El enemigo altamente tóxico que se filtra por las células del cuerpo y está presente en el agua, los alimentos y productos de aseo

Los microplásticos son diminutas partículas de plástico con un tamaño menor a 5 milímetros que se han instalado en la agenda mundial como una amenaza en todo el planeta. Estos compuestos provienen de la descomposición de productos plásticos más grandes o son fabricados intencionalmente, que terminan infiltrados en diversos ecosistemas que van desde los océanos hasta las cadenas alimenticias terrestres.

Aunque son invisibles a simple vista, su impacto es extendido y devastador: los microplásticos contaminan fuentes de agua potable, dañan la vida marina al ser ingeridos por organismos acuáticos e incluso pueden llegar a nuestra mesa a través de productos marinos consumidos por humanos.

Su persistencia en el medio ambiente, junto con la capacidad de absorber y liberar sustancias químicas tóxicas, plantea serias amenazas para la salud humana y el equilibrio ecológico. A pesar de los esfuerzos de concientización y regulación, la producción y el uso de estos materiales continúa en aumento.

¿Qué son los microplásticos?

Según lo detalla la Organización Panamericana de la Salud, los microplásticos son diminutas partículas de plástico cuyo tamaño es inferior a los 5 milímetros y están compuestos de polímeros y aditivos potencialmente tóxicos. Gran parte de los desechos plásticos mal gestionados a nivel global acaban en vertederos y cuerpos de agua contaminando el medio ambiente, especialmente el mar. Otra fuente relevante es el lavado de ropa sintética, responsable de un tercio de los microplásticos oceánicos.

Por su parte, el portal unep.org asegura que cuando son ingeridos por la vida marina, como aves, peces, mamíferos y plantas, estos componentes provocan efectos tanto tóxicos como mecánicos y desembocan en la reducción de la ingesta de alimentos, la asfixia, los cambios de comportamiento y la alteración genética.

De esta forma, los mencionados compuestos ingresan al organismo de las personas a través de los alimentos, pero también pueden hacerlo por otras vías:

• la inhalación del aire
• ingeridos por el agua
• absorbidos a través de productos para la piel

La gravedad el problema llega a tal punto que se han encontrado microplásticos en diversos órganos humanos, e incluso en la placenta de los recién nacidos.

¿Qué efectos nocivos producen los microplásticos en el cuerpo?

Los plásticos diminutos y, sobre todo los de tamaño nanométrico, pueden pasar a través de las membranas celulares. Esta contaminación orgánica lleva a las siguientes afecciones:

• Desordenes de alimentación y reproducción
• Alteraciones en el metabolismo energético
• Cambios en la fisiología hepática
• Acción sinérgica y/o antagonista con otros contaminantes orgánicos

¿Dónde se encuentran los microplásticos en la vida cotidiana?

Según unep.org, los microplásticos más comunes en la vida cotidiana son los siguientes:

• Filtros de cigarrillos: los microplásticos conocidos como fibras de acetato de celulosa constituyen la mayor parte de los filtros de cigarrillos. Estas fibras llegan a todos los rincones del mundo dado que cada año mil millones de fumadores consumen seis billones de cigarrillos. Por ejemplo, las colillas de cigarrillos son la basura plástica más común en las playas, lo que hace que los ecosistemas marinos sean muy susceptibles a las filtraciones de microplásticos.
• Ropa y textiles: los plásticos como el poliéster, el acrílico y el nailon constituyen aproximadamente el 60% de todo el material utilizado para confeccionar ropa. Como consecuencia de la fricción y abrasión cuando se lavan o se llevan puestas, las prendas de vestir y los textiles con estos materiales plásticos desprenden microplásticos conocidos como microfibras.
• Cosméticos: los cosméticos y los productos de cuidado personal son otros elementos básicos de las rutinas de aseo personal que pueden estar cargados de microplásticos. Suelen contener microplásticos primarios, que se fabrican y añaden intencionadamente, a menudo para dar textura, desde el desinfectante de manos y el jabón hasta la pasta de dientes y el desodorante.

Las partículas de plástico de estos productos pueden ser absorbidas por la piel o, en el caso de productos como pintalabios o bálsamos labiales, ingeridas directamente.