Fracaso de una marcha anunciada

De las 500 personas que lograron reunir en la convocatoria anterior (17/8), aquella que fusionaba protestas de distinta índole y por motivos variados y disímiles, a un puñado de personas que mostraron una postal desvaída. Una caravana distante en la que no más de 10 vehículos repetían el famoso «tontódromo» por la avenida San Martín.… Continúa leyendo Fracaso de una marcha anunciada

De las 500 personas que lograron reunir en la convocatoria anterior (17/8), aquella que fusionaba protestas de distinta índole y por motivos variados y disímiles, a un puñado de personas que mostraron una postal desvaída. Una caravana distante en la que no más de 10 vehículos repetían el famoso «tontódromo» por la avenida San Martín. Carteles alusivos a la «Reforma judicial» que , en simultáneo, debatía en la Cámara Alta del Congreso de la Nación. Desde portada.com.ar fuimos, como en la manifestación anterior, a levantar testimonio de las personas que arropadas con banderas argentinas y a puro grito y carteles que rezaban el rechazo a la «reforma judicial» , nos contaran sus motivaciones para tal protesta. La confusión es notoria. Asocian a la Reforma Judicial con la posibilidad de impunidad de procesos ya en camino. Ante el intento de intercambiar información, una manifestante -la más entusiasta que pudimos notar- sólo se avino a decir que esta movilización (muy escueta) era para impedir la impunidad de la actual Vicepresidenta y ex Presidenta, sin poder precisar cómo podría funcionar una reforma en la que jamás la ley tiene carácter retroactivo.

Con gran similitud a la euforia que suelen exhibir los acérrimos hinchas de algún club, los manifestantes (no más de 15 personas) arengaban a los automovilistas, también escasos, para que hicieran sonar sus bocinas.

Un triste espectáculo, minúsculo, ante el mayúsculo esfuerzo que hacen los trabajadores de la Salud, debatiéndose entre la vida y la muerte, para atender a personas que han contraído el Covid 19, quizá debido a la irresponsabilidad de algunos pocos escépticos que lamentablemente anteponen sus posiciones particulares ante el bien del colectivo social.

Al cierre de esta nota, se descuenta la aprobación de la Reforma judicial por parte de la Cámara de Senadores de la Nación. Queda ahora la definición de dicha Reforma en manos de la cámara baja, conducida por el diputado Sergio Massa, otrora díscolo dirigente que desafiaba al poder central ejercido por Cristina Fernández de Kirchner

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