Dramático testimonio

  Hablamos con la Mamá y el Papá de RITA, la niña a la que todos buscamos el miércoles. Un relato desgarrador con final feliz. Una conversación sin cortapisa en la que nos contaron cómo fueron los momentos de mayor angustia. ¿Cómo surgió y se inició esta breve tragedia? De la manera mas inesperada que… Continúa leyendo Dramático testimonio

Hablamos con la Mamá y el Papá de RITA, la niña a la que todos buscamos el miércoles. Un relato desgarrador con final feliz. Una conversación sin cortapisa en la que nos contaron cómo fueron los momentos de mayor angustia.

¿Cómo surgió y se inició esta breve tragedia?

De la manera mas inesperada que nos podíamos esperar, como cualquier familia que se levanta a la mañana para hacer sus actividades diarias, nosotros somos docentes, mis hijas se levantaron junto con nosotros, ellas estaban realizando las tareas, yo estaba cargando notas en el GEM del colegio donde trabajo, en un momento una de mis niñas no estaba haciendo las tareas, luego a una de ellas la mando a que vaya a dos casas contiguas a mi casa a que vaya a comprar tres tortitas para desayunar.

En ese lapso de tiempo mi niña mas chica quiere salir a la vereda a barrer, yo le dije no hija no salgas a barrer, junta la reja y en un segundo, yo voy al estudio de mi marido y cuando vuelvo venía mi hija con las tortitas, le digo bueno llama a la Solcito, yo pensaba que estaba en la habitación pero Sol había abierto las rejas y había salido a acomodar unas piedras en el cantero, en ese instante pasa una camioneta, yo no la vi pero es lo que mi hija me relata lo que pasó, la subieron, la tomaron de la mano y le taparon la boca.

Yo no sabía nada, hasta que al final se desencadenó todo y supe lo que había pasado. Así es como comenzó todo.

Eso fue en un instante, vamos a poner en contexto el Barrio es Antártida Argentina de Luzuriaga, Maipú, un barrio de clase media donde hay vecinos desde hace muchos años -de hecho desde las redes, en PORTADA recibimos la información de vecinos muy preocupados. Un barrio que no tiene la problemática de ser un barrio marginal,  ni tampoco las características de un barrio privado , cuyo estatus social nos lleve a pensar que hubiese habido un intento de secuestro para pedido de rescate. Por eso, para ustedes debe haber sido tremendo no encontrar a su hija en ese momento.

Sí, los dos pensamos que eso le podría haber ocurrido a cualquier niño que estuviera en la verdad en ese momento, estábamos en casa como cualquier familia con el Covid-19 estábamos todos resguardados en casa.

¿Usted es docente de colegio primario?

Yo soy docente de formación cristiana en algunos colegios de acá de la ciudad de Mendoza, y mi marido es docente de música.

O sea estaban trabajando en casa, en una relación de control con sus hijas, su hija tiene doce años.

Sí, mi hija Rita tiene doce años.

¿Usted llamó al 911?

Sí, primero que nada como cualquier padre, salimos afuera, la buscamos por toda la casa y pensamos que se había escondido o que era un chiste, lo que podría pensar cualquier papá, después empezamos a hacer diferentes hipótesis relacionada al tema, porque en que cabeza cabe que tu hijo desaparezca.

Cuando es un niño que está con vos todo el tiempo, entonces se te llena el alma de preguntas no sabes para donde tomar, y que hacer porque mis hijas tampoco estaban en la casa de los vecinos. Se nos llenó la cabeza de hipótesis y pensamos que mi hija se podría haber ido, porque en ese momento de locura uno empieza a pensar cualquier cosa.

Yo trabajo el tema de trata con mis alumnos en el colegio, y una de las premisas fundamentales es que cuando una persona desaparece, lo primero que hay que hacer no esperar veinticuatro horas, sino automáticamente denunciar la ausencia de esa persona, revisamos absolutamente todo, yo empecé a gritar como una loca por la calle, y empezaron a salir todas mis vecinas,  que nos quieren un montón los vecinos acá, y todos se solidarizaron.

Entré a mi casa y le dije a mi marido, llamemos ya al 911, y desesperara le envié un audio a mis compañeras de trabajo para que me ayudaran a visibilizar esa situación, y eso fue lo que pasó.

