El cupo laboral travesti-trans es ley

Se aprobó por una amplia mayoría de votos la «Ley de Promoción del Acceso al Empleo Formal para Personas Travestis, Transexuales y Transgénero ‘Diana Sacayán – Lohana Berkins’ en la Cámara de Senadores.   La Ley lleva el nombre de dos activistas travestis de gran trayectoria en materia de lucha por la erradicación del estigma,… Continúa leyendo El cupo laboral travesti-trans es ley

Se aprobó por una amplia mayoría de votos la «Ley de Promoción del Acceso al Empleo Formal para Personas Travestis, Transexuales y Transgénero ‘Diana Sacayán – Lohana Berkins’ en la Cámara de Senadores.

 

La Ley lleva el nombre de dos activistas travestis de gran trayectoria en materia de lucha por la erradicación del estigma, la discriminación y las violencias cometidas hacia la población travesti-trans en nuestro país, quienes militaban públicamente la importancia de generar un cupo laboral que represente el reconocimiento y reparación histórica hacia esta comunidad por parte del Estado, teniendo en cuenta las situaciones de precariedad en ámbitos familiares, de salud, de accesibilidad y terminalidad educativa, así como también episodios de violencia institucional tales como travesticidios y transfeminicidios.

Entre sus puntos principales, la Ley estipula que el Estado nacional deberá garantizar un mínimo del 1 por ciento de su planta laboral para personas travestis, transexuales y transgénero. Además, tendrá que cumplir obligaciones vinculadas a la «no discriminación» en el acceso a los puestos de trabajo, sumado a incentivos económicos para fomentar las contrataciones en el sector privado. No será necesario documentar cambio registral en el DNI.

Según el libro ?La revolución de las mariposas?, sólo el 9% de las mujeres trans y travestis está inserta en el mercado formal de trabajo; el 15% manifestó realizar tareas informales de carácter precario y, por último, el 3.6% comentó vivir en base a beneficios provenientes de diversas políticas públicas. Para más del 70% restante, la prostitución sigue siendo la principal fuente de ingresos. Además, el nivel educativo es una variable de suma importancia al momento de comprender sus trayectorias laborales informales, debido a que sólo el 6.9% de quienes tienen secundario incompleto o menos posee un trabajo formal; mientras que esta cifra asciende al 19.1% en el caso de quienes poseen secundario completo y más. Por este motivo, es relevante mencionar que la Ley prevé la no exigencia de terminalidad educativa para acceder a puestos de trabajo, sino un compromiso a futuro de lograr culminar los estudios.

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