Cómo es el esquema de aumentos de las jubilaciones decretado por Milei
El nuevo esquema indexará las jubilaciones y pensiones por inflación. El ajuste se aplicará recién desde julio y no desde abril como se había anunciado el viernes por el gobierno de Javier Milei.
El nuevo esquema de aumentos de las jubilaciones implementado por el Gobierno de Javier Milei vía Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) implica una cristalización del deterioro de los haberes, esto es que si la inflación baja fuertemente y los salarios se empiezan a recuperar, como promete el Gobierno, los jubilados no van poder aprovechar el ciclo.
El decreto 274 establece que a partir del mes de julio de 2024 los haberes jubilatorios se actualizarán en base al IPC de dos meses atrás, que es el último dato disponible. Es decir que en julio se actualizarán en base a la inflación de mayo, en agosto a la de junio y así sucesivamente.
Cómo serán los aumentos de las jubilaciones decretado por Milei
Desde el Ministerio de Economía confirmaron que las jubilaciones en abril aumentarán 13,2% (inflación de febrero), más un tramo compensatorio de 12,2%, más el bono de $70.000, lo que resulta en un haber mínimo de unos $241.000.
En los meses de mayo y junio el haber final también será ajustado por la inflación de marzo y abril (lo que se conoce como t-2) pero la forma de llegar a ese número será la siguiente: se abonará bajo la forma de "pago a cuenta", dado que ese porcentaje deberá calcularse en base a la ley aún vigente que es trimestral.
Por ejemplo, si con la ley actual el trimestre (abril, mayo junio) dio un aumento de 17% y la inflación fue de 20%, cobrarán los 3 puntos adicionales.
Lo que quedará en forma discrecional a cargo del Poder Ejecutivo será el monto de los bonos, que en caso de no actualizarse favorecerán la licuación de los haberes jubilatorios.
Federico Bobrovsky, abogado previsionalista, explica que "esto implica dar de baja la fórmula de movilidad propiamente dicha, porque al desvincular el haber del salario, nunca podrá haber una mejora en términos reales".
"Está claro que estamos en una situación de emergencia, en donde ninguna fórmula de movilidad tiene sentido porque la inflación es demasiado alta. Sin embargo, si la economía se recupera, se consolida para siempre el ajuste sobre los jubilados. Esto no tiene sentido y además va a terminar en la Corte Suprema, que ya tiene jurisprudencia al respecto. En cambio, se podría mantener la actual fórmula y aplicar aumentos por decreto que compensen la inflación", agrega.
Bobrovsky incorpora otro punto importante: la canasta de consumo de los jubilados no es igual a la del IPC, sino que tiene un peso mucho mayor de alimentos y bebidas y medicamentos, justamente dos rubros que han liderado a la inflación. De modo que la suba del haber según IPC, encima, suele no compensar la caída de poder adquisitivo que sufren los adultos mayores que necesitan cerca de $700.000 para cubrir sus gastos.