TRAGEDIA EN WASHINGTON

La tragedia aérea en Estados Unidos alienta intrigas: 67 muertos y ninguna explicación

El choque del avión de Américan Airlines y el helicóptero de las FFAA de Estados Unidos dejó un saldó de 67 muertes y un enorme interrogante, además de la controversial opinión de Donald Trump


La tragedia aérea del último miércoles, en Estados Unidos ,alienta intrigas: 67 muertos y ninguna explicación. Inexplicable accionar del helicóptero conducido por expertos de la Fuerza Militar de Estados Unidos

Así era la nave siniestrada de American Airlines que en la que murieron sus 60 pasajeros y los 4 tripulantes. Foto Wikipedia

Así era la nave siniestrada de American Airlines que en la que murieron sus 60 pasajeros y los 4 tripulantes. Foto Wikipedia

Cerca de la Casa Blanca 

La noche del miércoles 29 de enero de 2025, un incidente devastador ocurrió en el espacio aéreo más vigilado y controlado del mundo. La capital de Estados Unidos, Washington D.C., que alberga instituciones clave como la Casa Blanca, el Capitolio y el Pentágono, fue escenario de una tragedia que dejó un saldo de 67 muertos. Un avión de American Airlines, que transportaba a 64 personas a bordo, y un helicóptero militar Black Hawk, con tres tripulantes del ejército estadounidense, colisionaron en pleno vuelo, estrellándose en el helado río Potomac, muy cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, a tan solo unos kilómetros de la Casa Blanca.

El choque, que ocurrió poco antes de las 21:00 hora local, generó un estallido en el aire que estremeció a la ciudad. Ambas aeronaves cayeron a las aguas heladas del río, y a pesar de los esfuerzos de rescate, no se encontraron sobrevivientes. El avión, un Bombardier CRJ700 operado por PSA Airlines, se rompió en varias partes antes de hundirse, mientras que el helicóptero Sikorsky H-60 de las Fuerzas Armadas de EE.UU. quedó boca abajo en el agua. Entre las víctimas del vuelo de American Airlines se encontraba una comitiva de jóvenes patinadores artísticos de Estados Unidos y Rusia, que regresaban de un campamento en Kansas, junto con entrenadores y familiares.

El presidente Donald Trump, quien iniciaba su segundo mandato, ofreció un mensaje sobre la tragedia al día siguiente, señalando que la causa del desastre podría haber sido una inadecuada ubicación del helicóptero en el espacio aéreo. En sus declaraciones, Trump enfatizó que el helicóptero "estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado", una conclusión apresurada que, además, desató una controversia política.

La insinuación controversial de Trump

En un giro inesperado, el presidente Trump sugirió que la tragedia podría haberse debido a un cambio en las políticas de contratación dentro de los controladores aéreos. En particular, mencionó la Ley de Paridad de Género y Accesibilidad para Personas con Discapacidad y Personas Transgénero, insinuando que los controladores aéreos que operaban en la noche del accidente podrían haber sido seleccionados bajo estos nuevos parámetros. La sugerencia de que la selección de personal podría haber comprometido la seguridad fue inmediatamente rechazada por expertos en aviación, quienes subrayaron la falta de evidencia para tales afirmaciones y recordaron que las investigaciones sobre el accidente no apuntan a ese tipo de variables.

La comunidad aeronáutica de EE.UU. y el resto del mundo reaccionaron con indignación ante las declaraciones de Trump, ya que las causas del accidente están siendo examinadas bajo un proceso riguroso e independiente. Los expertos han señalado que cualquier cambio en los procedimientos de selección del personal no podría haber sido un factor contribuyente a la colisión, y que las investigaciones apuntan más bien a fallos en la coordinación de las aeronaves en un espacio aéreo extremadamente congestionado.

Los detalles del impacto y las circunstancias de la tragedia

El choque entre el avión de American Airlines y el helicóptero militar fue precedido por una serie de eventos extraños. En las grabaciones de audio obtenidas por fuentes del control aéreo, se puede escuchar a los controladores alertando al helicóptero sobre la proximidad del avión comercial que aterrizaba. A pesar de las advertencias, el helicóptero no modificó su trayectoria y continuó su vuelo, lo que dejó a los expertos en aviación perplejos.

