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El FMI pronostica una caída del 3,5% en la economía y una inflación del 140%

Varios factores contribuyen a esta situación, incluyendo la inestabilidad política interna, desafíos estructurales en la economía y la necesidad urgente de reformas fiscales y monetarias.

Según el staff report difundido por el Fondo Monetario Internacional, la economía argentina enfrentará una contracción del 3,5% en el año actual, marcando un deterioro notable en comparación con las expectativas previas y reflejando un entorno económico desafiante.

Este pronóstico se ve agravado por la proyección de una inflación del 140%, una cifra que subraya la severidad de los problemas económicos que enfrenta el país.

La alta inflación ha sido una constante preocupación para los argentinos, afectando el poder adquisitivo y generando incertidumbre económica en todos los sectores de la sociedad.

Cuáles son los factores del FMI para la caída del 3,5% en la economía 

El FMI ha identificado varios factores que contribuyen a esta situación:

  • inestabilidad política interna

  • desafíos estructurales en la economía

  • necesidad urgente de reformas fiscales y monetarias

Estos elementos han exacerbado las dificultades económicas de Argentina, complicando aún más la tarea de restablecer el crecimiento sostenible y la estabilidad macroeconómica.

En respuesta a estas proyecciones, se espera que el gobierno de Javier Milei y las autoridades económicas tomen medidas decisivas y coordinadas para abordar los desafíos económicos urgentes.

La implementación efectiva de políticas públicas destinadas a controlar la inflación, promover la inversión y proteger el empleo será crucial para mitigar los efectos adversos sobre la población y la economía en general.

Qué dice el informe del FMI

Desde el organismo aclararon que:

"Mientras tanto, se prevé que las reservas se mantengan sin cambios, ya que los términos de intercambio menos favorables se ven compensados en gran medida por mayores entradas netas de capital. Los superávits fiscales y externos sostenidos a mediano plazo -respaldados por políticas estrictas, aumentos de productividad y mejoras estructurales en el balance energético- fortalecerán las reservas y asegurarán las perspectivas de acceso a los mercados internacionales".

Y añadió que las políticas monetaria y cambiaria "evolucionarán para afianzar la desinflación y salvaguardar la acumulación de reservas".

Específicamente, "para apoyar la transición hacia un nuevo régimen monetario, el Banco Central garantizará que las tasas de política monetaria se muevan hacia territorio positivo en términos reales, mientras que la política cambiaria se volverá más flexible con la flexibilización de las medidas de gestión de los flujos de capital según lo permitan las condiciones".

En su reporte, el organismo también consideró que si bien la tasa fija de devaluación (del 2% mensual) "ha ayudado a anclar la inflación, las autoridades ajustarán la política cambiaria con el tiempo para moverse de manera más flexible para reflejar mejor los fundamentos y salvaguardar una mayor mejora en la cobertura de reservas".

"Tras las medidas iniciales para deshacer las restricciones y controles cambiarios, las autoridades siguen comprometidas a deshacer todos los controles de capital y restricciones cambiarias, comenzando con las medidas más distorsionantes, incluida la eliminación del esquema de exportación preferencial 80/20 y eliminar el impuesto PAIS antes de finales de 2024".

Los expertos y analistas económicos han instado a una acción rápida y concertada por parte de todas las partes involucradas, advirtiendo sobre las repercusiones a largo plazo de una crisis económica prolongada. La capacidad del país, para gestionar estos desafíos, no solo afectará su propio desarrollo económico y social, sino también su posición en el contexto económico regional y global.

La comunidad internacional sigue de cerca la evolución de la situación económica en Argentina, con un interés particular en las medidas que se adopten para estabilizar la economía y restaurar la confianza de los inversores y consumidores.

El Fondo Monetario insistió sobre los riesgos del programa, más allá de celebrar todo el radio de acción de la política ortodoxa de los últimos meses.

"Los riesgos siguen siendo elevados, lo que requiere una formulación ágil de políticas. La planificación de contingencias seguirá siendo fundamental, y las políticas deberán seguir adaptándose a los resultados cambiantes para salvaguardar la estabilidad y garantizar que se sigan cumpliendo todos los objetivos del programa", planteó. 


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