La realidad difícil de procesar: tragedias que se vuelven estadísticas en un tiempo irregular

Vivimos una realidad difícil de procesar, cargada de giros abruptos, decisiones que nos superan y hechos que interpelan desde distintos rincones del planeta.

Adrián Characán
Adrián Characán

Vivimos tiempos donde todo parece suceder al mismo tiempo y a una velocidad imposible de asimilar. Una realidad difícil de procesar, cargada de giros abruptos, decisiones que nos superan y hechos que interpelan desde distintos rincones del planeta.

La realidad difícil de procesar: tragedias que se vuelven estadísticas en un tiempo irregular

En Europa, los aeropuertos quedaron bajo alerta máxima. Se suspendieron vuelos por amenazas de drones, atribuidas a Rusia. Y ya no sabemos si se trata de un ataque real, o bien de una operación de ataque de falsa bandera o de un libreto diseñado para predisponer a la opinión pública contra Moscú. El dato es que el temor paralizó terminales enteras y expuso, otra vez, la fragilidad de la seguridad continental.

La realidad difícil de procesar: tragedias que se vuelven estadísticas en un tiempo irregular

Desde Estados Unidos, Donald Trump ensaya la idea de "paz" en Gaza: un acuerdo con países árabes para reconstruir lo que quedó devastado tras casi un año de bombardeos. El atentado de Hamás en octubre de 2023 dejó más de 1.200 muertos israelíes y unos 250 secuestrados, muchos de los cuales aún no volvieron a sus casas. Pero la respuesta israelí multiplicó la tragedia: más de 60.000 palestinos asesinados en menos de un año, hospitales arrasados, barrios completos convertidos en polvo.

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 Netanyahu, en la Asamblea General de la ONU, justificó todo en nombre de la seguridad y rechazó tajantemente que Palestina sea reconocida como Estado. En paralelo, Trump habla de reconstrucción, y a muchos se nos enciende la alarma: ¿paz o negocio? ¿humanitarismo o contratos millonarios de posguerra?

La realidad difícil de procesar: tragedias que se vuelven estadísticas en un tiempo irregular

El mismo Trump presiona para que TikTok sea vendido a capitales norteamericanos. En Washington lo presentan como un asunto de "seguridad nacional", pero si algo similar ocurriera en Argentina, Venezuela o Bolivia lo llamarían expropiación y el coro mediático no tardaría en condenarlo como populismo. Doble vara, siempre la misma.

La realidad difícil de procesar: tragedias que se vuelven estadísticas en un tiempo irregular

En nuestra Argentina, Milei juega a prueba y error con las retenciones: primero las elimina, luego las repone. Entre tanto, doce multinacionales amigas liquidan soja con información privilegiada y embolsan 1.500 millones de dólares en pocas horas . 

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Ganancia extraordinaria para pocos, estafa silenciosa para miles de pequeños y medianos productores que quedaron afuera de esa ventana. A las semanas, el gobierno reinstala el cepo por 90 días, como si la historia no nos hubiera enseñado que esos parches siempre explotan por otro lado.

La realidad difícil de procesar: tragedias que se vuelven estadísticas en un tiempo irregular

Mientras el poder económico especula, el crimen organizado avanza. El triple crimen ligado al narcotráfico vuelve a poner en evidencia un entramado donde la política, las mafias y el negocio de la droga se entrelazan sin pudor

La realidad difícil de procesar: tragedias que se vuelven estadísticas en un tiempo irregular

En Mendoza, la naturaleza golpea de otra manera: una tormenta derriba árboles  , uno de ellos en Maipú arrebata la vida una mujer de 37 años , identificada como  Cristina Alejandra Funes y deja barrios enteros a la intemperie, recordándonos que ni siquiera el clima da tregua.

La realidad difícil de procesar: tragedias que se vuelven estadísticas en un tiempo irregular

Todo se superpone. Europa paralizada por drones, Trump condicionando las redes sociales y hablando de paz como si la guerra fuera apenas un trámite, Israel justificando una masacre con más de 60.000 muertos, Milei jugando con las retenciones y el cepo como si fueran fichas de casino, dos empresas multinacionales beneficiadas con 1.500 millones de dólares, el narcotráfico sumando cadáveres y, en la vuelta de la esquina, una tormenta que arrasa con una vida y  con lo poco que tenemos asegurado.


¿Cómo se interpreta todo esto en tan poco tiempo? ¿Cómo se asimila tanta información que golpea de frente, sin pausa? Lo cierto es que estamos atravesando un presente donde la historia se acelera y los cambios se imponen como ráfagas: lo que ayer parecía firme, hoy se desmorona; lo que se prometía como libertad, hoy se regula con un nuevo cepo; lo que se anunciaba como guerra justa, hoy es negocio de reconstrucción.

En medio de esa confusión, vale recordar lo que dice el profesor Ariel Robert: "Una muerte es una tragedia. Millones, una estadística." Y es ahí donde comprendemos lo que nos pasa: la velocidad de los acontecimientos no solo supera nuestra capacidad de entenderlos, sino que también convierte lo humano en cifra, lo desgarrador en balance de semana.


Como si se tratara de un eco, la poesía de Luis Alberto Spinetta con Invisible lo anticipaba en Irregular:


"Y entre los telones de esta farsa

se sacude ansioso el Misterio Eterno.

De aquellas mismas venas sangraba Dios

(Dios y su troupe).

Su cabeza cayó de rodillas

y su vientre rodó por entre el tráfico

(que es irregular)."

Ahí está el puente: entre la estadística que nos adormece y la lírica que nos despierta. Lo que dice Robert nos ayuda a comprender el presente; lo que canta Spinetta nos recuerda que detrás de cada hecho, de cada número, late todavía la herida abierta de lo humano.

Una realidad difícil de procesar, sí. Y quizás lo más honesto sea admitir que estamos viviendo en un mundo donde la velocidad de los hechos supera nuestra capacidad de comprenderlos. Pero, al mismo tiempo, reconocer que en medio de tanta confusión también se juegan intereses muy claros: los de siempre, los que lucran con la destrucción, con la desesperación y con el desconcierto de los pueblos.

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