A siete años de la tragedia del ARA San Juan, sin responsables ni condenas
La desaparición y posterior hallazgo del submarino ARA San Juan sigue siendo uno de los episodios más oscuros de la historia naval argentina. La tragedia, que costó la vida de 44 tripulantes, está marcada por la falta de respuestas y sospechas
El misterio detrás de la tragedia del ARA San Juan, una de las deudas de Argentina con su historia
El 8 de noviembre de 2017, el submarino ARA San Juan, un TR-1700 de origen germano incorporado a la Armada Argentina en 1985, partió de Ushuaia, de la provincia Tierra del Fuego. Su misión era realizar ejercicios de rutina en la zona del golfo San Jorge, donde se llevarían a cabo tareas de patrullaje y monitoreo. Este recorrido era parte de una misión ordinaria, que, según lo planeado, debería culminar en la base naval de Mar del Plata. Sin embargo, el destino fue muy distinto. La última comunicación con la nave ocurrió el 15 de noviembre, cuando el capitán del submarino, el capitán de fragata Pedro Martín Fernández, informó de una avería en las baterías.
Última señal
Aquella fue la última señal emitida el 15 de noviembre de 2017 desde el submarino ARA San Juan. Días después, al no recibir más noticias, comenzó una búsqueda frenética que convocó no solo a la Armada Argentina sino también a diversos países, entre ellos Estados Unidos, Reino Unido, Chile y Brasil, que colaboraron con equipos y tecnología de punta. Pero los días pasaron, y las esperanzas comenzaron a desvanecerse.
El 23 de noviembre, la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO, por sus siglas en inglés) detectó una "anomalía hidroacústica" en la zona donde el submarino había sido visto por última vez. La noticia sacudió a la Argentina y al mundo entero. Aquel "ruido" en el Atlántico Sur indicaba una explosión, lo que auguraba lo peor para los 44 tripulantes a bordo. Con el paso del tiempo, la búsqueda en la superficie se abandonó, aunque algunos países continuaron apoyando en las tareas para hallar el submarino en las profundidades del mar.
La tripulación: 44 vidas truncadas en alta mar
El ARA San Juan llevaba a bordo una tripulación de 44 personas, entre ellas, algunos de los marinos más experimentados de la Armada. Entre ellos estaban el capitán de fragata Pedro Martín Fernández, el teniente de navío Fernando Villarreal y la cabo primero Celia Krawczyk, única mujer en la tripulación. Todos ellos y sus compañeros quedaron atrapados en un destino trágico, sin que sus familiares tuvieran respuestas claras sobre lo ocurrido.
Otros nombres de quienes perdieron la vida en el submarino incluyen al suboficial segundo Roberto Daniel Medina, el cabo principal Jorge Eduardo Valdez y el cabo principal Alberto Cipriano Sánchez. Sus familiares pasaron de la angustia inicial por la desaparición a una profunda indignación, al recibir información fragmentada y llena de contradicciones.
Sospechas y versiones contradictorias sobre la explosión
La causa de la explosión del ARA San Juan ha sido uno de los puntos más oscuros en la investigación. Desde el principio, las explicaciones oficiales se concentraron en la falla de las baterías. Sin embargo, con el tiempo surgieron versiones alternativas que señalaban la posibilidad de un ataque externo, incluso de que el submarino podría haber sido impactado por un misil.
Estas teorías ganaron peso ante la falta de pruebas concluyentes y el hermetismo en torno a los reportes oficiales. Familiares y expertos en temas militares argumentaron que un incidente de esta magnitud no podía deberse únicamente a una falla técnica, considerando que el ARA San Juan había sido sometido a trabajos de mantenimiento en 2014. Si bien la Armada concluyó que el submarino había sufrido una implosión a gran profundidad, las versiones de un posible impacto no fueron refutadas categóricamente, dejando abiertas las puertas a las especulaciones.
Investigaciones polémicas e ilegalidades
En el transcurso de la investigación, un hecho agravó el dolor de las familias: varios familiares denunciaron haber sido espiados ilegalmente por la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), durante el gobierno de Mauricio Macri. Los reportes indican que tanto el Ministerio de Defensa como otros organismos monitorearon llamadas y actividades de familiares de la tripulación, quienes compartieron conversaciones privadas con sus seres queridos en el submarino en los últimos días antes de la desaparición.
Este episodio, sumado a la falta de respuestas oficiales, generó un profundo malestar en la sociedad argentina. En lugar de recibir el apoyo del Estado, los familiares se sintieron perseguidos y expuestos. Algunos de ellos, como la esposa del teniente de navío Fernando Villarreal, denunciaron públicamente estas irregularidades. El espionaje y la falta de respeto a la privacidad de las familias agregaron una capa de indignación a un duelo que, de por sí, ya era doloroso y confuso.
