Marcha atrás de De Marchi

Un paso al costado Trascendió que Horacio Rodríguez Larreta, como prenda de cambio para poder seguir en carrera sin obstáculos, ordenó la tropa en Mendoza y acordó que Omar De Marchi, el diputado nacional y ex intendente de Luján de Cuyo no rompa la coalición Juntos por el Cambio ,que la versión cuyana lleva por… Continúa leyendo Marcha atrás de De Marchi

Un paso al costado
Trascendió que Horacio Rodríguez Larreta, como prenda de cambio para poder seguir en carrera sin obstáculos, ordenó la tropa en Mendoza y acordó que Omar De Marchi, el diputado nacional y ex intendente de Luján de Cuyo no rompa la coalición Juntos por el Cambio ,que la versión cuyana lleva por nombre Cambia Mendoza, y continúe esta alianza que es más amplia y bien distinta de lo que es a nivel nacional.

Gente sin swing
Fito Paez describe en su canción «aunque te inviten a su mesa no estarán de tu lado» y esto parece cumplirse en Cambia Mendoza. Omar De Marchi, quién en 2019 compitió en las PASO para gobernador y perdió frente al actual mandatario Rodolfo Suárez, desde hace meses cuenta en público su descontento con el manejo que detenta Cornejo y sus adláteres, principalmente, los radicales mendocinos. Reclaman que no convocan a concilios, ni siquiera invitan al resto de los partidos para opinar sobre decisiones de peso que se toman en la provincia del sol,el buen vino y las veredas lustrosas.

Los laberintos aburridos.
Aquella sentencia del ineludible Borges queda al desnudo, no es el amor sino el espanto lo que une al abanico multicolor de la coalición Cambia Mendoza. El conservador Partido Demócrata, de donde partió Omar de Marchi, hasta Libres del Sur, que a nivel nacional funciona a favor del Frente de Todos, pasando por la Coalición Cívica, que en Mendoza también lidera otro ganso de extensa trayectoria, Gustavo Gutierrez, y partidos de escasa afiliación pero que siempre están al rededor del plato con la esperanza de que alguna miga caiga y puedan atraparla. Algunos de esos, han tenido la «bendición» de recibir un mendrugo de pan bastante sustancioso, como lo fue el Pastor Bonarrico, del partido Más Fe, quien recibió a cambio de desalojar algún cargo posible, un subsidio mensual por parte del gobierno provincial, nunca esclarecido, pero seguramente «de buena fe»

Esto le deja, según los observadores políticos, el camino expedito al senador Nacional Cornejo para continuar con su hegemonía, y le cede una banca, sin competir al gobernador actual, ya que en las elecciones de 2021, fue «suplemente» de Cornejo. Algo que no coincide en absoluto con la jactancia mendocina de la «institucionalidad», pero como todos y todas saben, esas pretensiones en tiempos de elecciones tienen menos sentido que el protagonista de «El Solitario» de Guy Descars.

Nadie arriesga a que ahora, con esta declinación de Omar De Marchi, se reacomode la oferta electoral con otra orientación. Si bien el pretexto de que Cornejo fuese el candidato de Cambia Mendoza tuvo como argumento central los votos que podría restarle De Marchi desde afuera, el otro gran motivo para que Cornejo pretenda su propia remake es que en el concierto político nacional apenas le dejaban espacio para el timbal, y con suerte.

Aunque para algunos es intrascendente esto de impedirle a uno de los propios que haga rancho aparte, sabiendo que hace rato que lo expulsaron o no le abren la tranquera, lo significativo es lo que devela. Cualquier declamación que prometa una organización federal es más increíble que Macri elogiando la figura de Perón.

Cuando solemos pensar en grandes estadistas, en el diseño de políticas públicas relevantes y mientras nos enteramos hace escasas horas, azorados, de que Vladimir Putin anunció la suspensión del último acuerdo para el control de las armas nucleares con Estados Unidos que ambos países mantienen en vigor, las dos figuras que lideran las encuestas para las elecciones presidenciales 2023, de la alianza Juntos por el Cambio, extreman su discusión por: las taser. Podría sonar cómico si fuese un meme, pero es real. Es tan bizarro el debate que de algo podemos estar seguros: Ni Rodriguez Larreta ni Patricia Bullrich se darán un tiro en el pie.

Más de Opinión
OPINIÓN

Gambito de Dama

Gambito de Dama
Nota de opinión de Martin Tula respecto a la jugada política de Victoria Villarruel al convocar a Asamblea para tratar el DNU

Nuestras recomendaciones