LEY ÓMNIBUS

El proyecto de la Ley ómnibus colisiona en cada esquina y esta película, ya la vimos

El proyecto de la mega ley que se trata en comisiones de Diputados, viene recogiendo críticas desde distintos sectores. Los involucrados destrozan las iniciativas planteadas. Desde las ciencias , la justicia y desde la cultura, expusieron los motivos para pedirles a las diputadas y a los diputados, que no le den curso.

La superabundancia de artículos en un sólo proyecto de ley no es inocente. El contenido de cada iniciativa, tampoco.

Asistimos a un momento histórico. Desde el Poder Ejecutivo Nacional, que cuenta con escasa representación en el Congreso, se han propuesto plantear una analogía conceptual peligrosa: llaman libertad a la desintegración.

La supremacía de los derechos individuales por sobre el colectivo, ha sido demasiado discutido en filosofía política como para abordar aquí y agregar algo nutritivo. Asimismo, esa visión que intenta imponer la actual gestión, esa posición de privilegio irreductible que se le otorga al sujeto particular frente a cualquier tipo de agremiación y asociación, no es siempre ni en todos los casos, o sea, lo más lejano de lo que solemos entender por "justicia".

En la mayoría de los artículos analizados propone, en vez de corregir aquello que podría ofrecer inconvenientes, eliminar, verbo recurrente en la historia de quienes se auto intitulan liberales en nuestro país. 

Si algún instituto, ente, repartición o empresa no se ajusta a las ideas de quien envía el proyecto, se desarticula, se elimina o se vende, un concepto tan infantil como peligroso. Y más peligroso aún por la inconsistencia argumentativa, y la misteriosa autoría de este proyecto.

Choque en todos los frentes

En ocasión de la intervención de ONG, OSC, asociaciones profesionales, gremios  y de referentes de diversos sectores, en el Plenario de Comisiones, el articulado de la ley no sólo ha cosechado escasos, tímidos y ambiguos apoyos, sino que ha fracasado rotundamente en la mayoría abordado hasta hoy,  cuestión que nos empuja pensar que, esa mención que hizo Javier Milei sobre coimas y sobornos, puede ser el único ardid para que prospere este gigante, precoz y apresurado proyecto. Y si la división de poderes aún no ha abdicado, esperamos que el Poder Judicial indague sobre los dichos del presidente.

Aunque estemos prevenidos porque ya hemos visto esta película, cuando se trata del género terror, siempre, nos espanta.

Este lunes, el actor Jorge Marrale, presidente de SAGAI, utilizó cinco minutos de exposición para sintetizar la importancia de la legislación vigente en materia de derechos intelectuales, autorales e interpretativos (ley 11-723 -artículo 56) evocando parte de la enorme y rica producción cultural de Argentina, y la relación con toda la sociedad, tanto de las obras como de los protagonistas, sin omitir que además del acervo que esto constituye, de ninguna manera le resulta oneroso al pueblo.

Cerró su contundente exposición pidiéndole a las y a los legisladores que hagan lo necesario para impedir ese artículo 350 de la ley ómnibus

Interesante para escuchar, ver y conveniente para que los representantes del Pueblo tomen el guante, aquí la participación de Jorge Marrale

www.instagram.com/reel/C2I384txsCK/?igsh=NGNvamE2cW9rbzNo 

En coincidencia, y específicamente en relación a la desarticulación del INCAA, del Instituto Nacional del Teatro, del Instituto Nacional de la Música, del Fondo Nacional de las Artes, no se sabe de alguien que pueda defender el proyecto en debate. Sí, en cambio, en las intervenciones de figuras destacadas, la contundencia es sobrecogedora, como en el caso de Santiago Mitre, cineasta, director de Argentina 1985 entre otros. Además de resaltar la importancia de la existencia de leyes, herramientas e institutos, que han posibilitado sucesos cinematográficos (La Tregua, primera película argentina que compitió en los Oscar como mejor filme en habla no inglesa; La Historia Oficial y El Secreto de sus ojos, ambas consagradas con el Oscar) puso en relieve la falacia de pretender justificar la desaparición de esos entes por cuestiones presupuestarias. El Cine es autosustentable y no requiere del auxilio del Presupuesto Nacional.

Vino el que faltaba

Fue el turno, también este martes, de la COVIAR, Corporación Vitivinícola Argentina, una entidad que agrupa a todos los sectores de la industria, y que alguna vez fue muy elogiada por su calidad en la articulación de intereses tan diversos, y de sentar en una misma mesa a los grandes actores con los pequeños productores. Desde esta entidad, aunque prestándole argumento al gobierno, resaltaron la enorme lesión que les provoca la tasa para exportación, algo que en la gestión de Massa habían logrado llevar a cero. 

Justo y necesario

Además de sectores vinculados a la Cultura, a las pequeñas y medianas empresas, a las economías regionales, a las ciencias y hasta parte de la Unión Industrial Argentina (UIA) que define al proyecto como de desindustrializador, la justicia, también. La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil manifestó con énfasis su total y absoluto rechazo a la inclusión en el proyecto de Ley ómnibus que pretende el "traspaso" de la Justicia Nacional al ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, , porque "colisiona con elementales principios constitucionales". Más choques no caben.

Apuro inexplicable más improvisación, inexorable resultado nefasto.

La intención del gobierno de revertir la medida cautelar en favor del pedido de la CGT para que no entren en vigencias las modificaciones en materia laboral, tropezó con un nuevo dislate. Así como en el DNU habían omitido la fecha y eso demoró su impacto (torpeza debutante), ahora en la presentación de la apelación, no consignaron la personería jurídica. 

Idóneo en qué.

Entre la angustia que se respira, la insoportable inflación, el dolor que causan las tragedias evitables cotidianas, la frustración social, la tristeza por el retroceso inaugurado justo a 40 años de democracia, se suma la impericia del mismísimo presidente de la Nación, que más ocupado de publicar posteos en redes sociales que de afrontar la tremenda crisis, ayer debatía en su red preferida X (ex twitter) sobre economía con un impostor. Intercambió chicanas y frases de pretensa consistencia técnico intelectual con un "Kicillof trucho". O sea, además de lo inútil que significa discutir con alguien a través de redes sociales, no pudo distinguir que el perfil de Kicillof era apócrifo, algo tan fácil de deducir que inevitablemente debe ponernos en constante alerta. 

Cuando las torpezas provienen de la cúspide del poder, es menester tener el casco colocado, aunque nos despeine.


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