La indigencia en Mendoza aumentó el doble en un año
Esta tarde el INDEC, Instituto Nacional de Estadística y Censos, publicó los datos de la pobreza e indigencia a nivel nacional. La pobreza en la Argentina alcanzó al 40,1% y la indigencia al 9,3% de la población en el primer semestre del año, antes de la devaluación implementada por el Gobierno. De este modo, la… Continúa leyendo La indigencia en Mendoza aumentó el doble en un año
Esta tarde el INDEC, Instituto Nacional de Estadística y Censos, publicó los datos de la pobreza e indigencia a nivel nacional.
La pobreza en la Argentina alcanzó al 40,1% y la indigencia al 9,3% de la población en el primer semestre del año, antes de la devaluación implementada por el Gobierno. De este modo, la pobreza afectó a 18.632.582 personas y la indigencia a 4.321.272, según los datos oficiales proyectados para todo el país.
#DatoINDEC
La región con mayor incidencia de la pobreza en personas durante el 1° semestre de 2023 fue el Noreste (42%); y la de menor, la Patagonia (33,2%) https://t.co/iwGutu1ch4 pic.twitter.com/XPSvCBgICu
— INDEC Argentina (@INDECArgentina) September 27, 2023
Mendoza
Durante el primer semestre de este año, más de 400 mil personas se encontraban bajo la línea de pobreza, según las estadísticas oficiales publicadas en la tarde de este miércoles por el Indec.
Esto representa un aumento del 3,2% en un año. Pero donde se ve el mayor impacto de la crisis económica ha sido en la indigencia, puesto que en 12 meses aumentó el doble la cantidad de personas en esta situación.
En números concretos, en los primeros seis meses de 2023, el nivel de pobreza llegó al 41,8% de la población. Es decir, que afectó a 437.497 personas en ese periodo, e impactó a 110.330 hogares de la principal área metropolitana.
En tanto, la indigencia afecta al 8,7% de los mendocinos, en otras cifras, a 91.227 individuos en 22.823 hogares.
Este crecimiento implica que casi 36 mil personas se convirtieron en nuevos pobres. Hay que decir que ya venía en aumento en los dos semestres medidos de 2022 -en el segundo alcanzó el 41,7%-.
El dato local es superior al promedio nacional, ya que fue del 40,1%.
Lo que más creció fue la indigencia, de hecho, lo hizo el doble en un año.
En el primer semestre de 2022 el 4,6% de la población era indigente y su situación impactaba en 3,8% de los hogares del Gran Mendoza.
Un año después, la población indigente aumentó un 4,1% en 12 meses, al ritmo de la crisis económica.
Entonces, en Mendoza más de 43 mil individuos son indigentes, sobrevive el día a día. Y donde se refleja el impacto es en la canasta básica, la que en un año, tuvo un incremento del 119,9% – y es la que marca el nivel de indigencia-, mientras que la canasta básica total el incremento fue del 115,8% -la que determina el umbral de pobreza-.
A nivel nacional
La pobreza en la Argentina aumentó al 40,1% y la indigencia al 9,3% de la población en el primer semestre del año.
El dato más preocupante es que el 56,2% de los chicos son pobres.
La medición se hizo antes de la devaluación implementada por el Gobierno a mediados de agosto último, por lo que esos datos deberían haber empeorado en el tercer trimestre.
Así, la pobreza afectó a 18,4 millones de personas y la indigencia a 4,3 millones, según los datos oficiales proyectados para todo el país.
Es el dato más alto desde el pico del 42% alcanzado durante la severa crisis provocada por la pandemia en 2020.
El porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza alcanzó el 29,6%; en ellos reside el 40,1% de las personas. Dentro de este conjunto se distingue un 6,8% de hogares por debajo de la línea de indigencia, que incluyen al 9,3% de las personas.
Referencias
El concepto de línea de indigencia (LI) procura establecer si los hogares cuentan con ingresos suficientes como para cubrir una canasta de alimentos capaz de satisfacer un umbral mínimo de necesidades energéticas y proteicas. De esta manera, los hogares que no superan ese umbral o línea son considerados indigentes.
En cambio, la medición de la pobreza con el método de la línea de pobreza (LP) consiste en establecer, a partir de los ingresos de los hogares, si estos tienen capacidad de satisfacer ?por medio de la compra de bienes y servicios? un conjunto de necesidades alimentarias y no alimentarias consideradas esenciales. Es decir que es un concepto más «abarcativo» que el de la indigencia.