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Roemmers: el laboratorio que se convirtió en imperio

Y si hay un apellido que se volvió sinónimo de remedio, es Roemmers. Más de un siglo atrás el inmigrante alemán Alberto José Roemmers fundó un pequeño laboratorio en la calle Carlos Calvo. El imperio, el poder y una tragedia familiar que sucedió en Mendoza.

Adrián Characán
Adrián Characán

Hay marcas que curan. Y otras que, además de curar, construyen fortunas. Y si hay un apellido que se volvió sinónimo de remedio, es Roemmers. Más de un siglo atrás, cuando todavía existía el tranvía, el inmigrante alemán Alberto José Roemmers fundó un pequeño laboratorio en la calle Carlos Calvo. Lo que vino después fue una epopeya empresarial que terminó por convertir a esta familia en una de las cinco más ricas del país. Pero la historia de Roemmers no es solo la de una cajita amarilla y negra. Es la historia de cómo se construye un imperio.

Porque sí, hoy cuando compramos Amoxidal, Sertal, Melatol, Mejoral o Átomo Desinflamante, estamos engordando el mismo bolsillo. Ese que, desde hace décadas, maneja las reglas del juego en la industria farmacéutica argentina... y un poquito más allá también.

Las inconfundibles cajitas de medicamentos Roemmers, negras y amarillas.

Las inconfundibles cajitas de medicamentos Roemmers, negras y amarillas.

El negocio que creció en todas las direcciones

En Argentina, el sector farmacéutico mueve cifras descomunales: en 2024 facturó más de 8 mil millones de dólares, y de ese total, 5 mil millones provinieron exclusivamente del mercado interno. Pero Roemmers no se quedó solo con una parte de ese pastel: se llevó la fuente entera.

Alberto Roemmers, el empresario farmacéutico más importante del país, falleció en 2022.

Alberto Roemmers, el empresario farmacéutico más importante del país, falleció en 2022.

Arrancaron con la producción de medicamentos, pero con los años fueron metiendo ficha en cada eslabón de la cadena. Empezaron a fabricar principios activos a través de Maprimed (en sociedad con Hugo Sigman), después crearon su propia distribuidora, Rofina, que controla el 28% del mercado, y más tarde se quedaron con casi la mitad de Monroe Americana, una de las droguerías más importantes del país.

Roemmers: el laboratorio que se convirtió en imperio

Y eso no es todo. También poseen el 44% de Gador, el 51% de Gramon, y una buena porción del laboratorio Siegfried, que opera en más de 10 países de América Latina. Si sumamos todo, el grupo Roemmers controla casi un 23% del mercado farmacéutico argentino. El ranking puede parecer atomizado, pero detrás de varios logos hay un mismo dueño.

La década del despegue y el negocio de las patentes

En los ‘90, Roemmers dio su gran estirón. En 1998 compró Laboratorios La Vinca y Poen, y al año siguiente se quedó con casi la mitad de Gador, lo que duplicó su facturación hasta alcanzar los 400 millones de dólares anuales, el doble que el segundo del ranking, Roche. Ese mismo año también inauguraron su mega fábrica Pharma 2000 en Mataderos, capaz de producir 50 millones de unidades por año.

Roemmers: el laboratorio que se convirtió en imperio

Mientras las droguerías se tambaleaban por la convertibilidad, Roemmers y otros laboratorios aprovecharon para meterse de lleno en la distribución directa, recortando intermediarios y formando nuevas sociedades como PharmaNet, donde comparten juego con Casasco, Gador y Novartis. En 1997, se quedaron con Droguería Americana canjeando deuda por acciones y, tres años después, la fusionaron con Monroe.

La entrada en vigencia de la ley de patentes en 2000 no cambió demasiado las reglas. Algunos decretos previos allanaron el camino para los laboratorios nacionales, y aunque hubo denuncias de presuntos sobornos a diputados, la causa terminó desestimada. Roemmers, intacto.

Expansión con bisturí y billetera

Mientras tanto, Alberto Roemmers II miraba hacia el Norte. En México, compraron el laboratorio suizo Siegfried y se posicionaron con una estrategia brillante: apuntar a pediatras y odontólogos, dos nichos descuidados por los gigantes farmacéuticos. En Brasil, donde las trabas para importar eran pesadas, compraron en 2001 una farmoquímica y empezaron a adquirir empresas más pequeñas, familiares.

Roemmers: el laboratorio que se convirtió en imperio

Esa incursión en el mercado de venta libre fue el trampolín para repetir la jugada en Argentina. En 2004 lanzaron un gel anticontracturas, más tarde convirtieron Sertal en venta libre, y en 2011 compraron el 51% de Gramon, que se convirtió en su brazo fuerte en ese rubro. En 2017 pusieron 20 millones de dólares para quedarse con Elysium, dueños de Mejoral y Melatol. En 2021 desembolsaron 30 millones por la línea de leches infantiles de Sancor y en 2024 pagaron 6 millones por Átomo Desinflamante.

