ALIMENTO POLÍTICO

Importación de alimentos. El concreto pedido del Frente Renovador y las imprecisiones del gobierno

Luego de que Caputo y Milei dijesen que abrirían la importación de alimentos para fomentar competencia y bajar precios, muchos sectores se expresaron y desde Mendoza la diputada Gabriela Lizana elevó un pedido concreto.

El fracaso de la política económica provoca decisiones que pueden ser más dañinas, aún, para el tejido social de la Argentina

Luis Caputo, en el día del Escudo Naconal Argentino, lución un pin con la bandera de Estados Unidos y la de Argentina. Foto edición de Página12

Luis Caputo, en el día del Escudo Naconal Argentino, lución un pin con la bandera de Estados Unidos y la de Argentina. Foto edición de Página12

Los únicos que podrían festejar son los idiotas

Que el índice del 13,2% de inflación en febrero haya sido inferior al de enero, de ninguna manera significa que -como insisten en titular muchos- haya "bajado" la inflación. El gobierno de Milei pierde también en el escenario discursivo. El ajuste brutal y la política monetaria no alcanzan para domar a la inflación.

El mercado todo lo puede

La reacción de Caputo, a propósito de los incrementos desbordados en precios de alimentos y productos de la canasta familiar , se reduce a "retar" a los supermercadistas y promover la importación con beneficios fiscales y administrativos  portada.com.ar/economia/el-gobierno-de-milei-abre-la-importacion-de-alimentosde-la-canasta-basica-y-medicamentos 

Importación de alimentos. El concreto pedido del Frente Renovador y las imprecisiones del gobierno

Desde la tierra del sol y del buen vino, el Frente Renovador se expresa con vehemencia

La diputada Gabriela Lizana, por el Frente Renovador (el partido que preside Sergio Massa) se manifestó y le pidió al gobierno de Javier Milei que frene la decisión de liberar importaciones de alimentos que se producen en Mendoza, en la región y en el país. Ofreció datos que argumentan porqué es inconveniente para la economía en general y destructivo para los sectores de la producción primaria y para la pequeña y mediana industria, fuente principal de empleo.

Presos de los precios que no dominan los pequeños ni medianos

Lizana, en su exposición, dio detalles de cómo es la cadena que determina los precios al consumidor, que en nada responde a quienes siembran, cultivan, cosechan y elaboran, sino son las grandes concentradoras de logística, distribución y espacios comerciales de grandes dimensiones. Puso a la papa, entre muchos otros ejemplos, por la que se paga $ 200 el kilo al productor, y el consumidor termina pagando a $700 en un supermercado. Y utilizó un tema que la diputada Gabriela Lizana domina en todo el espectro: la vitivinicultura. Un pequeño elaborador recibe $ 300 por lo que consumidores deben pagar entre $ 4.000 a $ 8.000 (750 c.c. de vinos varietales). 

Importación de alimentos. El concreto pedido del Frente Renovador y las imprecisiones del gobierno

Plata dulce y resultados amargos

Como si en Argentina estuviésemos debutando con el modelo de destrucción de la industria y la producción, repiten recetas que lleva a la economía nacional a una nueva debacle como las vividas en reiterados gobiernos, pero con base fuerte en el modelo de importaciones indiscriminadas inaugurado en 1976 por la dictadura. Tal como señalaba en su exposición la diputada Lizana, esta lesión a la producción propia, a la pequeña y mediana industria, y a los minoristas se traduce en más pobreza y desempleo, menor soberanía y la prolongación de la angustia social que se padece hoy. La amargura de repetir lo que se sabe que fracasa.

Importación de alimentos. El concreto pedido del Frente Renovador y las imprecisiones del gobierno

El gobierno nacional recibió a referentes de la COPAL

El secretario de comercio de la Nación, Pablo Lavigne, recibió al presidente de la COPA, Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios,  Daniel Funes de Rioja, quien le reclamó al funcionario por los beneficios que han decido para quienes importen alimentos y otros productos masivos, entre otros, el de autorizar el pago de las importaciones a 30 días.

Importadores de productos terminados, favorecidos frente al empresariado local

En la reunión los de la COPAL plantearon que el trato desigual implica un privilegio para aquellos que importen productos alimenticios y productos terminados, frente a quienes necesitan importar elementos para producir en el país. Esto configura una clara intención de perjuicio para la industria y producción local frente al mercado comercial financiero. 

Quien dijo que todo está prohibido

Una de las entidades empresarias aclaró que en Argentina no está (ni estaba) cerrada la importación de alimentos, pero sí impone requisitos que no deberían laxarse. 

La salud al frente

Lo concerniente a la sanidad, como hasta hoy, debe contar con la aprobación del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA)  Y los productos alimenticios elaborados y envasados, también deben cumplir con las normativas nacionales, como es la ley de etiquetado (que presenten en el exterior de sus envases lo octógonos negros que informan sobre los ingredientes)

Grandes superficies y negocios concentrados

Aplicar facilidades para la importación de alimentos y productos de la canasta básica, terminados, es un notorio guiño a los sempiternos formadores de precios. Las grandes superficies, como se los llama a los súper e hipermercados, en su gran mayoría de capitales extranjeros, son quienes tienen el expertise y los mecanismo aceitados para importar. La competencia es desigual. La industria nacional, los pequeños y medianos productores, quedan supeditados a la escasa posibilidad de ganar mercados, no teniendo crédito y absorbiendo costos de servicios impagables.

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