INVESTIGACIÓN SOCIAL

Argentina y sus apariencias, comparaciones inevitables con el 2001

Algunos trabajos de investigación social revelan la imagen de políticos, la visión frente a temas como la economía, la seguridad y la política, y arrojan números contundentes

Actualidad política, social y económica de la Argentina, en números, según el pensar y sentir ciudadanos

El trabajo "Argentina: Panorama político, social y económico" de la Consultora Imagen y Gestión Política echa luz a la percepción que tiene la población mayor de 16 años sobre aspectos cotidianos, imagen, presente y perspectivas. Cruzar indicadores duros con la sensación individual, puede llevar a la confusión, y comparar algunos de esos datos de hoy con lo que vivía Argentina durante los primeros meses del gobierno de De La Rúa, quizá vuelva a orientar la mirada.

Argentina y sus apariencias, comparaciones inevitables con el 2001

Precoz final de la luna de miel

Menos de 9 meses desde que asumió La Libertad Avanza el comando del Poder Ejecutivo Nacional y el resultado da que son más quienes consideran que la gestión defecciona, en vez de acertar. El 44,5% la considera negativa frente al 40,8% que le otorga su aprobación. El estudio en cuestión alcanza a todas las provincias y a la Ciudad de Buenos Aires.

Obstinada esperanza

La esperanza, como sustantivo abstracto, es evaluada de distintas formas. Abundan ejemplos. Mientras que para San Agustín, el Doctor de la Iglesia, tiene un significado digno y virtuoso, para Nietzsche, "la esperanza es el peor de los males, pues prolonga el tormento de los hombres". En la Argentina, el peso que tiene este sustantivo es vital y decisorio. La esperanza puede consolidar un modelo que trae sufrimiento y evita reacciones frente a medidas que lesionan el tejido social.

Ya va a mejorar

Sin dudas la esperanza es un elemento útil para no desfallecer y sentirse abatido, es la -necesaria- idea de que el futuro será más indulgente que la dureza que provee la crisis, pero desconcierta a la hora de cotejar lo que se está experimentando con lo que se admite y tolera. Mientras que la economía erosiona la calidad de vida cotidiana, y la cifra de pobres en Argentina supera los peores índices conocidos, casi el 40% de la población, considera que en seis meses, todo estará mejor.

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Personal y colectiva

Toda cuenta que quisiéramos deducir nos induciría a error. Los indicadores sobre la situación personal marcan un deterioro persistente y profundo, y la percepción que refleja este trabajo también indica que al País le va igual de mal que a los individuos, sin embargo, la idea sobre el futuro (esperanza) ayuda a consolidar al partido del Gobierno.

Odiosas comparaciones

A poco más de 8 meses de gestión, podemos encontrar sólo algunas similitudes con el gobierno de La Alianza que llevó al tándem Fernando de La Rúa - Chacho Álvarez al gobierno en 1999. Además de los nombres que recorren gabinetes preeminentes, como en el caso de Bullrich y Sturzenegger, la sombra de Cavallo y la demonización sobre el "peronismo" como el fenómeno responsable de todos los males, hay otros que deberían mantener a la sociedad despierta. Las desesperadas gestiones por conseguir divisas ante organismo internacionales, multilaterales y no, y los camiones de caudales haciendo la ruta: bóvedas del Banco Central de la República Argentina - Aeropuerto Internacional de Ezeiza, evocan el paisaje argentina previo al 2001, estallido que llevó al País al borde de la disolución.

Encuentra las 7 diferencias

Las diferencias son ostensibles. De La Rúa ganó en primera vuelta y era un personaje archi conocido en la función pública. Tenía un recorrido político en todos los cargos electivos y respondía al partido más antiguo de la Argentina. Carecía de todo tipo de "carisma", era sobrio, discreto e indeciso. La comunicación de campaña fue efectiva y profesional, aunque solía descolocarlo por la ausencia de dotes histriónicos y se lo notaba forzado en cada publicidad que protagonizaba.

Cómo se construye una demolición

Aunque suene como oxímoron, el gobierno de la Alianza supo en muy poco tiempo dilapidar el consenso que obtuvo en las elecciones. De La Rúa imprimió intriga desde que ganó hasta que tomó juramento. Se demoró mucho más de lo deseable en la conformación de su gabinete y algunos nombramientos despertaron incomodidad en su compañero de fórmula, Chacho Álvarez, líder del FREPASO. Apegarse a cumplir con la promesa de campaña de mantener la convertibilidad 1 peso 1 dolar, que contradecía un programa de gobierno de ortodoxia liberal, y que no consiguió mejorar ninguno de los índices, sino por el contrario, fue el primer paso en falso. La contención de la inflación a fuerza de una recesión asfixiante y la incapacidad crediticia hicieron lo suyo, la ausencia concreta de un Plan Político (no meramente electoral) quedó al desnudo.

La fragilidad de la memoria y la malversación de la historia

Siempre las dificultades económicas prevalecen sobre el resto de las políticas, pero no son sólo esas. El gobierno de De La Rúa se desmoronó desde que salió a la luz que hubo "coimas" en el Senado para que aprobaran la Ley de Reforma Laboral. Sí, Reforma inclusive menos radical que la que acaban de aprobar en el Congreso, ahora. Eso precipitó la renuncia del Vicepresidente, antesala de lo que se vendría. El "ajuste" para alcanzar bajar el déficit, se implementó velozmente de parte de Patricia Bullrich, recortando haberes en jubilaciones y en sueldos de empleados públicos. El fugaz paso de López Murphy fue una especie de "trotyl" para la gestión de gobierno cuando quiso desfinanciar a la educación y recortar presupuestos de la universidades ¿le suena?.

