Muertes por siniestros en calles y rutas de Mendoza. Un inicio fatal a 10 años de la tragedia en San Martín

Martes 13 fatal

Este martes 13 perdió la vida un joven policía. Hernán Alex Coronado, de 25 años, conducía su moto Yamaha FZ16, por el Acceso Este. Se dirigía hacia el Oeste y- según las primeras informaciones- colisionó a otro vehículo en la parte posterior.

Motivos ignorados

Por los datos que aporta el Ministerio de Seguridad y Justicia, el hecho fatal se produjo cerca de los distritos de Beltrán y de Rodeo del Medio. Las investigaciones arrojarán cómo pudo ser este siniestro, ya que ese tramo de la Ruta Nacional 7, ofrece los mejores estándares. Doble vía y el estado de las placas de hormigón en condiciones aptas. 

Muertes directas e indirectas, y otras consecuencias

En 45 días, en Mendoza, se han registrado 31 muertes directas, o sea, que se han producido en el lugar del hecho o en el traslado par ser atendidos, y se conoce, al menos,  el deceso de un joven, a las pocas horas de ser hospitalizado. No contamos con el registro de cómo han evolucionado quienes han sobrevivido en estos incidentes, pero con lesiones serias. Al menos 3 adultos y un chico

A diez años del siniestro frente al autódromo Penna: 17 muertos en un sólo accidente.

Se cumple una década del siniestro vial más que conmocionó a la provincia. También en la Ruta 7, pero debido a una acción temeraria del conductor de un camión que se cruzó a los carriles que circulan en sentido contrario y chocaron de frente con un colectivo de larga distancia. Un acto criminal en el que también falleció el autor de ese horrible acontecimiento. 17 personas murieron por ese siniestro el 7 de febrero del 2014. 

La negligencia, la inacción y la mala suerte, conspiran siempre contra la seguridad

Aquella vez hubo elementos de todo tipo, nunca lo suficientemente esclarecidos. La violencia y muerte del conductor no permitieron más que inferencias por testimonios y un dato relevante: ciudadanos atentos habían llamado al 911 advirtiendo de maniobras imprudentes de un chofer en estado presuntamente alcoholizado. Ese conductor fue quién, minutos más tarde, cegaba  la vida de 16 personas y la propia. La inacción de quienes atendían el 911 y de la policía, tuvieron una cuota parte de responsabilidad.

También en la Ruta Internacional 7, pero en la Cordillera, otra tragedia colectiva

Tres años después de aquél, el más grave siniestro de tránsito, otro incidente lo superó en cantidad de víctimas. El colectivo de la empresa chile Turbus, en la zona del Parque Provincial Aconcagua, se precipitó y el saldo fue de 19 personas muertas. 

Muertes evitables, datos que confunden y el incumplimiento de las leyes y normas.

Pretender información veraz desde los ministerios del Estado Provincial y de otros organismos es una tarea frustrante. O los proporcionan a destiempo o directamente los niegan. El incumplimiento de las leyes por parte de quienes más deberían apegarse, es una contribución cotidiana a la anomia y esto funciona como invitación a no cumplir (incumplir también las normas de tránsito). Esto también colabora para que pensemos que si algo mejora, no es producto de la acción planificada desde el Estado sino, pura suerte. 

Mantener el declive en los decesos por incidentes de tránsito

Los números que deben servir para entender, suelen desconcertar. La lógica de que en los años 2014 (tragedia en San Martín, 17 muertes en un sólo hecho) y de 2017 (19 muertes en un día) quiebran los promedios. Que en los años 2020 y 2021, debido a la Pandemia y el brutal descenso de vehículos transitando, es razonable. Desestacionalizando estos fenómenos, encontramos que en 2022 y 2023 los números son halagüeños pero cuesta relacionarlos a alguna planificación estricta o a un control severo. Probablemente existan tales acciones, pero lamentablemente, desde el Estado, no los comparten, y por eso, necesariamente sólo podemos atribuírselos a un destino divino o acaso al azar.

Indagar no siempre calma la incertidumbre

Recurrimos a una entidad habitualmente confiable. ISPGS. El Instituto de Salud Pública y Gestión Sanitaria aporta análisis interesantes. Señalan la multicausalidad de la siniestralidad en el tránsito. Describe los tres elementos gravitantes que participan para los siniestros ocurran: la persona, el vehículo y las condiciones del ambiente, entiéndase estado de calles, rutas, visibilidad, condiciones meteorológicas. Pero a la hora de publicar los números, también defecciona y eso le resta rigor a lo que publica. Esta es la tabla que aparece publicada por el ISPGS. La repetición del dato no es el problema, la cuestión en que repiten los períodos pero cambian los valores. Indescifrable: 

Cómo manejarnos cuando las señales son confusas y las curvas increíbles.

En los primeros 45 días de este 2024 se han producido más fallecimientos por accidentes viales que durante 4 meses de años anteriores. 

Cuando las variables que intervienen son muchas -tal como dicen expertos en resolución de conflictos- lo aconsejable es tomar una de esas y no abandonarla hasta que desaparezca como factor. De alguna manera se trata de "empezar por algo". 

Entre los muchos motivos, observamos la recurrencia de uno:  la impericia en la conducción. Esa impericia obedece a dos factores: a la imprudencia y a la ignorancia. La primera -más compleja- se combate con sanciones, pero sabemos que las políticas punitivas acaso sirven para atenuar futuros daños, no para evitarlo. En cambio, la ignorancia, se modifica con educación, formación, capacitación, y eso sí contribuye preventivamente. Para ambas, hay una materia pendiente que no es solución en sí, pero es un elemento primigenio, ausente: la información y la comunicación. Dos verbos que exigen vocación pública y ética. Por algo hay que arrancar para desacelerar las muertes prematuras.