Asesinos. La verdad bajo amenaza de muerte y Loan no aparece
La ministra de Seguridad de la Nación y el ministro de Justicia de la Nación pretenden indulgencia para asesinos condenados Una sensibilidad humana a destiempo.
El riesgo es inmedible. La excursión que hicieron diputados y diputadas nacionales a la cárcel de Ezeiza no fue turística.
Mientras las polémicas sobre las elecciones en Venezuela inundan medios y redes, se alzan voces que exigen transparencia y que muestren actas, otros reclaman por los Derechos Humanos pero en un país distante 6 mil kilómetros. Por acá, los defensores de los derechos de venezolanas y venezolanos, abrazan a probados y condenados torturadores, delincuentes y asesinos. Asesinos de compatriotas y de extranjeros. Y si alguien duda que esto se trata de una acción política, deliberada, quítese las dudas, escuche a Patricia Bullrich y a Mariano Cúneo Libarona y asústese con tranquilidad que la razón lo va a asistir.
La ignorancia no exime de responsabilidad
La diputada Lourdes Arrieta, que llegó al Congreso de la Nación en representación del partido La Libertad Avanza, gracias a votos de mendocinas y mendocinos, además de asistir al encuentro en el pabellón de criminales, delincuentes que fueron juzgados, respetando todos los procesos y garantías que ofrece el Estado de Derecho, por torturar, asesinar y desparecer a personas inocentes, secuestrar criaturas y también por delitos menos sofisticados, como robar y quedarse con propiedades ajenas. La explicación, tan infantil como ofensiva, fue que como ella nació en 1993 ignoraba quién era, por ejemplo, Alfredo Astiz, quizá el emblema de las atrocidades padecidas en Argentina entre 1976 y 1982: asesino de personas inocentes e indefensas; cobarde que no supo defender a la Patria en la contienda por las Islas Malvinas y miserable que desapareció inclusive a dos monjas.
Bullrich sí que los conoce
Que la máxima autoridad de la Seguridad Interior de la Argentina se pronuncie en favor de que se les otorgue el beneficio para que se vayan a sus casas estos asesinos condenados, no es un dato anecdótico. Bullrich sabe bien de quienes se trata. Aunque en esos años ella fingía ser "Carolina Serrano", está comprobado que Bullrich adhirió a Montoneros e inclusive estampó la firma en un documento de 1979, adonde se refundaba Montoneros (PMA) y sabe de las atrocidades que cometieron estos delincuentes. Siendo la responsable del sistema penitenciario de la Argentina, si tanto la conmueve la decrepitud de estos criminales de lesa humanidad, le sugerimos que visite todos los penales del País. Garantizamos que si aplica la misma vara, no quedaría ninguna persona en la Argentina encerrada en ninguna dependencia del Servicio Penitenciario. En este caso, la absurdidad de las declaraciones de Bullrich sólo compiten con la hipocresía. Alarmante y repugnante
Cansados de discursos
Hay quienes, aunque coincidiendo con los principios éticos, han manifestado hartazgo cuando se habla de la criminal dictadura que detentó el poder institucional en 1976. Hoy podemos comprobar que así como al Himno hay que cantarlo toda vez que haya un acto y una bandera Argentina flameando, instalar y reiterar qué ocurrió en el país en ese período, será una redundancia imprescindible. No sólo para que nadie pueda exhibir desconocimiento imperdonable -como el caso de Arrieta- sino para solidificar una construcción colectiva de Nación, y defendernos de la amenaza que hoy se cierne nuevamente sobre la Patria ¿no es una amenaza?, sí que lo es. Si quien ostenta el cargo más importante para defender los derechos individuales, se pronuncia con indulgencia frente a personas condenadas por crímenes comprobados, deduzcamos en manos de quién está nuestra seguridad.
La última instancia
Como en toda República, el poder Judicial es quien debe garantizar los derechos de quienes habitan la Nación. Desde el Poder Ejecutivo, la autoridad superior de Justicia, también manifestó su adhesión a "permitir que mueran junto a sus familias". Resulta insultante, no sólo para las víctimas sino para toda la sociedad, para los tres poderes de la República, que con una liviandad propia de un lego y desconocedor de la historia reciente de la Argentina, pretendan igualar la calamidad de los crímenes de lesa humanidad y el asalto a los poderes de la Nación con un delincuente común. Es tan ofensivo como peligroso. Y más preocupante, que en esas manifestaciones de apariencia bucólica, ni siquiera sugieran que esos asesinos, jamás cumplirán una condena proporcional a los crímenes cometidos. porque además de negar arrepentimiento no aportaron datos para conocer el destino de personas, de cadáveres y a quienes les fueron entregados las hijas y los hijos secuestrados.
El olvido es un privilegio ante el dolor que aún no nos podemos dar
Que desde la educación formal se transmita la verdad de la historia, es uno de los muchos deberes que no se cumplen con la severidad requerida. Y aportar desde el lugar que cada uno ocupe, información veraz, honesta y despojada de una intención meramente mercantil, debería ser una obligación. Esa ligereza con la que se "viralizan" datos mentirosos, historias adulteradas, denuncias falsas, bulos, malversación de la realidad, no es inocua. Genera enormes daños. Debería imperar una conducta de reflexión mínima y no permitir que la amnesia inoculada haga que se confundan héroes con miserables.
