A 75 años de una Reforma Constitucional que nadie recuerda, abolida por la dictadura en 1956

Una Constitución que fue sancionada el 11 de marzo de 1949, y abolida por un golpe de Estado que violó, precisamente, el orden jurídico de la Nación Argentina

Durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón, se convocó a la Asamblea Constituyente para realizar la Reforma Constitucional que fue sancionada 75 años atrás. Presidió aquella Asamblea Domingo Mercante, y contó con el impulso de un jurista de gran jerarquía e impecable trayectoria, el radical yrigoyenista Arturo Sampay

Avances sustantivos en el orden jurídico de la República Argentina

Tal como lo define categóricamente el abogado constitucionalista Raúl Gustavo Ferreyra:

Una Constitución no es ni más ni menos que un tratado en el que ciudadanas y ciudadanos,  adquieren determinados compromisos para respetarse y no dañarse, en un marco de paz; y, acaso, eventualmente, ayudarse y ser solidario entre ellos siempre que la naturaleza de las circunstancias lo auguren. Cualquier promesa por encima de eso será celestial y por debajo una declinación obtusa y recalcitrante de la inherente soberanía individual de las personas, cuya unión debe mostrar la soberanía política y autodeterminación de un pueblo libre.  

Derechos novedosos y la necesaria actualización doctrinaria

La concepción de esa carta que sustituía a la elaborada por el tucumano Juan Bautista Alberdi, de importancia suprema, pero anacrónica en términos de derecho, incluía un articulado moderno y la cabal interpretación de una sociedad argentina que no era espejo de la imaginación de la "generación del 37", inspirada en el romanticismo, propios de Inglaterra y de Francia

Democracia amplia y con acento argentino

Aunque las críticas de los sempiternos opositores al pensamiento popular arreciaron en los ámbitos de élites e intelectuales, la redacción de esa Carta Magna, establecía modificaciones sustanciales sobre la soberanía política,  en tiempos de post guerra, momento en el que el Mundo parecía dividirse sólo en dos hemisferios posibles. Esta Constitución sentaba las bases para un modelo original, autóctono y amplio, capaz de interpretar la heterogeneidad de un pueblo multicultural

La fuerza de los hechos

Después de la insurrección inadmisible que abrió el camino hacia un inexorable y brutal golpe de Estado en 1955, fue derogada la Constitución y se retornó a la de 1853, aunque ignorándola la mayor parte del tiempo, y luego se incorporaron en ese cuerpo jurídico algunas leyes de la de 1949, sobre todo lo atinente al trabajo.

Cuando el pasado tiene la anatomía del futuro

En el aniversario septuagésimo quinto de la Reforma Constitucional, acuerdo político que se encargaron de abolir los enemigos de la Democracia y de la República, evocar el preámbulo alcanza para demostrar la vigencia de ese texto y la necesidad de recuperar su esencia

 Preámbulo

Nos los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General Constituyente por voluntad y elección de las Provincias que la componen, en cumplimiento de pactos preexistentes, con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general y la cultura nacional, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino; ratificando la irrevocable decisión de constituir una Nación socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana, e invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia, ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución para la Nación Argentina.