VERDAD Y JUSTICIA

Gran convocatoria contra las falsas denuncias y los procesos amañados de la justicia mendocina

La Asociación Verdad y Justicia; abogados y familiares de víctimas de falsas denuncias y de procesos judiciales amañados, convocan a una movilización el martes 22 a las 12 del mediodía

Las decisiones de la Justicia de Mendoza despiertan asombro en todo el país y golpean la integridad de las personas

Hartas de inequidades, dilaciones y decisiones incomprensibles, personas privadas de libertad , sin codena, se manifiestan a través de familiares y la Asociación Verdad y Justicia convoca a sumarse y firmar un petitorio para decir basta a las falsas denuncias y a la impunidad

Afuera y adentro

La convocatoria es para el martes 22 a la hora 12 en el Polo Judicial. La problemática que plantean tiene varias aristas. Proliferación de falsas denuncias; hacinamiento de detenidos sin condena; ineficiencia (o presunta corrupción) del  EdeAAS; postergación de audiencias; negación de presentación de informes peritales; obstáculos arbitrarios para el beneficio de prisión domiciliaria; y el recurrente reclamo por la desaparición de la primera garantía en el Estado de Derecho: la presunción de inocencia

Casos y cosas

Genera pudor exponer asuntos tan elementales, pero la actualidad en los procesos de la justicia mendocina así lo exige. El principio de igualdad jurídica de tan obvio, en nuestra provincia, se incumple ostensiblemente, podríamos agregar, provocativamente, una suerte de desafío de la tolerancia. Aquello de que todas las personas deben ser tratadas con idéntico rigor, de la misma manera, todas sujetas a las mismas leyes dentro de un territorio jurisdiccional, se incumple con desfachatez. Para sostener esto, haremos una descripción de algunos casos en donde las cosas que ocurren sólo serían soportadas en un relato literario de escasa calidad narrativa

Caso uno 

Un joven docente es acusado por violencia de género. La denuncia es formulada con bastante posterioridad al hecho así referido. Mientras está afuera de la provincia, participando de un simposio, se entera a través de su familia que existe una citación. Pudo irse, claro. Poco le hubiese costado fugarse, pero no, apresuró su retorno interrumpiendo abruptamente su participación en el seminario en cuestión. Obviamente desestimó la veracidad de la denuncia y quiso colaborar con la justicia. Esa actitud no ha sido tenida en cuenta. Fue detenido y trasladado al penal. El dictado en tiempo express de la prisión preventiva, un dato para empezar a anotar

Depende

Las detenciones durante el proceso de instrucción (etapa preparatorio para un posible juicio) se confunden hoy con una pena anticipatoria. El celo por cuidar a la presunta víctima -como pretexto- no debería afectar la integridad del presunto autor del hecho criminal, sin embargo, en muchos pero no en todos los casos, se trata al denunciado no sólo como culpable de manera prematura, sino como sospechoso de reincidencia. O sea, se viola doblemente el principio de inocencia. Sin embargo esto que se puede colegir en los casos que citaremos, es contrario a las decisiones que se han tomado con los extranjeros imputados por delitos contra la integridad sexual. Mientras que en unos casos se condena anticipadamente con penas lacerantes, en otros, se los libera en esta etapa, aunque esa liberación resulte en mayor dificultad para aportar pruebas. Una posible conjetura es que, para la justicia de Mendoza , ser argentino constituya un posible delito

Datos del caso

Uno de los denunciantes guarda relación directa y familiar con una persona vinculada a un ente que participa de la etapa de instrucción. Esta casualidad empaña la transparencia que debiese tener un órgano del Estado, sin embargo, ocultan esa vinculación y siguen adelante como si nada ocurriese. Apenas un dato, uno más. 

¿Con qué motivo tienen hacinados a los internos?

Uno de los interrogantes recurrentes es este. Los edificios penitenciarios están desbordados. Esto implica riesgos de todo tipo, también económicos para el Estado. Alimentar, otorgarles productos de higiene y los costos que demanda la mantención de los edificios carcelarios son un buen negocio excepto para la comunidad, para los contribuyentes, entonces ¡¿cuál es el beneficio de que permanezcan privadas de su libertad personas que aún no tienen codena?!.Hay más de una posible respuesta, ninguna se ajusta a la decencia que cualquiera espera de un sistema de Justicia

Concretamente

La defensa del joven del Caso Uno tramitó para que se le otorgue el beneficio de la prisión domiciliaria. Se inspeccionó el domicilio en el que debería permanecer, se ofrecieron las cauciones y garantías. Por fin, después de meses (a diferencia de la velocidad con la que lo consiguieron los rugbier franceses), Caso Uno pudo continuar con su prisión preventiva pero en la casa de su padre, dentro de un perímetro muy acotado. Durante tres meses, en los que pudo trabajar, a pesar de la limitación, no se avanzó demasiado en la causa pero tampoco hubo algún acontecimiento que disparara alguna alarma, sin embargo, una jueza revocó el beneficio otorgado por una colega suya ¿Motivo?, según esta magistrada, los argumentos elevados por su colega carecían de la contundencia que ésta consideraba como requisitos. A ver si se entiende. Durante los 3 meses de prisión domiciliaria no ocurrió algo distinto a lo que ocurrió mientras estuvo en el penal, sin embargo, esta jueza revisó lo actuado por su colega y definió que Caso Uno volviese al penal 

