Nuestra historia olvidada | EPISODIO #01

A 71 años de secretos y olvidos de la tragedia de Los Andes | Episodio #01

A partir del rescate de negativos inéditos que se conservaron durante más de seis décadas en los Archivos de la Dirección de Prensa de Gobernación de Mendoza, y que actualmente atesora y cataloga el Archivo General de Mendoza, a cargo de la técnica especialista Alicia Guevara, Diario PORTADA, pudo comenzar a reconstruir parte de nuestra triste historia, conocida como "La tragedia de Los Andes" | Episodio #01

LA MIRADA EXPERTA

A 71 años de secretos y olvidos de la tragedia de Los Andes | Episodio #01

Desde Diario PORTADA celebramos que el fotoperiodista, artista plástico y docente Orlando Pelichotti sume su calidad periodística en nuestro medio, con crónicas exclusivas y retratos únicos. Sus 30 años de aportes en diario Los Andes, sus incontables premios como artista plástico y fotógrafo, sus miles de kilómetros recorridos por el Mundo, convergen en los trabajos que podremos compartir en cada nota que Orlando Pelichotti comparta a través de diario PORTADA.

DOCUMENTO EXCLUSIVO | EPISODIO #01

La expedición militar secreta que terminó en muerte

Desde inicios de la década del '50, las expediciones militares de reconocimiento territorial y los relevamientos a los hitos geográficos eran constantes.

El 10 de agosto de 1953 en Campo Los Andes, ubicado en Tunuyán, una expedición constituida por 40 militares del Ejército Argentino en conjunto de Gendarmería Nacional, se alistó desde primeras horas para emprender la primera travesía de invierno, que se internaba en las gélidas entrañas de la Cordillera de los Andes, en una operación que tenía como objetivo realizar inteligencia y control de hitos con la República de Chile, al mando del joven teniente cordobés de 25 años Heldo Augusto Borzaga, según consta los documentos preservados en el Archivo General del Ejército Argentino.

El parte oficial, indica que partieron a las 06:30 del 13 de agosto. Esa jornada registraba apenas 2 grados y recién el sol apareció cerca del mediodía, ya en pleno ascenso al refugio de la Laguna del Diamante. Al día siguiente permanecieron realizando tareas de mantenimiento y acopio de materiales.

El tercer día, 15 de agosto, partieron hasta el siguiente objetivo que era el refugio Presidente Perón, por Paso Alvarado.

El reporte radial con la base anunciaba un importante temporal que duraría varias jornadas, y dejando al teniente a cargo la decisión de abortar la misión, o de continuar, para ese entonces ya había varios integrantes con principio de congelamiento. La respuesta no demoró en conocerse, continuarían mientras el inicio del temporal ya comenzaba a teñir el paisaje, con la blancura desoladora. Esa noche no lograron llegar al otro refugio dado que comenzó a nevar sin con viento blanco que imposibilitó continuar la travesía.

Según narraron los testigos años después, el sargento baqueano Juan Manuel Tovares (criado desde niño en alta montaña), junto al soldado baqueano Ramón Álvarez, le solicitaron el regreso inmediato, aunque no fueron escuchados por el inexperto teniente Borzaga, que se mantenía firme en la decisión de continuar y mientras quedarse en el refugio hasta el martes 18. Pudieron salir del mismo recién a las 5 de la madrugada (esa noche, la luna en cuarto creciente tenía un halo de hilo rojo muy visible fue un dato que no quedó en la causa final, aunque sí en la memoria de los sobrevivientes), sufriendo temperaturas de 20 grados bajo cero, y las condiciones de la tropa ya empezaban a manifestar nuevamente principios de congelamiento.

Borzaga años después diría en una entrevista, que debió quedarse en esa base y reportar su rescate con anterioridad, aunque ya era demasiado tarde. La ruta elegida fue la peor idea de todas que ejecutó para regresar, porque en Pampa de los Avestruces, el viento casi siempre es rasante, y a media marcha fueron sorprendidos por el ojo de la tormenta, que los azotó impiadosamente. Sin visibilidad por el viento blanco, comenzaron a caminar enterrados en la nieve que por momentos superaba el metro y medio de altura, llegando a la tarde al Refugio Yaucha.

Reproducción de diario donde muestra el traslado de Borzaga al Hospital Militar de Buenos Aires

Reproducción de diario donde muestra el traslado de Borzaga al Hospital Militar de Buenos Aires

Por orden del teniente cuatro militares quedaron apostados en un pequeño refugio construido por ellos mismos a mitad del camino, improvisando como palas a los trineos, para que sean los encargados de avisar a la patrulla de rescate que se creía había partido esa mañana, pero lamentablemente fueron los primeros en encontrar su muerte por congelamiento. Sus cuerpos fueron encontrados abrazados días después enterrados en la nieve y uno de ellos sostenía un rosario en sus manos.

Un importante testimonio del 8 de septiembre de 1953 del rescate del último de los cadáveres del cabo primero Laureano Bracamonte, registrado por el camarógrafo Eduardo Douglas di Fiore, que circunstancialmente estaba filmando un documental en esa geografía de nuestra provincia.

Un importante testimonio del 8 de septiembre de 1953 del rescate del último de los cadáveres del cabo primero Laureano Bracamonte, registrado por el camarógrafo Eduardo Douglas di Fiore, que circunstancialmente estaba filmando un documental en esa geografía de nuestra provincia.

Hasta el viernes 21 de agosto la tropa permaneció en ese refugio, los víveres casi se habían agotado, cada tres horas encendían la poca leña que había, y hasta prendieron fuego a los últimos trineos de madera y a algunas telas de ropas, momentos difíciles donde intentaban hablar poco, moverse con mucho esfuerzo y con pequeños movimientos para calmar el frío, pero el espacio era reducido. Las órdenes del inexperto teniente para ese entonces comenzaron a ser cuestionadas, y se decidió salir por la chimenea uno a uno, ya que la única puerta estaba tapada de nieve, justo a tiempo porque una avalancha a los minutos cayó encima del refugio, habiendo matado a todos. Caminaron por horas a la deriva en la oscuridad, hasta llegar a las confluencias de los arroyos Potreros del Zorro y Los Gauchos (afluentes del Yaucha), eran 21 militares por entonces, y una nueva errónea orden del teniente obligó a quedarse allí mismo.

En una entrevista, en 1998 para un diario, un agregado consular en Nueva York, Borzaga afirmó: "En dos días, 21 y 22 de agosto, murieron por hipotermia doce integrantes de la expedición. Los sobrevivientes amontonaban los cadáveres de los compañeros contra el viento para usarlos como trincheras. El espectáculo, de tan irreal, era espantoso. Algunos se acostaban y abrazaban a los muertos para evitar quedar pegados al piso por el hielo y la nieve. Sólo se podía esperar a la muerte en ese cementerio de nieve.

Recordó cuando el soldado López en la última noche con vida murmuró en medio de ese silencio atormentador "- Quiero mi verano... Y se entregó al sueño eterno. La Cordillera de los Andes lo había vencido".

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