Una postal que duele

Una imagen que destempla. Mendoza inauguró el mes de julio con una postal que le quita toda posibilidad de disfrute a la mañana del centro. Empleados municipales encadenados, suplicando para que se les resuelvan el tema de sus salarios, peor que magros. Encadenados y exhibiendo cuáles son los ingresos paupérrimos que reciben por realizar tareas… Continúa leyendo Una postal que duele

Una imagen que destempla. Mendoza inauguró el mes de julio con una postal que le quita toda posibilidad de disfrute a la mañana del centro. Empleados municipales encadenados, suplicando para que se les resuelvan el tema de sus salarios, peor que magros.

Encadenados y exhibiendo cuáles son los ingresos paupérrimos que reciben por realizar tareas que tal vez hoy cobren más notoriedad que antes de la Pandemia.

Cómo bien nos señaló un lector, sensibilizado por esta situación, los empleados municipales que realizan las tareas de recolección de nuestros residuos y los que deben soportar además de las inclemencias del tiempo, el frío intenso, el trato imprudente de automovilistas, hoy piden donaciones y esperan contribuciones de independientes que se apiaden de sus dramáticas situaciones.

Denuncian sueldos que no superan los 12 mil pesos. Suficiente argumento para que, todos quienes podamos, hasta tanto las autoridades solucionen estas situaciones, los ayudemos. La convocatoria es para acercar alimentos no perecederos y otro tipo de aportes en la intersección de las avenidas Belgrano y Las Heras, frente a la ex estación de los Ferrocarriles.

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