La incertidumbre como pena 

Ignorar lo que está bien y lo que está mal es en sí mismo un castigo. La elucubración kafkiana genera angustia. Es lo que debe atravesar Caso Uno al leer los argumentos de la revocación del beneficio. Los argumentos que utilizó la jueza primera para otorgar el beneficio de la domiciliaria fueron los mismos que usó la segunda jueza para quitar el beneficio. La arbitrariedad elevada a su potencia. Mientras una argumentación, la de tener arraigo laboral sirvió de argumento para el beneficio de estar en su casa (siempre con la tobillera rigurosa y sensible), la otra encontró que ese arraigo le podría otorgar suficiente confianza como para fugarse. La edad, su relación familiar, el domicilio ofrecido, sirvieron para conseguir la prisión domiciliaria y a la vez, para que se la quitaran luego. No hubo el más mínimo contacto con las denunciantes, no existió contacto comunicacional con nadie mas que con su propia familia, sin embargo la jueza recusante dictaminó que por la zona de la residencia, podrían sentirse intimidadas las presuntas víctimas. 

Riesgo superior

Si con esa arbitrariedad es que van a definir qué pruebas serán aceptadas y cuáles no, la especulación de cómo puede resolverse el caso es la peor de las imaginadas. Algo de esto ha ocurrido con la propuesta de testigos. Desde la defensa se han ofrecido testigos, asiduos visitantes del lugar signado como espacio en el que ocurrieron los hechos. Hubo rechazo de esos testimonios, arguyendo que como son asiduos visitantes, invalidan la calidad como tales. O sea, de Kafka a Woody Allen pero sin ninguna gracia. Tanto como en otros casos, el rigor de los datos que utiliza la fiscalía son contradictorios por inexistentes. Le asignan propiedad de un local a un hermano de Caso Uno, que probadamente no lo es. Arguyen supuesto temor de las denunciantes, mientras que en el propio informe de EdeAAS se consigna que no presentan rasgos de estar atemorizadas las presuntas víctimas. Una sucesión de errores groseros que esos sí infunden temor, temor de que con esa ligereza y arbitrariedad se pretenda impartir justicia. Completa el cuadro de situación los lapsus de la jueza que habló de víctimas -como si se hubiese determinado la real existencia de algún delito, y en una segunda instancia, se refirió a la cualidad de "libre", cuando Caso Uno, en realidad, estaba con prisión domiciliaria.  

Peligro inminente

Tan torpe como temerario sería pretender juzgar a un juez -una jueza en este caso- y en simultáneo resulta incontenible pronunciarse con osada franqueza. Si durante más de tres meses en que Caso Uno gozó del beneficio de esperar el proceso en un domicilio, durante ese lapso de tiempo no hubo un sólo indicio de pretensión de fuga, ni una alarma, tampoco alguna de las personas denunciantes tomó contacto y por lo tanto, no denunciaron algún tipo de intimidación, que una jueza obre por "especulación del pretérito" es peor que absurdo, capcioso e inicuo. Si no se produjo la  "probable"  acción que pusiera en riesgo a denunciantes ¿desde donde meritúa la inconveniencia?

Odiosa e inevitable comparación nos pone contra las cuerdas

Cabe preguntarse si es el mismo orden jurídico y el mismo "Poder Judicial" el que revoca una prisión domiciliaria de un imputado que en la etapa de instrucción ha integrado pruebas, demostró voluntad colaborativa al presentarse espontáneamente, mantuvo una conducta intachable tanto en el penal como cuando estuvo en domiciliaria , decíamos, cabe preguntarse si es ese mismo sistema el que le otorga libertad sin restricciones a un condenado, quien ha recibido sentencia plena por haber matado a su cuñado, pero que ahora puede entrenar sin siquiera el martirio de la tobillera, para ser protagonista este sábado de un show pugilístico ¿en verdad es el mismo Servicio de Justicia el que alienta para que sea campeón el joven homicida que desde que cometió el asesinato no ha ingresado al penal? 

Hay más round 

Motivos para que el martes 22 a las 12 todas y todos quienes creen que merecen un servicio de justicia decente firmen el petitorio de la Asociación Verdad y Justicia. Tal como lo aclaramos, el Caso Uno y los demás (que describiremos en futuras notas) no son ejemplos abstractos, se trata de jóvenes y no tan jóvenes que han sufrido un trato que nadie merece. Algunos víctimas confirmados de falsas denuncias, otros, atraviesan el período de instrucción como castigo, mientras la sociedad paga entrada para asistir a un show abierto y detestable, en un combate cotidiano contra las arbitrariedades e injusticias insoportables




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