¿Cual fue la respuesta del 911?

La respuesta del 911 fue inmediata, actuaron con mucha rapidez, nosotros nos quedamos muy asombrados. Colapsaron las redes con el pedido de auxilio que yo estaba pidiendo, gracias a Dios con mi marido tenemos muchos contactos en la provincia, me estoy refiriendo a amigos, porque hemos trabajado en diferentes lugares y eso ayudó muchísimo.

¿Cómo interpretan ustedes la difusión masiva, y como puede actuar eso ante un caso similar y hasta donde puede ser útil o entorpecer la búsqueda policial?

Hay dos cosas fundamentales, es fundamental viralizar automáticamente, porque hay mucha que clava el visto y no empatizan con lo que está sucediendo. En el caso nuestro empatizaron porque nos conoce mucha gente, entonces lo que hay que hacer es empatizar con el otro, si alguien te pide auxilio y desesperada lo tenes que hacer aunque no lo conozcas, no tenes que espera porque en el caso de nosotros, nos llegaban muchos mensajes preguntando si se podía publicas en las redes, y eso no es lo que hay que hacer, hay que publicarlo inmediatamente, ahí nomas accionar.

Lo otro es estar al lado de la persona, en mi caso yo no podría marcar el teléfono, estaba tan abrumada que sentía que mi corazón se había paralizado, no podía llamar por teléfono, no podía escribir, no podía hacer nada.

Lo primero que hice fue enviar el mensaje, y después no pude hacer nada, me paralicé, es por eso que necesitas de una persona que te contenga todo el tiempo y que no estés solo.

El tercero es que necesitás una persona que sea filtro, porque me llamaron de una radio y yo hice un comentario  muy poco afortunado, yo comente que había corregido a mi hija porque no había querido hacer las tareas, y se viralizó un mensaje que era incorrecto desde esa radio. Yo no se que radio era, pero a raíz de eso en una parte de Mendoza, se publicó que mi hija se había ido de mi casa porque había discutido conmigo.

Yo nunca discutí con mi hija, yo a mi hija la corregí como corrige cualquier papá a su hijo cuando hace algo inadecuado. En ningún momento discutí con mi hija. Cuando uno es libre y honesto no tiene problema de decir las cosas como fueron, cuando uno oculta es cuando hay mentira.

Si hubiera sido una que oculta, me hubiera quedado callada, con que necesidad iba a decir que yo a mi hija la había corregido, a ver no tiene explicación.

Mas allá de si hubo o no algo, acá hay que pensar en buscar soluciones y no victimizar a la víctima, es importante lo que usted nos decía y ojalá pudiéramos protocolizar los métodos de este tipo de acontecimientos tan angustiantes, porque también ocurre que hay mucha información falsa, por lo cual lo que hacen las informaciones falsas es bajar los estímulos de colaboración de la gente.

Yo creo que la cuestión de los mensajes falsos, tienen que ver con esto que crean las personas que hacen el delito, porque a nosotros nos llegó un mensaje de una persona que estaba viralizando, que la nena había aparecido cuando no era real, yo como papá que viví el caso desde otro ángulo que el de mi señora, porque ella estuvo en casa y yo tuve que hacer la otra parte, yo iba con los buscadores de persona y había mensaje hasta en Facebook donde decían que había aparecido, y no era real.

Cuando llega un mensaje, la gente no va a la fuente, posteamos cualquier mensaje, no leemos o no vamos a la fuente del mismo. A mí cuando me llega un mensaje me fijo de donde viene, porque puede ser información falsa.

A mí hija la sacaron de la puerta de mi casa, porque confío en mi hija y porque la conozco, y segundo porque está el audio que auxilia a la nena, y la nena en ese audio expresa lo que pasó, que digan que mi hija camino seis kilómetros es totalmente mentira.

Nosotros no podemos ver la vida con miedo, porque paralizarnos no sirve para nada en absoluto.

En horas de la tarde portada.com.ar se comunicó con el Fiscal de la causa, Dr. Carlos Torres quien nos manifestó que desde el marco de la justicia no se descarta ninguna hipótesis.

Por: Ariel Robert – Guil Aranda – Pablo Núñez

 

 

 

 

 

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