JUSTICIA EN NEUQUEN

El policía que asesinó a su amigo de un disparo en el pecho por querer hacerle un chiste, condenado a 12 años de prisión

El caso del policía que por pretender hacer una broma mató a su amigo de un balazo en el pecho, llegó a la instancia de condena. Doce años y 8 meses de prisión.

Corría marzo del año pasado. Neuquén conquistaba las miradas nacionales por las elecciones de abril, pero un caso giró la mirada de las noticias: un policía asesinó a su propio amigo con su arma reglamentaria, por intentar una broma.

Qué peligro

Nicolás López llevaba dos años como policía en la comisaría 41 de Neuquén. El jueves 9 de abril, cuando terminó su jornada, a las 3 de la tarde, fue hasta el taller "Pura Raza", de chapería y pintura, adonde sus amigos, parientes entre sí, trabajaban.

Como en la ruleta rusa, pero sin intención de jugar

Cuando Nicolás López, el policía, llega al local, iba saliendo a comprar una gaseosa Carlos Escobar, y estaba adentro Lucas, amigo de López. Como supuesta ironía, el policía sacó el arma, le apuntó al pecho a Carlos, y dirigiéndose a Lucas, primo de Carlos, dijo "a estos negros hay que matarlos a todos". Acto seguido gatilló tres veces, sin que se produjese el disparo propiamente dicho. López había guardado su cargador.

Las segundas partes nunca fueron buenas

Carlos le recriminó -por el susto que se pegó- que no resultaba gracioso ese accionar y le advirtió que no volviera a hacer algo así.

Nicolás López, en compañía de Lucas, su amigo (joven que tiene un retraso madurativo) se dirigió hasta el fondo del taller, adonde se encontraba Diego Escobar, hermano de Lucas. Con idéntico proceder, López sacó su arma, la apoyó en el pecho de Diego y oprimió el gatillo. Esta vez si se disparó el arma. Había un proyectil. La bala casi no hizo recorrido, se le incrustó  en el pecho y quitó la vida en el acto. 

La condena

El tribunal integrado por las juezas Carina Alvarez y Estefanía Sauli, que completa el juez Luis Giorgetti, definió una condena de 12 años y 8 mese de prisión efectiva.

Conclusión del magistrado en dos líneas

"El defensor dijo que lo que empezó como una broma, terminó como una desgracia. Pero lo que para el acusado pudo haber sido una broma, para nadie más lo fue", afirmó el juez de garantías Luis Giorgetti

La suerte, mala y buena. La negligencia letal

Desde la defensa, arguyeron que fue la desgracia, la mala fortuna, lo que propició el homicidio. Sí, es innegable que operó la suerte en contra, pero la suerte, buena y mala, para que propicie consecuencias, siempre, está precedida de elementos que luego la consagran. 

Detrás de las armas

En este caso, un policía, que tiene 30 años (no es un adolescente) que porta un arma reglamentaria, herramienta que le otorga el Estado para fines preventivos en ocasión de delitos, disuasivos y represivos, en casos muy especiales de flagrancia, no puede ignorar que, además del peligro que implica un arma de fuego, reviste una connotación de jerarquía.

No le concedieron lo que la querella pretendía.

Desde la querella habían pedido 14 años de prisión, pero el tribunal resolvió algo menos.  Nicolás López, pasará sus próximos 12 años y ocho meses, privado de la libertad. El acusado adujo en su defensa que la capacitación en el manejo de armas de fuego no era suficiente. Diego Escobar, especialista en chapería, quien hacía dos días que había ingresado al taller "Pura Raza", fue ultimado por un acto fatal de negligencia.

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"El defensor dijo que lo que empezó como una broma, terminó como una desgracia. Pero lo que para el acusado pudo haber sido una broma, para nadie más lo fue", afirmó el juez de garantías Luis G

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Condenan a 12 años y 8 meses de prisión al policía que le quiso hacer un chiste al amigo y lo mató

Para la fiscalía y la querella, López debe responder como autor de homicidio cometido con dolo eventual (quien se debe representar que si gatilla un arma puede cometer un asesinato), mientras que la querella impulsa la hipótesis del homicidio culposo (el que mata por negligencia, imprudencia o impericia). Tiene una pena sensiblemente inferior.



La decisión de los Nicolás Leopoldo López (30) por el "homicidio simple con dolo eventual agravado por el uso de arma de fuego" de Diego Escobar (28).

Fuentes judiciales informaron que la fiscal Silvia Moreira había pedido 14 años y 6 meses de cárcel, mientras que la defensa requirió que le den la pena mínima del delito endilgado.

En tanto, el abogado querellante particular que interviene en representación de la familia de Escobar, pidió que la pena sea de 14 años, 11 meses y 29 días.

Para requerir el monto de la pena, la fiscal tuvo como agravantes el medio empleado (un arma reglamentaria), la extensión del daño causado, el desprecio por la vida, el estado de indefensión de la víctima, que el condenado tenía conocimiento y formación sobre el manejo de armas, entre otros.

Mientras que como atenuante solo valoró la ausencia de antecedentes penales del imputado.
la mala suerte precedida
El hecho ocurrió el jueves 9 de marzo de 2023, alrededor de las 15.20, en el local ubicado en 12 de Septiembre al 800, en el centro-oeste de la capital neuquina, donde la víctima estaba trabajando junto a dos primos y otro empleado.

Según la acusación que hizo en la etapa de instrucción la fiscal de Homicidios, Eugenia Titanti, el policía López, con aproximadamente dos años de antigüedad en la fuerza, se acercó al negocio luego de haber terminado su servicio.

En ese momento, uno de los primos de Escobar salió del taller para realizar unas compras y se topó con López, quien portaba su arma y, sorpresivamente, le apuntó en el pecho y apretó el gatillo, sin que saliera el proyectil.

"Asustado, le dijo que no hiciera eso, que no era un juego. Pero haciendo caso omiso, López ingresó al taller, dónde estaba la víctima junto a su otro familiar", señaló en su momento la fiscal en la audiencia de imputación de cargos.

La representante del Ministerio Público afirmó que, en ese instante, el imputado reiteró la maniobra: apoyó el arma en el pecho de Escobar y volvió a apretar el gatillo pero esta vez, el disparo se efectuó, por lo que la víctima murió casi de inmediato.

"El defensor dijo que lo que empezó como una broma, terminó como una desgracia. Pero lo que para el acusado pudo haber sido una broma, para nadie más lo fue", afirmó el juez de garantías Luis Giorgetti durante la lectura de la sentencia del juicio, realizado en octubre del año pasado.

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