Argentina en tiempos digitales

Establecer una comparación numérica de este 2024 con el 2000, asusta. Todos los indicadores son peores, todos. Los niveles de pobreza; de indigencia; de inseguridad y de inflación. Y al borde de empatar en desocupación. Sin embargo, la crispación e irritabilidad social, hoy, se dispersa hacia otros territorios y acontecimientos, quizás ahí está la clave del gobierno para incentivar "la esperanza".

Mire para allá

Aunque la estrategia no es nueva, es innegable que esta vez es eficiente. Submarinos y ovnis se usaron como distractores en la época de Frondizi - Alsogaray; los bolsos de López (aunque con billetes de Calcaterra) y la "rosadita" en la gestión Macri y hoy, desde las redes sociales, no sin el apoyo de los conglomerados de medios, prefieren algo más shakespeareano, aunque de dudosa calidad narrativa. Florez y Yuyito; la Venezuela dictatorial; el inconcluso caso del chiquito Loan; la exhibición hasta el hartazgo de la (presunta) violencia del ex presidente Alberto Fernández contra su ex pareja Fabiola Yañez, y el oro que parte a Londres sin pasaporte ni explicaciones.

Al borde del Club del Trueque

En este trabajo de indagación de la Consultora de Imagen y Gestión Política preguntaron sobre la retracción en los consumos, y la cifra más elevada se da en la reducción en compras de artículos de primera necesidad (37%) en coincidencia con la estrepitosa caída en las ventas minoristas de dos insumos alimenticios típicamente argentinos: leche y carne vacuna. Le sigue prendas de vestir y calzado.

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¿Que se vayan quienes?

En las vísperas del 2001, la atmósfera en la sociedad era de repudio hacia todo el arco político. Sin demasiadas distinciones, radicales, frepasistas, peronistas, socialistas, liberales, se organizaron para aquellas elecciones, y compitieron.  Aparecieron en las urnas personajes de ficción y hasta papeles con heces. El  "¡Que se vayan todos!" rezaba la consigna, pero en aquellas elecciones legislativas del 2001, participó un número aceptable del padrón (75%) y aunque el 40% de los sufragios se dispersó en "voto protesta", no sirvió para que los y las dirigentes políticos previeran lo que ocurriría en diciembre. Tampoco imaginaron que iban a incautarles los depósitos a la clase media a principio de aquél diciembre, medida elaborada y ejecutada por Domingo Cavallo, quien disputaba la paternidad de la "convertibilidad" con Carlos Menem. En 2002 se fueron algunos, pero otros, aún ocupan lugares en la Casa Rosada y en el Congreso. La fiabilidad y entusiasmo para que derrotar la crisis y revertir la situación de hoy, se parece bastante.

Instituciones cuestionadas

De este trabajo se desprende un dato que merece un profundo análisis y una reflexión serena. Que lideren los niveles de confianza (aunque tampoco es  halagüeño el dato) las Fuerzas Armadas, técnicamente, puede responder a dos asuntos puntuales: el primero es por la inacción de las mismas, afortunadamente, por no tener conflictos con países extranjeros, única razón de ser de las Fuerzas Armadas. El segundo, a la cuestión generacional. Nadie que haya nacido después de 1976 ha tenido que hacer el Servicio Militar Obligatorio, por lo que ignora cuál es el desempeño de las Fuerzas Armadas. Afrentaron por último vez al orden Constitucional en 1990 epílogo de una historia trágica. Y el orden de "confianza" se ordena así: 

  1. Fuerzas Armadas 40,27%
  2. Gobierno Nacional 34, 90%
  3. Fuerzas de Seguridad 31,32%
  4. Iglesia: 16,63%
  5. Movimientos Sociales 11.74%  
  6. Justicia: 11,66%
  7. Medios de Comunicación 8,75%
  8. Partidos Políticos: 6,10%
  9. Empresarios: 5,33%
  10. Sindicatos: 3,84%


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El incomparable Milei

El economista, personaje, actor de espectáculo bizarro, irreverente, irrespetuoso, malversador presidente de la Argentina Javier Milei, resulta incomparable con todos y todas quienes lo antecedieron. Desde la beligerancia y el insulto, fue armando un modelo de poder inédito. La imagen que ha construido ha despertado entusiasmos sólidos. Con un discurso eminentemente reaccionario y hostil ha conseguido adhesiones en el exterior, por el momento, sólo gestuales, ninguna concreta. Y el único Estado que benefició su gestión fue -vaya paradoja- la República Popular China, país con quien Milei había prometido cortar relaciones, luego de caratular al gigante asiático como "comunistas asesinos". De ellos obtuvo la renovación de swap, oxígeno financiero que le permitió no caer en default.

¿Hasta cuándo?

Retornando al asunto de "la esperanza", analistas y un grueso porcentaje de la población de Argentina se preguntan, hasta cuándo se podrá tolerar la crisis. La distancia del discurso con los datos constatables es insólita. Las reservas brutas cayeron casi un 40% en un año y las reservas netas se encuentran en terreno negativo. La caída de la actividad se da en todos los rubros. Construcción, industria e inclusive, en donde deposita grandes expectativas la Libertad Avanza para su modelo, que es el campo, la recuperación de la cosecha después de la sequía ahora sufre de una variable exógena: la caída del precio de la soja a valores históricos. La situación económica financiera de la Argentina es, sintéticamente, dramática. La situación de desamparo social, impensada. La inestabilidad política con un frente interno que sale a competir, peligrosa, pero la pericia política consigue despojarse de la responsabilidad ante la sociedad y por ahora, le alcanza.

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