Gran caída de las ventas minoristas de un 4,1% interanual en noviembre
Las ventas minoristas de las Pymes sufrieron una caída pronunciada en noviembre, un fenómeno que evidenció la persistencia de un consumo contenido.
La CAME, Confederación Argentina de la Mediana Empresa, informó que la variación interanual de las ventas de las pequeñas y medianas minoristas fue de -4,1% a precios constantes.
Además, la comparación mensual desestacionalizada marcó una caída aún más severa, alcanzando un -9,1%.
A pesar de este retroceso mensual, el acumulado del año hasta la fecha mantiene un incremento interanual del 3,4%, mostrando un desempeño mixto en la evolución general de la demanda.
El mes de Noviembre consolidó lo que la entidad denominó un "escenario de consumo dual", influenciado por las restricciones presupuestarias y los límites de financiación disponibles, lo que amplió la brecha entre las compras básicas y los bienes no esenciales.
Los rubros
El informe de CAME detalló que la dinámica de la baja se extendió a la mayoría de los rubros, con seis de los siete sectores relevados experimentando retrocesos.
Los rubros con caídas más significativas exhibieron el contraste entre productos esenciales y aquellos consumos que son más postergables.
Los retrocesos más pronunciados se registraron en:
Perfumería, con la mayor baja del mes, alcanzando el 17%.
Bazar y decoración, que anotó una caída del 9,7%.
Alimentos y bebidas, que experimentó un descenso del 5,9%.
El único sector que logró sostener un incremento interanual fue Farmacia, que reportó una suba del 1,8%.
Percepción e incertidumbre
Respecto a la percepción económica, si bien la mayoría relativa de las Pymes se ubicó en una posición de continuidad con el año previo, el 54,2% de los encuestados reportó estabilidad en la comparación interanual.
Sin embargo, el panorama exhibió señales de deterioro creciente, ya que un 37% de los comercios sostuvo que las condiciones empeoraron, cifra que representó un incremento de cuatro puntos porcentuales respecto al mes de octubre.
Frente a la incertidumbre, la actividad minorista se ha movido bajo una "lógica de transición", caracterizada por una fuerte cautela operativa que ha frenado las inversiones de corto plazo.
Esta prudencia se reflejó en la percepción sobre el clima de inversión: el 60,1% de las Pymes consideró que el contexto resultó desfavorable para realizar desembolsos de capital.
Solo un 14,6% consideró que el momento era adecuado para invertir.
Optimismo
A pesar de las dificultades coyunturales, el sector comercial sostiene una notable proyección optimista hacia el futuro.
Existe un contraste entre el presente de dificultades y las perspectivas a mediano plazo.
El 48,6% de los comercios encuestados proyecta un escenario de mejora para el próximo año, mientras que el 43,7% estima que la situación se mantendrá sin cambios.
Solo un pequeño 7,7% anticipa una evolución negativa, manteniendo la expectativa de un reordenamiento que permita reactivar la demanda interna.
