Piden modificar el código alimentario y disminuir al 2% las grasas trans- LSA

Según relató durante el programa Muchas Gracias, Leila Guarnieri, nutricionista e investigadora de la Fundación Interamericana del Corazón ? Argentina ?distintas organizaciones nacionales del ámbito de la salud presentamos una propuesta ante la Comisión Nacional de Alimentos (CONAL) para modificar el artículo 155 tris del Código Alimentario Argentino. Dicho artículo establece actualmente que: «el contenido de ácidos… Continúa leyendo Piden modificar el código alimentario y disminuir al 2% las grasas trans- LSA

Según relató durante el programa Muchas GraciasLeila Guarnieri, nutricionista e investigadora de la Fundación Interamericana del Corazón ? Argentina ?distintas organizaciones nacionales del ámbito de la salud presentamos una propuesta ante la Comisión Nacional de Alimentos (CONAL) para modificar el artículo 155 tris del Código Alimentario Argentino.

Dicho artículo establece actualmente que: «el contenido de ácidos grasos trans de producción industrial en los alimentos no debe ser mayor a: 2% del total de grasas en aceites vegetales y margarinas destinadas al consumo directo y 5% del total de grasas en el resto de los alimentos, incluidos aquellos que son utilizados como ingredientes y materias primas?.

Según explicó Guarnieri ?proponemos que se establezca un límite máximo del contenido de ácidos grasos trans de producción industrial del 2% respecto a las grasas totales en todos los productos, incluidos aquellos que son utilizados como ingredientes y/o materias primas, y prohibir asimismo el uso del aceite parcialmente hidrogenado?.

La especialista explicó por qué es importante disminuir el consumo de estas grasas en la población. ?Es peligroso para la salud ya que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, de muerte súbita de origen cardíaco y de diabetes mellitus, entre otras enfermedades. Es por eso que la evidencia científica disponible establece que estas grasas no son esenciales, no se requieren para ninguna función biológica en el organismo y no tienen ningún beneficio para la salud?.

Esta iniciativa fue impulsada por la Fundación Interamericana del Corazón Argentina (FIC Argentina), la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables (FUNDEPS), la Federación Argentina de Graduados en Nutrición (FAGRAN), Consumidores Argentinos (CA) y la Sociedad Argentina de Nutrición en Alimentos Reales (SANAR). Las organizaciones señalan que, a pesar de las recientes modificaciones incorporadas en el artículo 155 tris del CAA donde se aclaró que en la restricción y límites máximos de grasas trans están incluidas las materias primas e ingredientes, la normativa continúa siendo insuficiente.

?Además, si bien el Estado desde el año 2010 ha trabajado en reducir la presencia de los ácidos grasos trans de la cadena de suministro, actualmente existe una desactualización respecto a los límites que proponen los organismos internacionales expertos en la materia?, explicó Guarnieri.

Por otra parte, la especialista puso el énfasis en ?la necesidad de que pronto se sancione en forma definitiva la ley de etiquetado frontal de los alimentos?, donde, entre otras advertencias se destaca la de una alta presencia de grasas trans.

A la hora de explicar para qué se utilizan estos aceites ácidos grasos trans industriales conocidos como ?grasas trans?, Guarnieri advirtió que ?están presentes en una gran cantidad de alimentos procesados como panificados, productos de repostería, galletitas y productos de copetín. Estas grasas son elaboradas por la industria alimentaria mediante un proceso llamado ?hidrogenación?, el cual transforma los aceites vegetales líquidos en grasas semisólidas. De esta forma se da la creación de APH que aumentan la solidez y estabilidad de las grasas?.

Finalmente, es importante destacar que un amplio conjunto de evidencia ha demostrado que el aumento del consumo de grasas trans tiene graves consecuencias para la salud. De acuerdo a estudios de la OMS, son un factor importante en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares (ECV) y las enfermedades no transmisibles (ENT) en todo el mundo, ocasionando un estimado de medio millón de muertes cada año. En este sentido, ?aumenta el riesgo de enfermedades como cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular isquémico, inflamación, diabetes y cáncer. También incrementan el riesgo de muerte prematura por esta y por otras causas y además aumentan, en mayor medida que las grasas saturadas, el colesterol LDL (el más perjudicial), además de disminuir el colesterol HDL (benéfico).

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