Frío, frío. Los aciertos del pronóstico meteorológico y los medios
Desde las danzas tribales para hacer llover hasta hoy, se ha avanzado de manera rotunda en el análisis de las condiciones del estado del tiempo, pero nada es perfecto
Las demandas de la población exigen que los servicios meteorológicos sean más precisos y más veloces
El Inicio de los Pronósticos Meteorológicos en la era contemporánea
La meteorología, como ciencia y práctica, ha tenido una evolución significativa a lo largo del tiempo. En Argentina, los primeros pronósticos meteorológicos comenzaron a publicarse en medios gráficos a fines del siglo XIX. A partir de la década de 1930, los pronósticos del tiempo comenzaron a difundirse en la radio, proporcionando a los ciudadanos información diaria sobre las condiciones meteorológicas. La televisión, desde la década de 1960, consolidó estos pronósticos como una parte esencial de los noticieros, ofreciendo actualizaciones visuales y detalladas.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de Argentina, fundado en octubre de 1872, ha sido clave en el desarrollo de la meteorología en el país. Inicialmente, sus informes aparecían en periódicos y reportes técnicos, pero con el tiempo, estos informes se hicieron más accesibles a través de medios electrónicos.
Precisión y evolución de los pronósticos
La precisión de los pronósticos meteorológicos ha mejorado notablemente con el avance de la tecnología. En las primeras décadas del siglo XX, la tasa de aciertos en los pronósticos era limitada debido a la falta de herramientas avanzadas. La introducción de radares, satélites y modelos computacionales en la segunda mitad del siglo XX permitió una mejora significativa en la capacidad para prever las condiciones meteorológicas.
Hoy en día, los pronósticos a corto plazo (hasta 48 horas) tienen una tasa de aciertos de aproximadamente 85-90% en Argentina y a nivel mundial. Para pronósticos a largo plazo, la precisión disminuye debido a la complejidad de los sistemas meteorológicos, aunque los avances en modelización numérica y tecnología de observación continúan mejorando la previsión de eventos extremos.
El aluvión del ‘70 en Mendoza, un desastre que llegó un día antes que los Reyes Magos.
El 4 de enero de 1970, Mendoza sufrió un devastador aluvión. Durante esta tormenta, se registraron precipitaciones intensas que causaron el desbordamiento de ríos y arroyos. Rotura de diques. La acumulación de agua superó los 140 mm en algunas zonas, cuando la media mensual para enero es de alrededor de 10-15 mm. El aluvión resultó produjo la muerte de aproximadamente 24 personas y causó graves daños en la infraestructura y en las viviendas. La recuperación de la región fue extensa y destacó la necesidad de sistemas de alerta y previsión. Épocas en las que los canales de televisión existentes en Mendoza (Canal 7 y Canal 9) anunciaban el Estado del Tiempo, con personajes de inolvidable presencia.
Predictores, ni adivinos ni profetas
Esta tormenta fue anunciada pero nadie arriesgó la magnitud de la misma. No existían las herramientas de hoy y la comunicación era minúscula en comparación con lo profusa circulación que ocurre en las redes sociales.
Tomar nota en blanco y negro
En uno de esos canales de televisión, y también en LV10 Radio de Cuyo, el pronóstico lo ofrecía un verdadero personaje. Don Bernardo Rzquin, un autodidacta que, gracias a su minuciosa observación de la naturaleza, al seguimiento de otros aspectos que comprendía también los comportamientos de animales, predecía algunos fenómenos con una exactitud envidiable. Pero era un estudioso y jamás pretendió ser una mago, ni un chamán, algo que en la película Granizo, protagonizada por Guillermo Francella, caricaturizaron irrespetuosamente.
Cuando la superstición se disfraza de ciencia. Martes 13
En la tarde del martes 13 de abril de 1993, las condiciones de alta inestabilidad y la llegada de un poderoso frente frío a la provincia de Buenos Aires formaron un cóctel perfecto para el desarrollo de tormentas severas acompañadas de decenas de tornados. Este evento fue clasificado por los expertos como "extraordinario" y hasta hoy, ninguna otra tormenta en nuestro país logró igualar la cantidad de tornados de ese día
La noche de los Cien Tornados
Después de las 8 de la tarde, en el cálido martes 13 de abril, comenzaron a formarse tormentas sobre el centro de la provincia de Buenos Aires. Velozmente se extendieron desde Pehuajó hasta la costa entre Necochea y Mar del Plata. Se calculó que el área total afectada superó los 4000 km2 y el sistema de tormentas se desplazó a 130 km/h, una velocidad inusitada. El fenómeno se produjo hasta las 11 de la noche.
