Una cotización inimaginable

Por ARIEL ROBERT    La situación que atravesamos, sea impuesta o natural, real o ficticia, nos obliga a desarrollar habilidades para las cuales no todos estamos dispuestos  y ?debo admitir- algunos somos torpes, lentos para concebir de qué se trata e incapaces de alcanzar un dominio aceptable sobre algunas tecnologías, programas y artefactos. Años atrás… Continúa leyendo Una cotización inimaginable

Por ARIEL ROBERT 

 

La situación que atravesamos, sea impuesta o natural, real o ficticia, nos obliga a desarrollar habilidades para las cuales no todos estamos dispuestos  y ?debo admitir- algunos somos torpes, lentos para concebir de qué se trata e incapaces de alcanzar un dominio aceptable sobre algunas tecnologías, programas y artefactos.

Años atrás se inauguraban en oficinas de grandes empresas sistemas de intranet y algunos métodos muy modernos de comunicación audiovisual en directo. Las fallas de audio, congelamiento de imágenes, cortes y escasez en los requeridos anchos de banda, obligó a que esos encuentros virtuales fuesen desechados o  inhabituales y se siguiera gastando tiempos y dineros en pasajes aéreos, viáticos y esas cuestiones que encarecen los procesos.

Pero aquello fue el antecedente para que las mega-compañías de internet, los monstruos prestadores de servicios y quienes cuentan con todos nuestros datos, corrigieran, mejoraran y difundieran métodos similares.

Charlas por streaming, conferencias multitudinarias y reuniones con participantes desde todos los continentes se instaló como disciplina bastante frecuente en muchas empresas e instituciones. En cambio, en los ámbitos familiares, sólo se apelaba a esos recursos de uno con uno, y siempre que alguno estuviese de viaje o viviese lo suficientemente lejos para justificar una comunicación visual y oral con dispositivos móviles o computadoras.

Lo intempestivo de la pandemia produjo impactos de todo tipo y en todo ámbito. En la educación desarticuló todo lo previsto. No sólo en el mundo de la administración educativa sino por los hogares. De repente los papás y las mamás se vieron invadidos por la responsabilidad de acompañar a sus hijos e hijas en la instrucción y el desafío de orientar en materias olvidadas o jamás aprendidas, y en dar cumplimiento a las obligaciones de presentar las tareas desde un celular o una computadora.

Sobre estos temas tuvimos la posibilidad de escuchar la exposición y participar del posterior diálogo con la profesora Marisa Díaz, Secretaria General del Consejo Federal de Educación de la Nación. Inevitable agradecer la invitación de María Inés Abrile de Vollmer y del espacio que integra, Diálogo Plural y de FURDETRA.

A través de video conferencia y ante un nutrido palco trazó un panorama sobre la actualidad de la educación en Argentina ante la inesperada pandemia y planteó el inexorable cambio que esto provocará cuando ?seguramente de modo paulatino- se reanuden las clases presenciales. La exposición completa, puede verse y escucharse en Facebook Live de Diálogo Plural.

En algunos pasajes de su charla destacó la necesidad de crear una agenda que rescate lo bueno que pudo producirse en esta improvisada etapa, en las que queda de manifiesto también las desigualdades que se extienden fuera de la Escuela. Instó a desarrollar la capacidad de innovación, preservando la cualidad irreemplazable del aula y de los y las docentes como sujeto imprescindible en la articulación social. Capitalizar la experiencia y recuperar plenamente un compromiso ético.

Marisa Diaz admitió que durante los primeros días de la pandemia hubo sobre abundancia de exigencias, también por temor de los docentes de incumplir con sus objetivos. Y deslizó como posibilidad que en el retorno a clases, se podría diseñar una metodología bimodal, presencial y digital.

Mismo método sirvió para que desde otra disciplina, el periodista, escritor y abogado Mario Wainfeld compartiera su visión sobre esta coyuntura impensada, sus posibles consecuencias y la actualidad política, social y económica. Apenas cuatro meses atrás, presentó en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo su libro: Estallidos argentinos: Cuando se desbarata el vago orden en que vivimos

Recomendable rescate de los acontecimientos más sobresalientes de nuestro país y como plus, escrito en lenguaje inclusivo.

También mediante gestión del Dr. Carlos Vollmer, la asistencia de Andrés Cazabán y Diego Martinez Palau tuvimos oportunidad de escuchar al periodista de Página 12 y de Radio Nacional, Mario Wainfeld quien descartó también las posibilidades benevolentes de un mágico día después. Una descripción cruda de lo que se está viviendo y del incremento de riesgo que ofrece el futuro, en gran medida merced al descalabro de la gestión de Macri.

Ampliar la mirada siempre es conveniente. Y sería ingrato no destacar que además y por el mismo sistema y aplicación, también pudimos conocer la mirada de un joven intelectual, Nahuel Sosa, quien aporta desde el pensamiento, ideas a la política de la actual gestión.

Pero no todo es teleconferencia, ni video conferencia. El uso redundante de este mecanismo también nos sirvió para simular los típicos encuentros de amigos comensales de asados. Sí. Por Zoom. Sin asado pero con igual sabor del afecto, del humor ingenuo y de la amistad sin solemnidades.

Como es notorio,  tanto para cuestiones de educación, como de filosofía, política, periodismo y amistad, estuvieron dominados por un factor común: ZOOM, la herramienta que creció como ninguna otra en un lapso que no supera los 5 meses.

Toda sospecha es bienvenida. De 10 a 300 millones de usuarios, salto alcanzado desde diciembre de 2019 a hoy. Ganancias record. Miles de millones de dólares que alzan a su propietario y lo ubican en el podio de los más ricos del planeta. Cálculo suficiente como para fabricar otra leyenda y más aún si observamos que el mentor de este soft, de esta aplicación, de esta herramienta que además no es siquiera de vanguardia se llama Eric Yuan. Sí,  y es chino y se llama exactamente igual que la denominación de la moneda de su país natal. Yuan

Eric Yuan es oriundo de Shandong, ciudad 533 kilómetros distante de Pekín, China. Tiene 50 años. Es Licenciado en Matemáticas Aplicadas en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Shandong y máster en Ciencias de la Computación de la Universidad de Minería y Tecnología de China. Muy joven fue a trabajar a Japón y luego a Estados Unidos, pero para lograr ingresar en Norteamérica debió soportar 8 denegaciones de su ingreso.

Ya en Sillicon Valey ocupó cargos de gran relevancia en las compañías del sector TIC. Su último cargo fue el de vicepresidente de Ingeniería de Cisco Systems, empresa a la que presentó su proyecto ZOOM en 2011, pero no convenció a sus directivos. Para acentuar las posibles intrigas, Cisco Systems, una de las gigantes de California, que cuenta con 74 mil empleados, tiene hoy como principal competidor a Huawei, una de las firmas chinas que asedia el liderazgo tecnológico de Estados Unidos.

Y así como es un misterio el nacimiento del COVID 19 y las contradicciones y explicaciones poco convincentes incrementan la incertidumbre mundana, entender que Zoom se haya convertido en la herramienta más utilizada,  habiendo otras similares, anteriores y contemporáneas, puede ser materia de análisis para esotéricos, espías, informáticos y pensadores afectos a las conspiraciones.

Habrá que acercar la cámara o aproximar la lente para saber en realidad qué esconde este fenómeno de nombre tan rudimentario y genérico: Zoom, y estar atentos al zigzagueante destino de la economía, ya que hoy un Yuan cotiza a 7.800 millones de dólares, los billetes denominados verdes que cada día son más grises.

 

 

 

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