La falacia del hombre de paja

La falacia del hombre de paja

por

Martín Tula

Una noticia tapa a la otra

En estos dos meses, me he dedicado plenamente a escribir mi columna semanal para este diario, un espacio donde usted, mi estimado lector, me acompaña cada semana y le agradezco profundamente por ello. Durante este tiempo, he aprendido algo que, aunque evidente, cobra cada vez más fuerza en el escenario político actual: una noticia tapa a la otra.

Mientras me disponía a analizar el impacto del denominado "brazo armado del presidente" y la participación en el G20 del presidente, otra noticia irrumpió en la agenda del gobierno: fue la pelea recurrente con la vicepresidenta Villarruel. No es casual que el gobierno nos brinde dos o tres noticias por semana que acaparan titulares. Esta práctica es parte de una estrategia deliberada que busca desviar la atención pública de un tema incómodo hacia otro que controle mejor el discurso.

Carlos Pagni acertó al llamar a Santiago Caputo como el "Mago del Kremlin". Este se encarga de generar una nueva polémica o evento cuando una situación comienza a volverse desfavorable, porque si hay algo claro es que quien maneja los hilos de esta gestión es Santiago.

La falacia del hombre de paja

Durante su campaña, Milei popularizó la idea de que la oposición empleaba una "falacia del hombre de paja" para atacarlo. Según él, tergiversaban sus palabras y construían argumentos falsos para desviar el debate y desacreditarlo. Sin embargo, hoy, el propio presidente utiliza esta misma estrategia para atacar a su vicepresidenta, Villarruel, quien ha sido un pilar clave en su llegada al poder.

En una reciente entrevista, el presidente la acusó de estar "cerca de la casta" y de trabajar para el círculo rojo. Estas declaraciones son ejemplos claros de las falacias que él mismo criticaba: afirmaciones vacías que buscan desviar la atención.

Es importante recordar que la vicepresidenta fue fundamental para la aprobación de la Ley de Bases. No solo trabajó intensamente para conseguir los votos necesarios, sino que con su voto definitorio logró desempatar la decisión. Esta misma figura, en 2023, fue clave en la recta final de la campaña presidencial, defendiendo la candidatura la fórmula en los medios y actos políticos cuando el entonces candidato estaba en el ojo de la tormenta por declaraciones controversiales, como su propuesta sobre la venta de órganos.

Irónicamente, mientras se critica, el propio gobierno actual ha ampliado su círculo con figuras de cuestionable mérito, como los Menem. El caso más reciente es el nombramiento de Federico Sharif, sobrino de Martín Menem, al frente de los jóvenes libertarios. Este joven, que ya trabaja en la Cámara de Diputados, evidencia que la retórica contra la casta y el nepotismo está en el armado de LLA.

El caballo de Troya y el desarme de la oposición

La gestión actual parece un caballo de Troya del kirchnerismo, son una herramienta para avanzar sus objetivos estratégicos. Este patrón quedó en evidencia con la reciente confirmación de la condena a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. La reacción del gobierno fue mínima, y el ministro de Justicia, Cúneo Libarona, evitó pronunciarse, probablemente debido a su rol previo como defensor en la causa de uno de los arrepentidos, Sergio Tasselli además de rotar por los medios antes de ser ministro diciendo que esta era una persecución del macrismo hacia Cristina.

Aunque el gobierno hizo un gesto simbólico al quitarle las jubilaciones de privilegio, esto no tiene un impacto real a largo plazo, porque la expresidenta apelará y los beneficios son derechos adquiridos que, al ser apelados, se restituyen. Esto refuerza la percepción de que estas acciones tienen más intención simbólica que práctica.

Parafraseando a Jorge Asís:

"mis fuentes -seguramente erróneas- indican un acuerdo tras bambalinas entre Santiago Caputo y Wado de Pedro". Este acuerdo habría tenido como objetivo frenar el proyecto de ficha limpia que podría perjudicar la candidatura de la doctora a cambio de avanzar con la eliminación de las PASO.

El miércoles pasado, la sesión para tratar la ficha limpia fracasó por falta de quórum. Martín Menem, presidente de la Cámara, cerró la sesión rápidamente, sin esperar ni cinco minutos. Algunos dirán que aplicó el reglamento, pero a mí en particular me genera dudas.

Terminada la cuestión de ficha limpia al día siguiente, se presentó un proyecto para eliminar las PASO. Este proyecto tiene un objetivo claro: eliminar las elecciones de medio término y así debilitar a los partidos pequeños y obstaculizar al PRO en sus internas. Si esta maniobra prospera, el escenario político se realizará nuevamente entre el kirchnerismo y La Libertad Avanza, dejando al PRO desarticulado y fuera de carrera.

Fascismo con aires libertarios

El panorama político argentino avanza a una velocidad tal que eventos de hace una semana parecen pertenecer a un pasado lejano. El sábado pasado, se presentó la agrupación Fuerzas del Cielo, liderada por Daniel Passerini (o "El Gordo Dan" en X). Esta agrupación, que se autodefine como el "brazo armado del presidente", remite a episodios oscuros de la historia, como el fascismo, el nazismo y la década del '70 en Argentina.

El discurso de esta agrupación resulta preocupante. Se basa en la idea de que quien no comparte sus ideales es un enemigo del país. Esto plantea una contradicción fundamental: ¿es posible ser un librepensador solo si se piensa igual que ellos?

El uso de términos como "brazo armado" es alarmante, incluso si luego intentan minimizarlo diciendo que sus "armas" son los teléfonos. ¿Qué implica realmente esta agrupación? ¿Esperan un evento similar a la Noche de los Cristales Rotos para justificar su existencia?

La noche de los cristales rotos se dio el 9 de noviembre de 1938 luego de que un diplomático alemán fuera baleado por un exiliado judío en la embajada de París.

Estas preguntas llevan a reflexionar sobre la naturaleza del actual gobierno: ¿es un régimen fascista donde el poder se concentra en una sola figura, rompiendo el equilibrio republicano? ¿Las libertades económicas están siendo priorizadas por encima de las libertades sociales, religiosas y de opinión?

Argentina parece estar reviviendo viejas recetas bajo el disfraz de nuevos actores