MUERTE EN EL SAUCE

Murió Nicolás Gil Pereg, el asesino que se creía gato

El caso que consternó a Mendoza en 2019, hoy concluye con la muerte del sindicado como autor del doble asesinato

Murió Nicolás Gil Pereg, autor del doble homicidio de su Mamá y de su Tía. Nadie reclamará por él

En el agobiante enero de 2019 en Mendoza, una tragedia ocupaba los títulos principales en diarios, radios y televisión. La desaparición de dos hermanas israelíes que vinieron en calidad de turistas, para visitar a Nicolás, movilizó a la policía en su búsqueda

Calle Julio Argentino Roca, en Buena Nueva

La denuncia la había efectuado Nicolás Saroussy Pereg, quien se daba como datos de su identidad Nicolás Gil Pereg, seguramente para simplificar la escritura. El joven ingeniero había llegado a la Argentina casi una década antes. 

Negocios que fracasaban irremediablemente

Nicolás recibía lo que comúnmente en el mundo se denominan remesas. Su mamá, funcionaria de la Justicia israelí, le enviaba periódicamente dólares. Con ese dinero, Nicolás emprendió distintos negocios, ninguno prosperó. Su aspecto de vagabundo, siempre mal alineado y sin aseo, no colaboraba.

Las hermanas israelíes

La segunda semana de enero del 2019,  Pyrhia Saroussy  y Lily Pereg arribaron a Mendoza, alquilaron un departamento temporario en Avenida España de Ciudad. Pyrhia tenía 63 años, la mamá de Nicolás, y su tía Lily 54. El viaje tenía por objetivo visitar a Nicolás, con quien hacía años no tomaban contacto directo. Nicolás había tenido una conducta errática en su país natal y la familia ayudó para que recalara en Argentina. 

Denuncia y búsqueda

La extraña desaparición de ambas despertó sospechas sobre el propio denunciante. Las pesquisas condujeron a la investigación hacia el domicilio de Nicolás. Una semana antes, él había denunciado la sustracción de una pistola. 

Hallazgo macabro

En el lugar en el que residía Nicolás con 37 gatos al rededor, en el fondo del terreno, detectaron que había movimiento de tierra inexplicable. A menos de un metro de profundidad encontraron ambos cadáveres. De inmediato se imputó a Nicolás Gil Pereg como autor material. En la necropsia se detecto que ambos cuerpos habían sido ultrajados. La investigación del cuerpo médico forense determinó que una de las mujeres murió a causa de recibir  tres disparos en el tórax, precisamente coincidieron las pericias balísticas con el arma denunciada como robada. La otra mujer murió por asfixia, ahorcada con un lazo.

Juicio y castigo

El ingeniero electrónico, de 36 años, israelí, fue hallado culpable del doble homicidio, agravado por premeditación y vínculo filial. Las condiciones de vida de Nicolás Gil Pereg no se condecían con las de un emprendedor, con sólida formación universitaria. Vivía en un lugar inapropiado, dormía sobre en colchón andrajoso, tirado en el piso, rodeado por comederos y alimentos para mascotas y 37 gatos. 

Detención y juicio

Todos quienes tomaron contacto con Nicolás Gil Pereg afirmaban que sus conductas no eran normales. Sus actitudes muy extrañas y de reacciones incomprensibles. Una vez detenido y cada vez que era presentado en indagatorias, manifestaba que era un gato, hablaba con notoria dificultad y durante los alegatos de su defensa, dieron a conocer relatos febriles y delirantes, por eso la defensa buscaba la imputabilidad de Gil Pereg. En las instancias orales, maullaba. Decía que era un gato y cuando hablaba con otras personas, trataba a su gatos como "sus hijos" Peritos de prestigio sostuvieron que su estado mental lo hacía inimputable, sin embargo, el tribunal popular se manifestó tal como pedía la querella y lo consideraron penalmente responsable del doble homicidio y consciente de sus actos. Luego, la Corte Suprema de Justicia ratificó el fallo que lo había sentenciado a cadena perpetua.

Del penal al Sauce

A propósito de su comportamiento, la desobediencia y las actitudes de ofensa y rebeldía, fue internado en el hospital Neuropsiquiátrico El Sauce. Este domingo, luego de padecer algunas dolencias y -según la información oficial- tras recibir la asistencia médica de urgencia, perdió la vida, a los 41 años, el hombre que decía ser un felino y quien asesinó a su propia madre y a su tía.

Consciente de sus actos

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