Según declaraciones de Cedric Leighton, coronel retirado de la Fuerza Aérea de EE.UU., es común que los helicópteros militares realicen entrenamientos nocturnos en esa zona para perfeccionar el uso de instrumentos de vuelo bajo condiciones de visibilidad limitada. No obstante, la insistencia de que el helicóptero estaba en una ruta de vuelo equivocada, sumado al hecho de que los controladores aéreos no pudieron hacer un seguimiento adecuado de las aeronaves involucradas, han sido elementos claves en la investigación.

Un factor que ha generado aún más intriga es el hecho de que, en el momento de la tragedia, solo un controlador estaba supervisando el tráfico aéreo en la zona, a pesar de que en circunstancias normales deberían ser al menos dos los encargados de gestionar el flujo de aeronaves. La falta de personal en un espacio aéreo tan delicado es otra de las líneas que está siendo investigada por las autoridades competentes.

La conmoción por las víctimas

Entre las víctimas del vuelo se encontraban varios jóvenes patinadores artísticos, muchos de ellos de gran talento y futuro prometedor. La Asociación de Patinaje Artístico de EE.UU. y el club de Boston, al que pertenecían los deportistas, lamentaron profundamente la pérdida de vidas de estos jóvenes, que habían viajado a Kansas para participar en un campamento de entrenamiento. Los nombres de las víctimas resonaron en los medios, pero lo que más conmovió a la opinión pública fue el hecho de que entre los pasajeros se encontraban entrenadores y excampeones mundiales de patinaje artístico como Yevgenia Shishkova y Vadim Naumov.

El hecho de que el avión estuviera transportando a una comitiva de jóvenes deportistas internacionales generó una respuesta de solidaridad no solo de parte de la comunidad estadounidense, sino también de Rusia, país del que provenían algunos de los patinadores. Las familias de las víctimas enfrentan una dolorosa realidad, ya que, aunque la tragedia fue inmensa, la sensación de que la tragedia pudo haberse evitado si se hubieran tomado decisiones correctas en la gestión del tráfico aéreo, ha calado hondo.

Un espacio aéreo altamente controlado y los procedimientos deficientes

El accidente ocurrió en el área de Washington D.C., uno de los espacios aéreos más controlados del planeta. Diariamente, cientos de vuelos civiles y militares transitan por esta zona, y su gestión requiere de un alto nivel de coordinación entre las autoridades civiles y militares. Además, los helicópteros encargados del transporte de altos funcionarios, como el presidente y el vicepresidente, suelen operar en este espacio. No es raro, por tanto, que las Fuerzas Armadas de EE.UU. realicen vuelos regulares de entrenamiento, pero el hecho de que un helicóptero de las Fuerzas Armadas estuviera tan cerca de un avión comercial sin una maniobra evasiva adecuada genera cuestionamientos sobre la efectividad del sistema de control.

El experto en aviación Philip Butterworth-Hayes apuntó que para que se produzca una colisión de estas características en un espacio aéreo tan vigilado, debe haber una falla en varios niveles del sistema. "Ambos sistemas, el civil y el militar, debían haber mantenido a las aeronaves separadas. El hecho de que eso no haya sucedido sugiere una grave deficiencia en la gestión del tráfico aéreo", expresó.

Un accidente sin precedentes que deja preguntas sin respuesta

El accidente en Washington D.C. es, sin lugar a dudas, una de las tragedias más impactantes de los últimos tiempos, no solo por la magnitud de la pérdida humana, sino por las circunstancias que rodean su ocurrencia. La falta de una respuesta clara y la polémica en torno a las declaraciones del presidente Trump solo han sumado confusión a una situación ya de por sí dramática. A medida que avanza la investigación, la pregunta sigue siendo la misma: ¿cómo pudo ocurrir un accidente de tal magnitud en el espacio aéreo más controlado del mundo? Las respuestas, hasta ahora, parecen escapar a la lógica y, como en tantos otros casos de tragedias aéreas, el tiempo será el único encargado de develar todas las sombras que aún oscurecen este desastre.

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