Cambalache
La prolongación hasta un cuarto de entrado este siglo del tango Cambalache, de Discépolo no es un buen síntoma. Se suponía que que la confusión entre indecencia e inocencia era un signo del Siglo XX, no de hoy. Sin embargo, la verdad está amenazada y el riesgo es para nosotros.
Para que en verdad NUNCA MÁS alguien quiera utilizar como ardid la juventud y el desconocimiento, sintetizamos drásticamente la biografía de Astiz
Alfredo Astiz: perfil de un cobarde
Alfredo Horacio Astiz, nacido el 8 de noviembre de 1951 en Buenos Aires, es uno de los personajes más infames del terrorismo de Estado en Argentina. Conocido por su brutalidad y su habilidad para infiltrar y traicionar, Astiz se convirtió en un símbolo de la represión durante la dictadura militar (1976-1983). Su carrera está marcada por crímenes atroces, incluyendo el secuestro y asesinato de las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet, y su controversia con la justicia internacional. Esta crónica detalla su vida, sus crímenes y el contexto judicial que rodeó su condena.
Inicios y carrera en la Armada
Alfredo Astiz ingresó a la Armada Argentina en 1968, y rápidamente se destacó en actividades de inteligencia. Su carrera en la Armada le permitió ascender a cargos de relevancia en el aparato represivo durante la dictadura. Su capacidad para operar bajo falsa identidad fue un activo clave en su rol como represor.
Alias y actividades encubiertas
Astiz, conocido por el alias "El Ángel de la Muerte", operaba bajo múltiples identidades durante la dictadura. Uno de los más notorios fue "Gustavo Niño", con el cual se infiltró en organizaciones de derechos humanos. Con esta falsa identidad, Astiz , simulando ser hermano de un desaparecido, se presentó ante las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet, quienes estaban comprometidas en la denuncia de desapariciones forzadas. Su engaño permitió que Astiz ganara su confianza y, posteriormente, las monjas y la madres y también hombres, señalados por él fueron secuestrados, torturados y asesinados en diciembre de 1977.
Crímenes y tortura
Astiz jugó un papel crucial en la represión y el terrorismo de Estado en la Argentina. Trabajó principalmente en el centro clandestino de detención ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada), donde supervisaba y participaba en la tortura y asesinato de prisioneros. Su papel en la represión fue especialmente brutal, y su implicación en crímenes como el secuestro de las monjas y otros opositores muestra la extensión de su compromiso con el aparato represivo y criminal
La guerra de Malvinas
Con el cargo de Teniente, Astiz lideró desde las Goergias el primer acto de recuperación soberana de Argentina sobre las Islas Malvinas y Archipiélagos del Sur. Su improvisación fue tan que, cuando suponían no iban a encontrar resistencia, murieron 3 soldados y perdieron un helicóptero. Astiz se rindió sin disparar ni un sólo tiro, y gracias a ser prisionera de las fuerzas británicas, con la anuencia e impulso de Margaret Thatcher, Astiz evitó ser extraditado a Francia para ser juzgado como responsable de la muerte de las monjas. O sea, la bravura y coraje de Astiz se agotaron en matar y desaparecer personas inocentes e inermes, a los verdaderos enemigos, nada.
Detención y obstáculos Jurídicos
Tras la caída de la dictadura en 1983, organismos de Derechos Humanos, familiares y allegados a las víctimas (especialmente de quienes fueron detenidos, torturados en la ESMA) clamaban por la investigación y juicio de los culpables, pero después del Juicio a las Juntas de 1985, las presiones ante la novel y débil democracia consiguieron que se dictaran las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, que estuvieron vigentes hasta su valiente derogación en 2003, cuestión que se abrieron nuevamente las causas y los procesos.
Juicio y condena
Finalmente, en 2011, Alfredo Astiz fue condenado a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad. La sentencia incluyó su participación en el secuestro y asesinato de las monjas francesas y otras víctimas. La condena marcó un paso importante en el proceso de justicia en Argentina, que ahora se ve nuevamente amenazado por el avance de los pedidos de las máximas autoridades del gobierno de Milei tanto en seguridad interna como en Justicia.
Las distracciones que nos matan
Así como en casi todo Occidente la presencia histórica del Holocausto no permite fisuras, y hay sanciones concretas para quienes quieran desoír lo acordado, ofender la memoria, minimizar el genocidio y se prohíbe cualquier acto de defensa del accionar nazi, en Argentina, se debería implementar una política análoga. O sea, seriamente: Nunca Más. Lamentablemente, la relativización de los asesinatos, de las torturas, de los secuestros, de las desapariciones -y un dato que suele omitirse- del despojo soberano que hubo durante la dictadura 1976 1983, permiten que estemos al borde de una situación con demasiadas coincidencias. Precisamente hoy, legisladores de la Cámara de Diputados de la Nación, que iban a pronunciarse (desde la oposición) para pedir explicaciones de esa "excursión", no dieron quorum. Dato que nos exige como sociedad, aprender a elegir y no relajarnos, el dolor sigue presente y el riesgo es inminente
Corolario dramático, LOAN no aparece
Las autoridades de seguridad y de justicia de la Argentina, ponen energía en su flamante sensibilidad y clemencia, sin embargo, desde hace más de 50 días, un nene de 5 años desapareció y, primero la justicia provincial de Corrientes y luego todo el aparato de Seguridad Nacional y de la Justicia Federal, no logran detectar adonde está, qué pasó con Loan, mientras su fotito se va diluyendo y su imagen se va esfumando de las pantallas.