitoreo se aumentará un 150% la cantidad tobilleras electrónicas que dispone la provincia para presos que puedan acceder a esos beneficios.

Actualmente hay 120 pulseras, distribuidas en todo el territorio provincial; y en los próximos meses esperan ampliar el número a 300, según informaron desde el Servicio Penitenciario de Mendoza, que dirige Eduardo Orellana.

La licitación apunta a contratar "todo" el servicio; es decir, no sólo el software con el cual la Policía dentro del CEO 911 y el Servicio Penitenciario pueda monitorear a cada uno de los presos que accedan al beneficio de la detención domiciliaria; sino también a las propias pulseras y dispositivos que componen todo este sistema.

Cómo funcionan las tobilleras

Con este software se utilizan dos sistemas:

  • "E4

Un dispositivo (central) que se coloca en el domicilio, que está geolocalizado y emite una señal; mientras que la persona con el beneficio de detención domiciliaria tiene una tobillera que marca la distancia con el equipo central; y no puede separarse en un rango mayor que la distancia predefinida por el Servicio Penitenciario.

En caso que el preso se separe de ese rango, la ‘central' emite una alerta que va directo al 911; y desde allí se acciona con la Policía.

Del mismo modo, en caso que alguien de los que está en esa vivienda mueve la central de lugar, también se emite la misma alerta.

La central va fija y está prohibido moverla. Cualquier cambio llega a la Policía, todos los dispositivos están geolocalizados.

  • "Pulsera GPS"

No tiene una "central" y también está geolocalizada, emite pulsos y también alertas al 911 cuando se separa del rango limitado por la Penitenciaría.

En estos casos, mayoritariamente se coloca estas pulseras GPS para aquellos internos que tienen el beneficio de "semilibertad", es decir, que también pueden salir de su vivienda, por ejemplo, para trabajar.

Estas pulseras emiten señales de forma permanente y se les establecen ‘puntos' o lugares en el mapa donde pueden ir, como por ejemplo el trabajo. Pero si la tobillera se aleja de esos parámetros, llega la señal a la Policía.

Tanto las E4 como las GPS son "resistentes", pero en el caso que las destruyan, también se generará una alerta; mientras que además, "sólo se pagará el sistema para cada pulsera que sea utilizada".





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