Leonardo Favio y un confuso episodio policial
El fotoperiodista Orlando Pelichotti rescata un episodio en el que Leonardo Favio padeció del accionar policial y el gran artista mendocino fue víctima de una estafa
La publicación de una fotografía autografiada por Leonardo Favio, que lo mostraba detrás de las rejas de un calabozo, fue el origen de esta nota que revela un episodio confuso, sufrido por uno de los artistas más lúcido y comprometido de Mendoza.
El frustrante Festival Beat
Leonardo Favio había regresado de una gira por Estados Unidos y España. El éxito como músico, intérprete y compositor lo había legitimado en una de sus muchas facetas artísticas. Ese mismo año, realiza por primera vez una gira recorriendo ciudades de la Argentina y regresa a su provincia natal, ya consagrado, para presentarse en distintos escenario y actuar dentro del Programa del Festival Beat.
Los vecinos y los diarios
Empujados por la curiosidad que despertó ese retrato inédito, con la firma del propio Favio estampada, nos introdujimos en la Hemeroteca de la Biblioteca Pública General San Martín para certificar ese suceso extra artístico, en el lejano 1971.
Los pequeños tipos de los diarios de papel y las imágenes en blanco y negro que ilustraban las crónicas, certifican la particular historia dentro de la fantástica historia de Leonardo Favio, que pudimos completar gracias al testimonio de dos vecinos del bajo Luján, lugar de crianza y aventuras de Fuad Jorge Jury Olivera, sus datos identitarios según el registro civil.
Una imagen y mil palabras
En la foto que originó esta indagación -que se mantiene inédita a pedido del propietario- se lo ve a Leonardo Favio, luciendo un típico "tejano", que le otorga un aire extraño, el mismo sombrero vaquero con el que se lo ve en estas imágenes que replicamos de los (extintos) diarios Mendoza y el vespertino El Andino, donde el hecho ocupó amplios titulares.
Agencia de Producciones de Shows
Mendoza Producciones 71 fue la Empresa promotora de espectáculos que contrató a Favio en aquella ocasión. Esta agencia tenía sus oficinas en la elegante Galería San Marcos, sobre la actual Peatonal Sarmiento al 127. La productora estaba conformada por Alfredo Félix Castillo, su hijo Juan José Castillo, ambos sanjuaninos y un homónimo del productor y cineasta famoso Enrique Carreras, pero este personaje era nacido en Chile.
Itinerario arduo
El regreso a su provincia y la visita a las provincias contiguas era exigente. Fueron varias presentaciones en pocos días. Una fue en el Club Giol de Maipú, donde se congregaron más de 2.000 personas, en su típico patio de baile. El enorme teatro Griego Frank Romero Day, show que disfrutaron unas 6.000 personas. Otro de los show pactado fue en San Juan. El contrato comprometía a "Mendoza Producciones 71" pagarle un cachet total de 6 millones de pesos.
Varios defraudados
En el Festival Beat debían actuar otros artistas y bandas. Algunos no se presentaron, directamente, como fue el caso de Donald. La cosa no venía bien. Defraudaron al público, pero también a los artistas, en primer lugar, a Leonardo Favio, siempre protagonista.
Del Plaza Hotel directo al calabozo
Favio, junto a sus músicos y a su manager, estaba alojado en el Plaza Hotel (actual Hyatt) y luego de una de las actuaciones, lo fueron a buscar, debido a una denuncia que -hipotéticamente- pesaba en su contra. Para nada amables ni contemplativos con el artista que luego de una gira internacional volvía a su provincia natal. Tampoco entendía él cuál era la causa, el motivo para quedar detenido a disposición del juzgado.
Destrato para todos
Aquella policía que luego condujo el "loco Santuccione" (brigadier, represor, jefe desde 1975) ya era conocida por ser "brava", ignorando procedimientos afines a la justicia y maltratando. De la hostilidad y agresividad que padeció Favio aquella vez, no se salvaron quienes lo acompañaban. Tal como lo denunció Leonardo Favio, fueron violentos y agresivos con Leo Rivas, el gran animador de la época, con su manager, Mario Agreda, pero además con los integrantes de otras bandas del momento y contratadas también para el Festival Beat: "Vía Libre"; "Cíclope"; Heart y Freedom.