Silencio y dilación del gobierno de Macri
El entonces presidente, Mauricio Macri, y el ministro de Defensa, Oscar Aguad, fueron señalados por su manejo del caso. Desde el inicio, la administración mostró una actitud evasiva y ambigua, que provocó desconfianza entre los familiares de las víctimas. El gobierno fue acusado de haber tardado en pedir ayuda internacional y de no haber desplegado todos los recursos a tiempo para la búsqueda del submarino en las profundidades del Atlántico.
Las explicaciones brindadas fueron insuficientes y poco convincentes, lo que aumentó las dudas sobre la gestión de la crisis. El hallazgo del submarino, que finalmente se produjo un año después de su desaparición, el 17 de noviembre de 2018, a más de 900 metros de profundidad en el mar Argentino, no calmó las aguas. Si bien la empresa estadounidense Ocean Infinity logró localizar el submarino, las autoridades no realizaron esfuerzos significativos para reflotar la nave, lo que llevó a nuevos cuestionamientos.
El soslayo de una tragedia
Oscar Aguad y Mauricio Macri fueron reiteradamente criticados por la falta de claridad y por el secretismo en torno a la tragedia. Las preguntas planteadas por los familiares y la sociedad en general nunca recibieron respuestas concluyentes. Además, muchos consideran que la decisión de no reflotar el submarino fue un acto de indiferencia hacia los 44 marinos y sus familias.
Una historia tan reciente y sin la sutura de la información
Este caso representa una herida abierta en la historia reciente de Argentina. Aunque se han realizado esfuerzos por esclarecer las causas de la tragedia, el ARA San Juan y sus 44 tripulantes siguen siendo símbolo de la falta de transparencia, de la evasión oficial y de las incógnitas que aún persisten. El dolor de sus familias, así como las preguntas que quedaron sin responder, forman parte de una historia en la que las palabras "justicia" y "verdad" aún parecen lejanas.
Víctimas
El 5 de diciembre de 2017, el ministro de Defensa de Argentina Óscar Aguad, dijo que los tripulantes estaban muertos.
A partir del 15 de mayo de 2018, los familiares de los 44 tripulantes tenían 2 años y medio para decidir si iniciaban o no los trámites para recibir una pensión por presunción de fallecimiento.
Estos son los nombres de quienes formaban la tripulación del ARA San Juan
- Ricardo Alfaro - suboficial segundo
- Eliana Krawczyk - primera oficial submarinista La primera mujer submarinista de Argentina
- Hernán Ramón Rodríguez - suboficial primero
- Fernando Gabriel Santilli - cabo principal
- Javier Espinoza - cabo principal
- Luis Esteban García - cabo principal
- Jorge Ortíz - cabo principal
- Mario Toconás - cabo principal
- Jorge Ignacio Bergallo - capitán de corbeta.
- Fernando Vicente Villarreal - teniente de navío
- Cristian Ibañez - cabo principal
- Victor Hugo Coronel - suboficial primero
- Alejandro Daniel Polo - cabo principal
- Leandro Cisneros - cabo principal
- Hugo Herrera - suboficial segundo
- Pedro Martín Fernández - capitán de fragata
- Diego Manuel Wagner - teniente de navío
- Víctor Andrés Maroli - teniente de navío
- Adrián Zunda Meoqui - teniente de fragata
- Renzo David Martín Silva - teniente de fragata
- Jorge Luis Mealla - teniente de corbeta
- Alejandro Damián Tagliapietra - teniente de corbeta
- Javier Alejandro Gallardo - suboficial principal
- Alberto Cipriano Sánchez -suboficial primero
- Walter Germán Real - suboficial primero
- Cayetano Hipólito Vargas - suboficial segundo
- Roberto Daniel Medina - suboficial segundo
- Celso Oscar Vallejos - suboficial segundo
- Víctor Marcelo Enríquez - suboficial segundo
- Daniel Adrián Fernández - suboficial segundo
- Luis Marcelo Leiva - suboficial segundo
- Jorge Ariel Monzón - cabo principal
- Jorge Eduardo Valdez - cabo principal
- Hugo Dante César Aramayo - cabo principal
- Sergio Antonio Cuellar - cabo principal
- Ramiro Arjona - cabo principal
- Enrique Damián Castillo - cabo principal
- Luis Carlos Nolasco - cabo principal
- David Alonso Melián - cabo principal
- Luis Alberto Niz - cabo principal
- Federico Alejandro Alcaraz Coria - cabo principal
- Aníbal Tolaba - cabo segundo
- Germán Suárez - cabo principal