La Pródiga: El sacrificio de una mujer que el pueblo no supo entender

Argentina, 1945. Una industria cinematográfica en su esplendor, un país que empieza a transformarse, una actriz que aún no es Evita pero que ya encarna su destino. "La Pródiga", dirigida por Mario Soffici y protagonizada por Eva Duarte y Juan José Míguez, es una película que, vista con el tiempo, se convierte en un paralelismo inquietante con la vida que su protagonista viviría años después.

La historia nos lleva a una aldea aislada, donde las tradiciones pesan más que la razón y donde el progreso es visto con miedo. Allí, una mujer, La Pródiga, ha dedicado su vida y su fortuna a ayudar a su gente. No se ha casado, no ha seguido los mandatos impuestos, pero ha dado todo por los demás. Sin embargo, el pueblo que antes la veneraba, ahora la juzga.

¿Por qué?

Porque ha amado a quien no debía. Un ingeniero, un forastero, el hombre que vino a sepultar la aldea bajo el agua en nombre del desarrollo. El mismo que, sin proponérselo, también ha inundado su corazón. Y entonces, el pueblo le da la espalda.

En una interpretación magistral, Eva Duarte nos muestra el lento declive de su personaje. La Pródiga se entera que ha perdido su fortuna, y es entonces cuando comprende lo que nadie se atreve a decirle: su gente nunca comprendió, solo amaban lo que les daba. Su beneficencia la ha dejado sin nada, y aquellos por quienes sacrificó su vida no tienen piedad.

En una escena cargada de simbolismo, un niño, ese niño que podría haber sido el futuro, huye de ella y ella sentencia con una frase que estremece:

Tan pequeño... y ya te están enseñando a odiar.

Ese es el verdadero conflicto. No es solo el amor imposible, no es solo la inundación. Es la ingratitud, es el rechazo a quien se atrevió a ser diferente, a quien desafió lo establecido. La Pródiga, lleva su nombre por la historia bíblica del hijo Pródigo.

El final... bueno, no lo vamos a contar. Pero lo que sí podemos decir es que "La Pródiga" es mucho más que una película de época. Es un reflejo de lo que el destino le tenía preparado a Eva Duarte. Una mujer que lo dio todo y que, al igual que su personaje, fue amada por muchos y odiada por otros tantos.

Verla hoy es asomarse al cine argentino en su máxima expresión, con actuaciones memorables y una historia que, aún casi 80 años después, sigue siendo poderosa. Es una película que no solo muestra el talento de una gran actriz, sino que anticipa, casi proféticamente, la historia de la mujer que cambiaría Argentina para siempre, Evita , la abanderada de los humildes .