MARCHA DE JUBILADOS

2000 jubilados y demasiados policías para una marcha pacífica

En Mendoza, llamó la atención fue la desproporcionada presencia policial: alrededor de 200 efectivos custodiaban una marcha de jubilados que, desde sus inicios, se perfilaba como pacífica.

Corresponsalía Diario PORTADA

Esta mañana del miércoles 19 de marzo, la Plaza San Martín de Mendoza se transformó en el escenario de una manifestación singular. Aproximadamente 2.000 jubilados, acompañados por estudiantes universitarios y representantes de diversos sindicatos, se congregaron para reclamar mejoras en sus haberes y condiciones de vida. Lo que llamó poderosamente la atención fue la desproporcionada presencia policial: alrededor de 200 efectivos custodiaban una marcha que, desde sus inicios, se perfilaba como pacífica.

Desde hace más de un año, cada miércoles, los jubilados mendocinos se reúnen en este emblemático espacio para expresar su descontento frente a las políticas de ajuste implementadas por el gobierno nacional. Esta vez, su protesta coincidió con movilizaciones similares en otras provincias y en la capital del país, donde también se registraron fuertes dispositivos de seguridad.

Qué exigen los jubilados

Los manifestantes exigieron una recomposición urgente de sus haberes, denunciando que la inflación y el elevado costo de vida han erosionado significativamente su poder adquisitivo. Además, reclamaron el restablecimiento de beneficios recortados, como descuentos en medicamentos, y expresaron su rechazo a la eliminación de la moratoria previsional, medida que, según afirman, dejará a miles de trabajadores sin posibilidad de acceder a una jubilación digna.

La presencia policial, que incluyó el despliegue de 200 efectivos en las inmediaciones de la plaza, generó preocupación entre los asistentes, quienes temían posibles hechos de violencia y represión como sucedió el miércoles pasado en la capital de Argentina. Algunos comercios de la zona optaron por bajar sus persianas como medida preventiva. Sin embargo, la manifestación transcurrió sin incidentes, destacándose el carácter pacífico de la misma.

Estela, una de las jubiladas presentes, compartió su testimonio: "Nosotros venimos hace un año con manifestaciones todos los miércoles, porque estamos mal con los medicamentos, con la inflación, no nos alcanza el dinero para la comida. Realmente necesitamos vivir dignamente". Su relato refleja la angustia y el cansancio de quienes sienten que sus derechos están siendo vulnerados.

La jornada concluyó con una sensación agridulce: por un lado, la satisfacción de haber expresado sus demandas de manera pacífica y contundente; por otro, la incertidumbre sobre las respuestas que puedan recibir por parte de las autoridades. Mientras tanto, los jubilados mendocinos se preparan para continuar con sus rondas semanales, decididos a no claudicar en su lucha por una vejez digna.

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