Se reportaron más de 100 tornados, que fueron clasificados en categorías de F1 a F3. Los daños se produjeron a lo largo de franjas orientadas de noroeste a sudeste y entre los partidos más afectados ese día estuvieron Pehuajó, Hipólito Yrigoyen, Carlos Casares, Bolívar, Daireaux, General Lamadrid, Olavarría, Tapalqué, Azul, Laprida, Benito Juárez, Tandil, Necochea, Lobería, Balcarce, General Alvarado y General Pueyrredón.
Granizadas en Buenos Aires, cuando el cielo se vengó del humo de los taxis
Uno de los eventos de granizo más significativos en Buenos Aires ocurrió el 26 de julio de 2006. Seguramente inspiración de la película aludida anteriormente. Durante esta tormenta, el granizo alcanzó tamaños de hasta 8 cm de diámetro, causando daños extensos. Se estimó que alrededor de 29,000 vehículos sufrieron abolladuras, y aproximadamente 7,600 taxis tuvieron lunetas y parabrisas rotos. La intensidad de la tormenta fue notable, con acumulaciones de granizo y precipitación que superaron los niveles habituales para esa época del año. Este evento subrayó la necesidad de sistemas de alerta temprana para mitigar el impacto de tales fenómenos. Y en lugares como en la provincia de Mendoza, aún se debate sobre la efectividad de los métodos denominados "anti granizo" para reducir el tamaño de las piedras heladas que rompen todo.
Inundaciones en Santa Fe: Lecciones de Prevención
Durante 2003 y 2004, Santa Fe enfrentó severas inundaciones. Las precipitaciones acumuladas superaron los 300 mm en algunos días, cuando la media mensual para ese período es de aproximadamente 70 mm. Las inundaciones afectaron a más de 10,000 familias y causaron daños significativos en viviendas e infraestructura. La respuesta del gobierno y las agencias de emergencia, junto con la implementación de sistemas de alerta y mejoras en la infraestructura de drenaje, fueron esenciales para la recuperación y la prevención de futuros desastres similares.
Granizadas en la Región Oeste de Argentina: Impacto en la Agricultura
La región Oeste de Argentina, importante para la producción agrícola, ha sufrido varias granizadas severas. En enero de 2023, una granizada en la provincia de San Juan provocó daños significativos en cultivos de uvas y olivos. Se registraron piedras de granizo de hasta 6 cm de diámetro, con precipitaciones superiores a 150 mm en pocas horas. Este evento resultó en pérdidas agrícolas sustanciales, afectando gravemente la producción y el suministro de alimentos en la región.
La ciencia meteorológica y el trato diferente según cada medio
La colaboración entre la ciencia meteorológica y los medios de comunicación ha demostrado ser extremadamente beneficiosa. La divulgación de pronósticos precisos y actualizaciones en tiempo real permite a las personas prepararse para eventos meteorológicos extremos, reduciendo riesgos y salvando vidas. Los medios gráficos, radiales y televisivos desempeñan un papel crucial en la comunicación de esta información, facilitando la preparación y respuesta ante desastres, pero también, muchos medios y personajes, desprecian el estudio sistematizado del estado del tiempo y prefieren soslayar a los científicos encargados, razón por la que arriesgan advertencias de fenómenos que jamás ocurren, o a la inversa, desalientan que se tomen los recaudos ante la inminencia de algunos eventos climáticos peligrosos.
Por las dudas, lleve abrigo
Los avances en tecnologías de pronóstico y la capacidad de los medios para comunicar información meteorológica han mejorado la gestión de riesgos y la respuesta ante eventos adversos. La integración de la ciencia meteorológica con los medios sigue siendo esencial para la protección de la vida y la propiedad. Pero su nivel de acierto siempre estará supeditado a variables que no siempre pueden preverse