VOCERO PRESIDENCIAL

Adorni malversando a Kirchner

El vocero presidencial ha ganado centralidad en la escena política. Hace gala de la indolencia y se ufana de su crueldad.

La centralidad que ha ganado el vocero Adorni en la escena política evidencia la degradación de lo sagrado

La figura de un vocero con discurso propio, no es nueva. Lo que resulta novedoso es el grado de independencia con que ejerce la función este personaje, y el desparpajo que lo caracteriza para pronunciar conceptos: ofensivos, hirientes, crueles y -principalmente- falaces.

Desde su gestos devela el desdén que siente, inclusive, por su propio jefe. 

La fama es todo

Las conductas y declaraciones del presidente Milei, tienen como utilidad práctica convertirlo en un mandatario famoso, mencionado, incluido en la agenda. Cuando no por las bravuconadas, los desatinos, las manifestaciones rimbombantes y las promesas incumplibles, por inmiscuir al país que debiera conducir en conflictos ajenos, impropios y para los cuales no existen condiciones ni recursos mínimos en la Argentina. Mientras, su vocero, que cobra un suculento sueldo, incorpora a parientes y amigos al "maldito" Estado, se ufana de su inimputabilidad. La libertad de expresión lo protege.

Ayer, no más

Rescatamos el breve segmento en el que Manuel Adorni, en su conferencia cotidiana, alude a Néstor Kirchner, a propósito de vanagloriarse por los meses consecutivos del "déficit cero", números cuestionados y objetables. Sin embargo, Adorni se atreve a más. Compara este período de 5 meses con lo que consiguió la gestión de Kirchner durante todo su mandato, superávit gemelo, logrado mediante una política económica diametralmente opuesta a la actual. 

Ninguna coincidencia, apenas una provocación más

Cuando el vocero hace mención al pronunciamiento de Kirchner, en el que sostiene la importancia de no gastar de más, tanto la Nación como las provincias, no pretende definir coincidencias políticas. El sarcasmo que denota en el gesto es, quizá, lo único sincero. La mueca de risa al anunciar recortes, despidos y su manifestación cuando Milei ordenó cerrar Télam nos eximen de argumentar los calificativos hacia Adorni. Pero sí es conveniente, a fuerza de videos y descontextualizaciones, que se pueda ver y escuchar lo que Néstor Kirchner dice en 2001, cuando Bullrich, ministra de De La Rúa, aplica el ajuste sobre jubilaciones.

La ambivalencia de las palabras

Orgullo, puede significar una virtud o, contrariamente, un defecto. Cuando Adorni, en su tono burlesco, dice que Néstor Carlos Kirchner se sentiría orgulloso por lo logrado en lo económico gracias a Milei y Caputo, hace un uso irrespetuoso pero además, infame. Incondicionales y detractores coincidirán: Kirchner era un hombre decidido, de coraje y sin ambages. Jamás hubiese felicitado a quienes están logrando que haya 55% de personas bajo la linea de pobreza y peor, aún, que pretendan rifar la soberanía a cambio de efímeros aplausos desde el exterior.

Esterilidad prolongada

Hacer uso de la imagen y prestigio ajenos, en favor propio, sin la autorización del verdadero protagonista, o de sus herederos, constituye un delito. Sería el caso de Adorni parafraseando a Kirchner, pero es inimaginable alguna sanción a este personaje devenido comediante periodístico, si la Justicia no da abasto deteniendo manifestantes inofensivos. No sería de extrañar que el próximo candidato estelar de La Libertad Avanza sea Adorni, en su versión Manuel o en la de alguno de sus parientes.

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