RAZONES DEL CORAZÓN

Otra manera de estar privado de la libertad, siendo un inocente paciente

Carecer de cobertura médico asistencial, padecer una dolencia que requiere de medicamentos, instrumentos o aparatología especial es tan peligroso como la falsas denuncias. Alguien puede quedar preso de la burocracia y la indolencia.

Hoy que la palabra "libertad" aparece con más frecuencia que el sustantivo "salud", un caso merece la atención y la resolución inmediata. Se trata de un paciente que desde noviembre espera recibir un desfibrilador implantable.

La familia de Ariel Ríos duda en contarnos su drama. Están con esa sensación ambigua entre el agradecimiento por el trato que recibieron de médicos, enfermeras, enfermeros y auxiliares, y la desidia del "sistema sanitario" para que Ríos retome su vida, afuera de un hospital.

En octubre, Ariel Ríos, sufrió una descompensación. Se desvaneció. Él y su familia viven y tiene sus actividades laborales en San Rafael. Lo asistieron en el Hospital Schestakow y decidieron trasladarlo al Hospital Central de la Ciudad de Mendoza, por la posibilidad de hacer estudios más profundos.

En un primer momento especularon que podría ser algún episodio cerebral, pero al realizarle ecocardiogramas y una resonancia magnética, arribaron al diagnóstico: hipertrofia, patología que provoca un agrandamiento del corazón. Esa hipertrofia, como la arritmia que le provoca, no tienen mejor terapia que la de la colocación de un desfibrilador.

Otra manera de estar privado de la libertad, siendo un inocente paciente

Según se pudo saber, el pedido de este desfibrilador lo hicieron el 2 de noviembre. Ariel Ríos, hoy, sigue internado, con un deterioro psíquico, clínico y anímico porque se encuentra preso de un sistema de salud que cada semana promete el implante y no se produce.

Tanto como los internos en los penales sin proceso, Ariel Ríos padece de la desidia de los sistemas que debería garantizar lo necesario para que nadie, innecesariamente, se vea privado de su salud y de su libertad.

Las autoridades sanitarias tienen la palabra. Y esa palabra no puede seguir siendo la dilación de una solución conocida. Ariel Ríos y toda su familia, esperan que no se postergue más la solución para que puedan regresar a una normalidad social, laboral y familiar, aunque con los condicionantes que la salud impone.

Esta nota habla de:

Nuestras recomendaciones