Pobres argumentos
La inesperada circunstancia, de ser aprehendido en el Plaza Hotel y llevado a la Comisaría Segunda, desconcertó a Leonardo y a quienes lo acompañaban. El argumento de la detención fue una denuncia formulada por Oscar Manuel Ferro y Alfredo Lucentini. El motivo argüido fue que les debían $ 50.000 del viaje a San Juan que hizo junto a su representante para una actuación. Era obvio que no podía caberle responsabilidad al artista sobre un pago de un servicio que no había contratado él y seguramente ignoraba cualquier otro detalle de lo que pudieran haber pactado los de la empresa de contrataciones.
Especulaciones
La casualidad es una materia escasa. Esto ocurría en noviembre de 1971. El sillón de Rivadavia, en la Casa Rosada, estaba usurpado por el general Alejandro Agustín Lanusse, y el de San Martín, en el barrio cívico mendocino, por el interventor federal de facto (ex gobernador electo) Francisco "Pancho" Gabrielli. La manifiesta simpatía de Leonardo Favio por el Peronismo, su obra musical y su cine no les resultaba agradable a los gobierno de facto y principalmente sin ocultamientos anti peronistas. La denuncia y detención por el no pago de un transporte, no cerraba.
Libre, pero no indemne
Después de estar en el calabozo y ser fotografiado, el propio Favio recordaba que asistentes judiciales le pedían autógrafos. Fue trasladado al Juzgado de Faltas. El juez Gonzalo Barrios Quiroga rápidamente dictó el sobreseimiento, pero sin detenerse en los tratos que había recibido el artista, de probada inocencia.
Enojado y una promesa incumplida
Entre detenciones y actuaciones, supo que la empresa "Mendoza Producciones 71" había hecho el depósito inicial de garantía, de $ 1.100.000 pero no habían efectuado el pago de los $ 4.900.000 para completar el monto de lo pactado. Hay quienes asocian la apócrifa detención con este otro hecho que perjudicó enormemente a la estrella que volvía a brillar en su propio lugar. Sus palabras definieron la sensación que vivió en aquel noviembre de 1971:
Entre estafadores y la policía Brava, que lindo recuerdo me llevo de esta provincia... Será la última vez que venga a Mendoza. Hay prepotencia policial y procedimientos increíbles...
Fin de la película: estafaron, huyeron y los atraparon
La estafa de la cual fue víctima Leonardo Favio y otros artistas, tuvo otro capítulo. Tras la denuncia por la falta de pagos -incluido el transporte-, en la madrugada el 9 de noviembre, la policía por orden del juez, llega al Hotel Escorial, de la turística avenida Las Heras. Logran atrapar a Castillo padre e hijo, pero contaban sólo con una parte del dinero de las recaudaciones, el resto se lo había llevado el chileno Carreras (como un chiste oscuro del destino histórico) hacia Perú. Según crónicas posteriores, jamás pagó sus acreencias pero en tras un acto similar en Lima, en donde no cumplió con los pagos, fue acribillado de 15 balazos. En esa oportunidad, una de las víctimas fue el autor de "Un Millón de Amigos", Roberto Carlos.
Memorable 1971
La promesa de no regresar a Mendoza, afortunadamente, no la cumplió. Y en aquel 1971, luego de ser víctima de estafa pero además- y muy especialmente- de un trato policial hostil y una extraña acusación, ensombrecieron un año igualmente inolvidable para él y sus admiradoras y admiradores. El 2 de septiembre se había estrenado "Simplemente una Rosa", película que tomaba de su canción "O quizá simplemente te regale una rosa" además del título, la esencia de ese mensaje y lució el papel protagónico de ese clásico del cine nacional dirigido por Emilio Vieyra.
