La persona discapacitada ¿Es asexuado/a?

Caminando por la peatonal del centro de Córdoba capital con mi esposo, pensando que en nuestro caso los dos tenemos discapacidad, el visual y yo motriz, hemos formado una familia cómo hacen tantas personas en la misma condición, me preguntaba ¿Por qué aún existen tantos prejuicios sobre tener una discapacidad y poder disfrutar plenamente de la sexualidad?

Existen muchos mitos al respecto, la mayoría de padres, tutores o personas que se consideran ?a cargo», se asustan de saber que su hermano/a, tío, primo, amigo con cierta limitación puede llegar a tener una pareja y vivir plenamente esta instancia, es natural para una persona común, pero no para alguien que tiene discapacidad.

La persona con limitación sea física, visual, auditiva o cualquiera no es asexuado/a, angelito niño eterno, es una persona, tiene las mismas necesidades sexuales a las de una persona común.

Lo primero que plantean es ¿Cómo se van a manejar?  ¡¡no pueden hacer nada solos!!!, ¡¡apenas pueden moverse!!!, Sería una locura total!!!!

¡¡¡No comprendo qué es una locura total!!! enamorarse? Ver en el otro, los valores, su manera de enfrentar la vida y que a pesar de las dificultades que la misma le presenta, ¿salió adelante y puede llevar una vida completamente normal?

En el caso de que una mujer u hombre común, se enamora de alguien con discapacidad, también hacen un mundo, en realidad creo que da miedo lo diferente y existe cierto prejuicio en pensar que esa persona pueda tener una sexualidad plena, y sus hijos vendrán al mundo cómo Dios quiera enviarlos, cómo le puede pasar a cualquier persona.

Tocar al otro, sentir su aroma, poder disfrutar plenamente la sexualidad, no hace menos a una persona que tiene discapacidad.

aún existe en la sociedad el querer asistirlo/a, no considerarla como una persona con deseo o capaz de experimentar placer, sino como ?incapacitado? de amar y ser amado, infantil y asexuado.

La intimidad también forma parte de la vida de las personas con discapacidad y existen herramientas y profesionales capacitados que pueden ayudar con su experiencia a entender esa posibilidad.

Por lo general, cuando una persona común se relaciona sentimentalmente con alguien que tiene discapacidad se habla de que «se acercó por interés», quiere sacar provecho de la misma, pero no ven los sentimientos que existen y florecen entre los dos.

Ojalá con el paso del tiempo este tipo de prejuicios se esfumen y se vea la sexualidad en la persona con discapacidad como algo natural, sin preconceptos, miedos, aceptar qué una diferencia no nos limita a poder expresar nuestros sentimientos.

Por Carolina Forchino