Y no se quedaron ahí

Roemmers: el laboratorio que se convirtió en imperio

En 2013 se metieron en el rubro dermocosmético, lanzaron la marca Eximia y después compraron la línea completa de Cepage. En paralelo, siguieron comprando y vendiendo marcas, aunque quizás su operación más impactante fue la de Mega Pharma, en Uruguay. La empresa, que habían creado en sociedad con la familia alemana Strengma, les costó 100 millones de dólares y en 2018 se la vendieron por 1.000 millones. Un gol de media cancha.

El dato que pocos saben: una tragedia en Mendoza

La historia de los Roemmers no está exenta de tragedias. Christian Roemmers, el cuarto hermano de la saga, murió en 1998, a los 34 años, en un accidente de parapente en Mendoza. Fue una pérdida que marcó a la familia, aunque poco se hable de ella en medios o entrevistas del hijo de un empresario; ocurrió durante el campeonato argentino de esa disciplina, el accidente fue el día 5 de diciembre de 1998 a las 15.45, a poco de haber despegado desde la rampa de lanzamiento de los competidores en la cumbre del cerro Arco, de 1650 metros, situado en las primeras estribaciones montañosas al Oeste del Gran Mendoza.

El viento en altura no era el más favorable cuando ocurrió la tragedia. El piloto despegó y encontró una corriente ascendente que lo elevó unos 40 metros de la cumbre del cerro. Fue allí cuando comenzó a sufrir problemas técnicos, no pudo restablecer el planeo de su parapente y en pocos segundos chocó contra una de las laderas del cerro Arco. El primer policía que llegó hasta el deportista lo encontró con vida, inconsciente. Le sangraba la cabeza. Pocos minutos después murió. Los médicos informaron que había sufrido varias fracturas. El cadáver pudo ser retirado alrededor de las 19.15 y se esperaba aquí a los familiares de la víctima, quienes viajaban en un avión particular para trasladar los restos a Buenos Aires. Christian era el menor de los hijos de Alberto Roemmers.

Roemmers: el laboratorio que se convirtió en imperio

Hoy, el holding principal de la familia no está radicado en Argentina, sino en el País Vasco, bajo el nombre de Cormoran de Bilbao Sociedad Limitada. Los accionistas son Alberto III y Pablo Roemmers, con un 49% cada uno. El restante se perdió con la salida de Alejandro Roemmers, quien cedió su parte a cambio de una renta fija anual de 15 millones de dólares. Nada mal para dedicarse a escribir.

Los dueños de las marcas... y de la fiesta

Alejandro no eligió los laboratorios, cedió a sus hermanos su parte a cambio de la suma de 15 millones de dólares por año, prefirió las letras. En 2008 escribió una secuela de El Principito, traducida a más de 30 idiomas. También produjo obras de teatro, musicales y hasta colaboró con Flavio Mendoza. Pero su mayor acto artístico, sin dudas, fue su cumpleaños número 60. Tres días de fiesta en Marruecos, con Ricky Martin en vivo, paseo en camello, cena con mantel largo y 600 invitados VIP. Entre ellos: Bulgheroni, Ratazzi, Agustín Pichot y Agatha Ruiz de la Prada.

Roemmers: una de las cinco familias más ricas de Argentina.

Roemmers: una de las cinco familias más ricas de Argentina.

No fue su único evento épico. Por sus 40, viajó cinco días con amigos a República Dominicana. Y para los 65, repitió el lujo en Punta del Este con shows de Sebastián Yatra y Karina La Princesita. Como si fuera poco, Alberto II, antes de morir, dejó organizada una fiesta secreta en el Hotel Alvear, con champán francés y 200 invitados. Dicen que no hay bolsillo que alcance, pero cuando uno factura más de 100 millones de unidades por año, todo es posible.

Roemmers: el laboratorio que se convirtió en imperio

¿Un laboratorio o una estructura de poder?

Roemmers no solo fabrica medicamentos: fabrica poder. Desde las farmacias hasta el Congreso, desde el camillero hasta el ministro de salud, su presencia es transversal. Hoy tienen fábricas en Argentina, Brasil, México, Colombia, Ecuador y Venezuela, y controlan más de 70 marcas. Son el jugador que todos miran, pero pocos enfrentan.

Porque cada vez que alguien se toma un Sertal, alguien en Bilbao cobra intereses. Y cada vez que una familia compra una Amoxidal, no solo combate una infección: financia un modelo. Un modelo que funciona como un reloj suizo, aunque su corazón esté en Alemania, su caja en España y su ganancia en Argentina.

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